President Nayib Bukele’s influence in El Salvador will soon extend to soccer. Yamil, the president’s brother, will take the helm of the Federación Salvadoreña de Fútbol (Salvadoran Soccer Federation, Fesfut) once the intervention ordered by FIFA in 2022 over alleged corruption concludes.
Yamil Bukele, 47, emerged as the sole candidate for the pivotal leadership position this Tuesday, when the registration deadline expired ahead of the December 12 election, in which delegates from local soccer leagues will cast their votes.
To assume the role, Yamil must relinquish his “ad honorem” presidency of the Instituto Nacional de los Deportes (National Sports Institute, Indes), a post bestowed upon him by his brother Nayib in 2019, granting him authority over all sports disciplines in the country except soccer.
“We hope things go very well, for the good of soccer and for our own sake,” Bukele said last week when he announced his candidacy.
One of his challenges will be fulfilling the dream of Salvadoran fans to see their nation return to a World Cup, following its last appearance in Spain 1982.
On the road to North America 2026, La Selecta could edge closer to a direct berth or an intercontinental playoff with its final Concacaf qualifiers against Suriname on November 13 and Panama three days later.
The Fesfut’s Darkest Hours
Beyond the pitch, Yamil Bukele will inherit a federation rife with controversies, both past and present.
In 2022, the then-president of the Fesfut, Reynaldo Vásquez (2009-2011), was sentenced by a court in New York, United States, to one and a half years in prison for accepting bribes as part of the “Fifagate” scandal, a corruption scheme that rocked FIFA and centered on Latin America.
That same year, FIFA appointed a commission to intervene in the Fesfut after several of its leaders were implicated in fraudulent administration and money laundering. The prosecutor’s office has provided no recent updates on the case’s progress.
In 2024, the global soccer governing body replaced the so-called Normalization Committee in the Fesfut and installed Panamanian Rolando González as its president, who will hand over control to Yamil Bukele in December.
More recently, FIFA fined the Fesfut over $60,000 for racist insults directed by its fans at Surinamese players during a 2026 World Cup qualifier on September 8.
The ‘Bukele Clan’
Nayib Bukele has governed El Salvador since 2019, secured reelection in 2024, and commands all branches of the state. His immense popularity, fueled by his anti-gang war, shields his entire family.
“Those who have been there [in the Fesfut] did nothing for soccer; it’s good that Yamil is coming—he will work for the good of the sport,” opines Luis Munguía, a 36-year-old food delivery driver.
Anthropologist Juan Martínez labeled the president’s brother’s arrival at the Fesfut as “an act of nepotism” by the “Bukele clan” to “co-opt every significant space,” including in sports.
“Although money changes hands [in soccer], its importance lies in what it represents—the symbolic power of soccer,” the most popular sport in El Salvador, Martínez noted.
Yamil, a businessman and former basketball player born on the Colombian island of San Andrés, is not the only brother the president keeps close to his administration.
His brothers Karim (39) and the twins Yusef and Ibrahim (36) serve as intimate advisors, despite lacking official appointments in his cabinet.
In a recent opinion column published in the local newspaper El Diario de Hoy, political scientist Napoleón Campos recalled that, per FIFA statutes, soccer must remain aloof from politics.
“Nayib Bukele’s veiled intervention in soccer steers it toward the abyss. It is impossible, contradictory, for a ‘process’ discourse to align with FIFA statutes and sports law if the goal is to extend his regime over soccer,” Campos asserted.
Los Bukele extienden su poder también en el fútbol salvadoreño
La influencia del presidente Nayib Bukele en El Salvador pronto se extenderá también al deporte rey. Yamil, hermano del mandatario, presidirá la Federación Salvadoreña de Fútbol (Fesfut) una vez concluye la intervención que la FIFA ordenó en 2022 por presunta corrupción.
Yamil Bukele, de 47 años, quedó como único candidato al puesto dirigencial estratégico este martes, cuando finalizó el plazo para inscripciones de cara a la elección del 12 de diciembre, en la que votarán los delegados de las ligas locales de fútbol.
Para asumir el cargo, Yamil deberá renunciar a la presidencia “ad honorem” del Instituto Nacional de los Deportes (Indes), un título que le dio su hermano Nayib en 2019 y que le confiere autoridad en todas las ramas deportivas del país, excepto el fútbol.
“Esperamos que nos vaya muy bien, por el bien del fútbol y de nosotros mismos”, señaló Bukele la semana pasada cuando presentó su candidatura.
Uno de sus retos será cumplir el sueño de la afición salvadoreña de volver a ver a su país en un Mundial, tras su última participación en España 1982.
Rumbo a Norteamérica 2026, La Selecta podría acercarse al boleto directo o al repechaje intercontinental con sus últimos duelos por las clasificatorias de Concacaf ante Surinam, el 13 de noviembre, y tres días después ante Panamá.
Las horas bajas de la Fesfut
Más allá de lo deportivo, Yamil Bukele asumirá una federación no exenta de polémicas, pasadas y recientes.
En 2022, el entonces presidente de la Fesfut, Reynaldo Vásquez (2009-2011), fue sentenciado por una corte en Nueva York, Estados Unidos, a un año y medio de prisión por haber recibido sobornos como parte del “Fifagate”, un escándalo de corrupción que afectó a la FIFA y tuvo su epicentro en Latinoamérica.
Ese mismo año, la FIFA nombró una comisión que intervino la Fesfut porque varios de sus dirigentes fueron designados de administración fraudulenta y lavado de dinero. La fiscalía no ha dado información reciente sobre el avance del caso.
En 2024, el órgano rector del fútbol mundial reemplazó el llamado Comité de Regularización en la Fesfut y se puso a la cabeza, como su presidente, al panameño Rolando González, quien entregará el mando a Yamil Bukele en diciembre.
Más recientemente, la FIFA multó con más de 60.000 dólares a la Fesfut por insultos racistas de sus aficionados a jugadores de Surinam durante un partido clasificatorio al Mundial 2026, el pasado 8 de septiembre.
El ‘clan Bukele’
Nayib Bukele gobierna El Salvador desde 2019, fue reelegido en 2024 y controla todos los poderes del Estado. Su enorme popularidad, gracias a su guerra antipandillas, cobija a toda su familia.
“Los que han estado (en la Fesfut) no hacían nada por el fútbol, está bueno que Yamil llegue, trabajará por el bien del fútbol”, opina Luis Munguía, un repartidor de comida de 36 años.
El antropólogo Juan Martínez calificó la llegada del hermano del presidente a la Fesfut como “un acto de nepotismo” del “clan Bukele” para “cooptar todos los espacios importantes”, incluso en el deporte.
“Aunque se mueve dinero (en el fútbol), es importante por lo que significa, por el poder simbólico del fútbol”, el deporte más popular en El Salvador, indicó Martínez.
Yamil, un empresario y exjugador de baloncesto nacido en la isla colombiana de San Andrés, no es el único hermano que el presidente tiene al lado de su gobierno.
Sus hermanos Karim (39) y los mellizos Yusef e Ibrahim (36) son asesores cercanos, pese a no tener un nombramiento oficial en su gabinete.
En una columna de opinión publicada recientemente en el periódico local El Diario de Hoy, el politólogo Napoleón Campos recordó que, según los estatutos de la FIFA, el fútbol debe estar lejos de la política.
“La velada intervención de Nayib Bukele en el fútbol lo encamina al precipicio. Es imposible, contradictorio, el discurso de un ‘proceso’, coherente con los estatutos de la FIFA y el Derecho Deportivo, si el objetivo es expandir su régimen sobre el fútbol”, afirmó Campos.

