Human rights attorney Alejandro Henríquez and pastor and community leader José Ángel Pérez were released after seven months deprived of liberty, having accepted an abbreviated procedure within the criminal proceedings initiated against them in May 2025.
According to the indictment filed by the Attorney General’s Office, both were charged with aggressive resistance and public disorder related to their participation in a demonstration held in the El Bosque community, municipality of Tacachico, La Libertad department. The protest sought support to prevent the eviction of approximately 300 farming families.
This morning, as my attorneys have stated, motivated by many reasons—but primarily by the intent to secure an abbreviated procedure that returns me to my family and the wife who awaits me, and above all due to the well-known conditions in the prisons—I proceed to confess the facts upon which this process is based.
— José Ángel Pérez, Confession Case 106-2025-2.
According to the prosecutorial indictment, the imputed events occurred during a public gathering in May 2025, following the notification of an eviction order issued by a court in Santa Tecla. The Prosecutor’s Office maintained that the demonstration escalated into public disorder, which formed the basis for the criminal charges.
Agents of the police—whose names I do not know—apparently observed individuals committing acts of violence and posing dangers to those present, in the location where I was, and the agents on site proceeded to intervene. Consequently, police agents approached me and intervened with the intent to detain me. Upon seeing this, the community protected me and began pulling me away to prevent my arrest. I also attempted to withdraw from the area and from the agents, without success, ultimately being detained for the crimes of public disorder and aggressive resistance. These are the facts I will confess.
— José Ángel Pérez, Confession Case 106-2025-2.
In the confession document, signed on December 17, 2025, Henríquez and Pérez accepted the abbreviated procedure and acknowledged the facts attributed by the fiscal authority as a condition to access the benefit of freedom. The process allowed for the early conclusion of the criminal trial.
I, along with other members of the El Bosque Community whom I advise as a human rights defender, were engaged in a nonviolent protest to draw the attention of passersby and officials to the judicial resolution ordering eviction. Also present at the site were agents and members of the police, providing security for the peaceful demonstration that began in the morning hours. Around nine in the evening, in the location where I was, security agents intervened against me for having observed acts of violence. The agents tried to detain me, but I managed to flee the area, only to be captured the following day at the Atlacatl roundabout.
— Alejandro Henríquez, Confession Case 106-2025-2.
As part of the imposed conditions, the court established post-release restrictions, including a prohibition on participating in demonstrations similar to those that gave rise to the criminal proceedings. This measure was recorded in the resolutions associated with the abbreviated procedure.
The detentions of Henríquez and Pérez fit into a broader context of criminalization targeting human rights defenders and social leaders. On May 18, 2025, Ruth López, head of the anticorruption unit at Cristosal, was arrested and charged by the Prosecutor’s Office with embezzlement. Various organizations maintain that her detention stems from her work against corruption and her reports on arbitrary detentions under the state of exception.
Various national and international organizations issued statements during the months of detention, requesting the release of both men and noting concerns regarding the criminalization of social protest and the use of the penal system against human rights defenders. They have also spoken out to demand the release of Ruth López.
During this same period, attorney Enrique Anaya, a critic of the ruling party, was detained, and in February 2025, Fidel Zavala, spokesperson for UNIDEHC, was recaptured along with community leaders from San Juan Opico.
Since March 2022, El Salvador has remained under a state of exception that has facilitated detentions without judicial warrants. By April 2024, at least 34 human rights defenders had been arbitrarily captured, according to specialized organizations.
In November 2025, the Legislative Assembly approved a new extension of the state of exception. According to official figures presented to the legislature, this measure has facilitated more than 90,200 arrests since its implementation, while organizations such as Legal Humanitarian Aid have documented at least 450 deaths in state custody.
The release also occurs against a political and legal backdrop marked by the approval of the Foreign Agents Law, which has been questioned for its impact on the exercise of fundamental rights and the operations of social organizations and independent media.
Alejandro y José Ángel recuperan su libertad tras 7 meses detenidos por protesta pacífica
El abogado y defensor de derechos humanos Alejandro Henríquez y el pastor y líder comunitario José Ángel Pérez recuperaron su libertad tras permanecer siete meses privados de libertad, luego de aceptar un proceso abreviado dentro del proceso penal iniciado en su contra en mayo de 2025.
De acuerdo con el documento de acusación presentado por la fiscalía general de la República, ambos fueron señalados por los delitos de resistencia agresiva y desórdenes públicos, relacionados con su participación en una manifestación realizada en la comunidad El Bosque, en el municipio de Tacachico, departamento de La Libertad. La protesta tenía como objetivo solicitar apoyo para evitar el desalojo de aproximadamente 300 familias campesinas.
