Remittances sent to El Salvador through cryptocurrency wallets plummeted 33.4% between January and November 2025, compared to the same period in 2024, according to data released by the Banco Central de Reserva (Central Reserve Bank) and reviewed by EFE this Friday.
Inflows through this channel reached $52.12 million in the first eleven months of the year—a decline of $26.16 million from the $78.28 million received in the equivalent period the previous year.
Such remittances accounted for a mere 0.57% of the $9,021.66 million in total family remittances received during that span—far below the 1.02% represented by cryptocurrency wallets in 2024, when total inflows stood at $7,646.97 million.
In contrast, cryptocurrency remittances totaled $85.5 million for all of 2024, up slightly from $82.93 million in 2023, marking a 3.1% increase. Yet the trajectory shifted sharply in 2025 after legal reforms advanced by the ruling bloc.
El Salvador became the first country in the world to adopt bitcoin as legal tender—alongside the dollar—in September 2021, one of President Nayib Bukele’s signature economic initiatives. Nevertheless, more than 90% of the population continues to spurn its everyday use, according to opinion surveys.
After securing a $1.4 billion agreement with the International Monetary Fund (IMF), the Asamblea Legislativa (Legislative Assembly)—controlled by the Nuevas Ideas party—stripped bitcoin of its legal tender status and curtailed state involvement in its circulation and promotion.
Despite those commitments to the international body, the Salvadoran government has persisted in acquiring bitcoins. Official data show the country holds more than 7,513 units of the cryptocurrency, valued at over $699 million.
From the opposition, the Alianza Republicana Nacionalista (Arena) party has cautioned that the IMF agreement “is in jeopardy” due to state bitcoin purchases that appear to contravene the conditions stipulated for the payout.
Remesas en bitcóin caen más del 33 % en El Salvador hasta noviembre
Las remesas enviadas a El Salvador a través de billeteras de criptomonedas registraron una caída del 33.4 % entre enero y noviembre de 2025, en comparación con el mismo período de 2024, según datos divulgados por el Banco Central de Reserva (BCR) y consultados este viernes por EFE.
El flujo de ingresos por esta vía alcanzó los $52.12 millones en los primeros once meses del año, una baja de $26.16 millones respecto a los $78.28 millones recibidos en igual periodo del año anterior.
Este tipo de envíos apenas representó el 0.57 % del total de $9,021.66 millones recibidos en concepto de remesas familiares en ese mismo lapso, muy por debajo del 1.02 % que registraron las billeteras de criptomonedas en 2024, cuando ingresaron al país $7,646.97 millones en total.
En contraste, en todo 2024 las remesas por criptomonedas sumaron $85.5 millones, frente a los $82.93 millones de 2023, lo que significó un leve incremento del 3.1 %. Sin embargo, la tendencia cambió drásticamente en 2025 tras reformas legales impulsadas por el oficialismo.
El Salvador se convirtió en septiembre de 2021 en el primer país del mundo en adoptar el bitcóin como moneda de curso legal, junto al dólar, en una de las principales apuestas económicas del presidente Nayib Bukele. No obstante, más del 90 % de la población continúa rechazando su uso cotidiano, de acuerdo con encuestas de opinión.
Tras alcanzar un acuerdo por $1,400 millones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Asamblea Legislativa —controlada por el partido Nuevas Ideas— retiró al bitcóin su estatus de moneda de curso legal y limitó la participación estatal en su circulación y promoción.
A pesar de los compromisos adquiridos con el organismo internacional, el Gobierno salvadoreño ha continuado comprando bitcoines. Según datos oficiales, el país posee más de 7,513 unidades de esta criptomoneda, con un valor superior a los $699 millones.
Desde la oposición, el partido Alianza Republicana Nacionalista (Arena) ha advertido que el acuerdo con el FMI “estaría en peligro” debido a las compras estatales de bitcóin, realizadas en aparente contradicción con las condiciones pactadas para el desembolso.
