On the night of Monday, December 22, several workers from Hospital Nacional Rosales (HNR) received a text message instructing them to appear at a specific time at the Hospital Central, located adjacent to the Physical Medicine and Rehabilitation Unit of the Social Security Institute in San Salvador.
According to testimony from sources who requested anonymity due to fear of reprisals, the dismissals began at 7:00 a.m. “They summoned us in such a vile manner on December 23. We are staff who came off shift at 7:00 a.m.; there were about 178 of us given that news early on.”
“Right now (as of noon this Tuesday), we have around 1,200 eliminated positions. There are nursing staff, clinical laboratory staff, X-ray technicians, service assistants, respiratory therapy staff, physiotherapy staff… this will continue, because they have summoned more personnel for the afternoon,” they added.
The workers explained that upon being notified of their dismissal, they were handed a document listing two amounts: one if they decided to submit a voluntary resignation, and the other if they opted for severance.
“This has happened in an arbitrary and illegal manner by individuals who were unidentified. They only told us the order (for dismissal) came from CAPRES (Presidential House). They told us they were waiting to see whether we would accept the severance or resign voluntarily,” they said.
LA PRENSA GRÁFICA sent a message this Tuesday to the press secretary of the presidency to inquire about this complaint lodged by the workers. A response to the request is pending.
The situation outside the Hospital Central grew tense as staff returned with news of the dismissals.
“This turned into chaos; there were many people crying, many in a state of nervous shock. They fired people who were not yet of retirement age, people with up to 30 years of service. They have vilely degraded our profession. In the pandemic we were heroes; today, we are nothing,” the workers stated.
RELATO: “Esto fue un caos, mucha gente estaba llorando, en shock”, dicen trabajadores despedidos del Hospital Rosales
La noche del lunes 22 de diciembre varios trabajadores del Hospital Nacional Rosales (HNR) recibieron en sus teléfonos celulares un mensaje en el que se les pedía estar a una hora específica en el Hospital Central, ubicado a un costado de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación del Seguro Social, en San Salvador.
Según el testimonio de las fuentes, que pidieron no revelar sus nombres por temor a represalias, los despidos comenzaron desde las 7:00 de la mañana. “Nos convocaron de esta manera tan vil un 23 de diciembre. Estamos personal que entregó turno a las 7:00 de la mañana, éramos como 178 a los que nos dieron esa noticia temprano”.
“Ahorita (hasta mediodía de este martes) llevamos alrededor de 1,200 plazas suprimidas. Hay personal de enfermería, de laboratorio clínico, de rayos X, auxiliares de servicio, personal de terapia respiratoria, personal de fisioterapia… esto va a seguir, porque por la tarde han citado a más personal”, agregaron.
Los trabajadores explicaron que al notificarles del despido se les entregó un papel en el que estaban dos cantidades: una si decidían presentar su renuncia voluntaria y la otra si optaban por la indemnización.
“Esto ha sucedido de una manera arbitraria e ilegal de parte de personas que no estaba identificadas. Solo nos dijeron que la orden (de despido) venía de CAPRES (Casa Presidencial). Nos dijeron que estaban a la espera si nos daban la indemnización o renunciábamos de forma voluntaria”, dijeron.
LA PRENSA GRÁFICA envió este martes un mensaje al secretario de prensa de la presidencia para consultar sobre esta denuncia que realizaron los trabajadores. Se espera una respuesta a la solicitud.
La situación, a las afueras del Hospital central fue tensa cuando el personal regresaba con la noticia del despido.
“Esto se convirtió en un caos, había mucha gente llorando, mucha gente en shock de nervios. Despidieron a gente que no estaba en edad de jubilarse, gente que tenía hasta 30 años de servicio. Han denigrado vilmente nuestra profesión. En la pandemia fuimos héroes, hoy nada”, afirmaron los trabajadores.