En esta mañana como han declaro mis abogados motivados por muchas razones, pero principalmente por la intención de alcanzar un procedimiento abreviado, que me devuelva con mi familia y esposa que me espera, y sobre todo por las condiciones conocidas de los centros penales procedo a realizar la confesión de los hechos en que se basa su proceso».
— José Ángel Pérez, Confesión Causa 106-2025-2.
Según la acusación fiscal, los hechos imputados ocurrieron durante una concentración pública realizada en mayo de 2025, posterior a la notificación de una orden de desalojo emitida por un juzgado de Santa Tecla. La Fiscalía sostuvo que la manifestación derivó en alteraciones al orden público, base sobre la cual se formularon los cargos penales.
Agentes de la Policía Nacional Civil cuyo nombre no conozco al parecer observaron a personas que realizaban actos de violencia y peligros para esas personas, en el lugar que estaba yo, y los agentes que se encontraban en el lugar procedieron a intervenir, por lo anterior agentes de la policía se acercaron a mi persona y me intervinieron con la intención de detenerme, al ver lo anterior. la comunidad me protege y comienza a jalonearme para evitar mi detención, yo también intento retirarme del lugar y de los agentes, no lográndolo, siendo detenido por los delitos de desórdenes públicos y resistencia agresiva. Estos son los hechos que voy a confesar».
— José Ángel Pérez, Confesión Causa 106-2025-2.
En el documento de confesión, firmado el 17 de diciembre de 2025, Henríquez y Pérez aceptaron el procedimiento abreviado y reconocieron los hechos atribuidos por la autoridad fiscal, como condición para acceder al beneficio de la libertad. El proceso permitió la finalización anticipada del juicio penal.
Mi persona junto a otros miembros de la Comunidad El Bosque, de los cuales asesoro como defensor de Derechos Humanos, nos encontrábamos en una protesta no violenta para llamar la atención de transeúntes y funcionarios sobre la resolución judicial de desalojo, también en el lugar se encontraban agentes y miembros de la Policía Nacional Civil, dando seguridad para la manifestación pacífica que empezó en horas de la mañana, que cerca de las nueve de la noche en el lugar que estaba yo, agentes de seguridad me intervinieron por haber observado actos de violencia, los agentes me trataron de detener pero logré huir del lugar, pero al día siguiente fui capturado en el redondel Atlacatl».
— Alejandro Henríquez, Confesión Causa 106-2025-2.
Como parte de las condiciones impuestas, el tribunal estableció restricciones posteriores a la liberación, entre ellas la prohibición de participar en manifestaciones similares a las que dieron origen al proceso penal. Esta medida quedó consignada dentro de las resoluciones asociadas al procedimiento abreviado.
Las detenciones de Henríquez y Pérez se enmarcan en un contexto más amplio de criminalización de personas defensoras y líderes sociales. El 18 de mayo de 2025 fue capturada Ruth López, jefa del área Anticorrupción de Cristosal, acusada por la Fiscalía del delito de peculado. Diversas organizaciones sostienen que su detención responde a su trabajo contra la corrupción y a sus denuncias sobre detenciones arbitrarias bajo el régimen de excepción.
Diversas organizaciones nacionales e internacionales se pronunciaron durante los meses de detención, solicitando la liberación de ambos señalando preocupaciones sobre la criminalización de la protesta social y el uso del sistema penal contra personas defensoras de derechos. También se han pronunciado para exigir la liberación de Ruth López.
En este mismo período también fue detenido el abogado Enrique Anaya, crítico del oficialismo, y en febrero de 2025 se produjo la recaptura de Fidel Zavala, vocero de UNIDEHC, junto a líderes comunitarios de San Juan Opico.
Desde marzo de 2022, El Salvador se mantiene bajo un régimen de excepción que ha facilitado detenciones sin orden judicial. Hasta abril de 2024, al menos 34 personas defensoras de derechos humanos habían sido capturadas arbitrariamente, según organizaciones especializadas.
En noviembre de 2025, la Asamblea Legislativa aprobó una nueva prórroga del régimen de excepción. Según cifras oficiales presentadas al Legislativo, esta medida ha facilitado más de 90,200 capturas desde su implementación, mientras que organizaciones como Socorro Jurídico Humanitario han documentado al menos 450 muertes bajo custodia del Estado.
La liberación ocurre además en un escenario político y legal caracterizado por la aprobación de la Ley de Agentes Extranjeros, que ha sido cuestionada por su impacto en el ejercicio de derechos fundamentales y en el trabajo de organizaciones sociales y medios independientes.
