A federal judge on Wednesday said he was resuming his long-stalled court proceeding to determine whether Trump administration officials willfully violated a court order by deporting hundreds of men to El Salvador in March.

US district judge James Boasberg said he would demand sworn testimony from administration officials to determine whether they defied his March court order to turn around aircraft that were removing the men from US territory.

“It seems that a factual inquiry is in order, and the best way to proceed would appear to be bringing in witnesses and having them testify under oath,” Boasberg said during the hour-long status conference.

A three-judge panel of a federal appeals court halted the inquiry earlier this year. But a larger panel of appellate judges on Friday said Boasberg “remains free to require the government to identify the decision makers who directed the potentially contemptuous actions and to carefully consider next steps”.

Boasberg’s remarks on Wednesday breathed new life into his standoff with the Trump administration over the limits of US presidential power. By conducting the criminal contempt proceedings, which can result in fines or other forms of censure, Boasberg has drawn the ire of Trump allies, who say the judge has overstepped.

Boasberg asked the justice department to submit a proposal on 24 November outlining their proposed next steps. Boasberg also requested a similar proposal from lawyers who brought the litigation before him on behalf of the deported men.

The justice department has disagreed with Boasberg’s interpretation of the appeals court order issued last week, asserting he lacks jurisdiction to conduct contempt proceedings. The justice department has also argued that the Trump administration did not willfully defy any court orders.

Boasberg has been hearing a lawsuit brought on behalf of alleged Venezuelan gang members removed from the US under the rarely invoked Alien Enemies Act.

Boasberg in April concluded the Trump administration appeared to have acted “in bad faith” when it hurriedly assembled three deportation flights on 15 March at the same time that he was conducting emergency court proceedings to assess the legality of the effort.

The Venezuelan men at the center of the litigation were released from a notorious Salvadorian prison this summer after a traumatic time, and returned to Venezuela as part of a US-brokered prisoner swap.

The Guardian: https://www.theguardian.com/us-news/2025/nov/19/trump-deportations-el-salvador-court

Juez principal reanuda indagación por desacato en deportaciones a El Salvador durante la era Trump

Un juez federal anunció el miércoles que reanudaría su proceso judicial, paralizado durante mucho tiempo, para determinar si funcionarios de la administración Trump violaron deliberadamente una orden judicial al deportar a cientos de hombres a El Salvador en marzo.

El juez de distrito de los Estados Unidos, James Boasberg, declaró que exigiría testimonio bajo juramento de funcionarios de la administración para determinar si desafiaron su orden judicial de marzo, la cual mandaba hacer regresar las aeronaves que trasladaban a los hombres fuera del territorio estadounidense.

Parece procedente realizar una indagación de los hechos, y la mejor manera de proceder aparenta ser convocar a testigos para que testifiquen bajo juramento, afirmó Boasberg durante la audiencia de seguimiento, que duró una hora.

A principios de este año, un panel de tres jueces de una corte federal de apelaciones detuvo la investigación. Sin embargo, un panel más amplio de jueces de apelación dictaminó el viernes que Boasberg mantiene la facultad de requerir al gobierno que identifique a los responsables de la toma de decisiones que ordenaron las acciones potencialmente constitutivas de desacato y de considerar cuidadosamente los pasos a seguir.

Los comentarios vertidos el miércoles por Boasberg reavivaron su pugna con la administración Trump sobre los límites del poder presidencial de Estados Unidos. Al llevar a cabo los procedimientos por desacato penal, que pueden resultar en multas u otras formas de sanción, Boasberg ha provocado la ira de los aliados de Trump, quienes sostienen que el juez se ha extralimitado en sus funciones.

Boasberg solicitó al Departamento de Justicia que presentara una propuesta el 24 de noviembre detallando los siguientes pasos que pretenden tomar. Boasberg también solicitó una propuesta similar a los abogados que interpusieron la demanda ante él en nombre de los hombres deportados.

El Departamento de Justicia ha discrepado con la interpretación de Boasberg sobre la orden de la corte de apelaciones emitida la semana pasada, afirmando que el juez carece de competencia para conducir procedimientos de desacato. Asimismo, el Departamento de Justicia ha argumentado que la administración Trump no desafió deliberadamente ninguna orden judicial.

Boasberg ha estado conociendo una demanda presentada en nombre de presuntos pandilleros venezolanos expulsados de Estados Unidos bajo la raramente invocada Alien Enemies Act (Ley de Enemigos Extranjeros).

En abril, Boasberg concluyó que la administración Trump parecía haber actuado de mala fe cuando organizó precipitadamente tres vuelos de deportación el 15 de marzo, al mismo tiempo que él conducía procedimientos judiciales de emergencia para evaluar la legalidad de dicha medida.

Los hombres venezolanos en el centro del litigio fueron liberados de una infame prisión salvadoreña este verano tras un periodo traumático, y regresaron a Venezuela como parte de un intercambio de prisioneros mediado por Estados Unidos.

The Guardian: https://www.theguardian.com/us-news/2025/nov/19/trump-deportations-el-salvador-court