The Ministerio de Agricultura y Ganadería (Ministry of Agriculture and Livestock, MAG) has put beyond the reach of Salvadorans all information related to the operation of the agromercados (agromarkets) and centrales de abasto (wholesale supply centers), the administration’s flagship bid to reduce food prices and a program that accounts for nearly one-third of the ministry’s budget.
The MAG placed all information related to the “logistics for supplying products at fair prices to commercial hubs known as ‘AGROMARKETS’” and “information related to the national wholesale supply centers” under seal for the next seven years.
The declaration is recorded in the MAG’s index of information under seal, which was published on the ministry’s transparency portal this past August. According to the published document, the seal was enacted by the ministry in April of this year.
The index of information under seal is the list each institution provides of information it deems cannot be released to the Salvadoran public.
The grounds on which a public institution may label information as under seal are defined in Article 19 of the Ley de Acceso a la Información Pública (Public Access to Information Law, LAIP) and include, among others, national security, risks to the safety of individuals, or risks of conferring undue advantage on third parties.
In the case of the information related to agromarkets and supply centers, the MAG cited subparagraphs “g” and “h,” meaning that the ministry considers that providing such data to the public could “compromise state strategies and functions in ongoing judicial or administrative proceedings” or “confer an undue advantage on a person to the detriment of a third party.”
Two transparency experts analyzed the MAG’s decision and concurred that merely invoking the LAIP falls short of justifying a seal; a genuine analysis of the grounds for sealing is essential. They further noted that such seals align with a broader pattern of opacity across the government regarding the handling of public funds.
“To begin with, subparagraph ‘g’ (compromising strategies and functions in judicial or administrative proceedings) should not even apply. And ‘h’ (confers an undue advantage on third parties) could apply, but only in a very narrow way. Such a sweeping, catch-all seal leaves ample room to withhold information that does not meet the statutory criteria. Therefore, under the law, a seal of this sort cannot be justified,” said the first expert, who requested anonymity for fear of government reprisals.
For its part, Acción Ciudadana (Citizen Action) asserted: “There is a shortfall when information is placed under seal, because there is not even a thorough rationale to justify it. Article 19 of the LAIP sets forth the grounds, and the institution must conduct the analysis, but here we have no knowledge of it.”
“The index merely cites the grounds, and that seems to suffice as fulfilling the requirement, but there is no further detail to assess whether it is warranted or not. What emerges is a deliberate intent to block the public from accessing the detailed information being generated, and it is regrettable because it spans seven years: until 2032, if not extended, something might finally come to light,” the association added in its analysis of the matter.
Agromarkets
The agromarkets were created through the Ley Integral de Comercialización Agropecuaria (Comprehensive Law on Agricultural Marketing, LICA), approved in August 2023; the law envisioned the rollout of “agricultural markets” for product commercialization.
Over the course of a year, the government launched up to 50 agromarkets, until, in July 2024, it announced the launch of Centrales de Abasto (Wholesale Supply Centers), which, in theory, would supplant the agromarkets.
In July of this year, the Ministerio de Hacienda (Ministry of Finance) told the Finance Committee of the Asamblea Legislativa (Legislative Assembly) that there were 61 agromarkets installed nationwide. This came as lawmakers approved a supplementary budget for their operation. Between December 2024 and October 2025, the Legislative Assembly has approved $85 million in supplementary appropriations for agromarkets, and $29 million in budget allocations, for a total of $114 million.
In August 2024, the Legislative Assembly authorized special provisions allowing the Centro de Desarrollo de Comercio Agropecuario (Center for the Development of Agricultural Trade, CDCA) to carry out the “importation, management, storage, and marketing of agricultural products” tax-free, and to purchase from domestic and international suppliers “without following the processes established in the Ley de Compras Públicas (Public Procurement Law).”
To date, the MAG has not publicly explained the finances of the agromarkets, such as identifying suppliers, assessing operational sustainability, or determining any need for government subsidies.
Lawmaker Marcela Villatoro (ARENA) recalled the aforementioned provisions and decried the government’s refusal to ensure transparency and accountability in the use of resources for agromarkets: “Often they seal information because they purchase these products at inflated prices, and that also keeps people in the dark about what is happening; that is why they impose a seal, because they do not want people to know what they are doing with their money,” the lawmaker added.
“It is the same old story with them. This should be public, because people must know where their taxes go and every last cent. It is the state’s duty to provide transparency in the use of public funds.”
— Marcela Villatoro, ARENA lawmaker
Ministerio de Agricultura reserva toda la información sobre agromercados
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) puso fuera del alcance de la población salvadoreña toda la información relacionada con el funcionamiento de los agromercados y centrales de abastos, la apuesta del gobierno para reducir los precios en los alimentos y cuyo financiamiento constituye casi una tercera parte del presupuesto de la cartera.
El MAG declaró bajo la etiqueta de información “reservada” por los próximos 7 años todo lo relacionado con la “logística de abastecimiento de productos a precios justos para puntos de enlace comercial conocidos como ‘AGROMERCADOS’” y “la información relacionada con las centrales de mayoreo a nivel nacional”.
La declaratoria está registrada en el índice de información reservada del MAG, la cual fue publicada en el portal de transparencia del ministerio el pasado mes de agosto. Según el documento publicado, la reserva fue decidida por la cartera en abril de este año.
El índice de información reservada es el listado que cada institución presenta de la información que considera que no puede entregar a la población salvadoreña.
Los criterios para que una institución pública etiquete algo como reservado están definidos en el artículo 19 de la Ley de Acceso a la Información Pública (LAIP); e incluyen, entre otros, temas de seguridad nacional, riesgos para la seguridad de personas o riesgos de generar ventajas indebidas a terceros.
En el caso de la información relacionada a agromercados y centrales de abasto, el MAG la justificó con los literales “g” y “h”; lo que significa que el ministerio considera que brindar dichos datos a la ciudadanía podría “comprometer las estrategias y funciones estatales en procedimientos judiciales o administrativos en curso” o también “generar una ventaja indebida a una persona en perjuicio de un tercero”.
Dos expertos en temas de transparencia analizaron la decisión del MAG y coincidieron en señalar que no basta sólo con invocar la LAIP para que una reserva esté justificada, sino que debe haber un verdadero análisis sobre los argumentos de reserva. Además, señalaron que este tipo de reservas coinciden con un patrón de opacidad en todo el gobierno en relación al manejo de fondos públicos.
“De entrada, el literal ‘g’ (comprometer estrategias y funciones en procedimientos judiciales o administrativos) ni debería de aplicarse. Y el ‘h’ (genera ventaja indebida a terceros) podría, pero de una forma muy acotada. La reserva tan generalizada o amplia da mucho espacio para reservar información que no cumple los requisitos para que sea reservada. Por tanto, considerando lo que establece la ley, no puede justificarse una reserva de este tipo”, indicó el primer experto, bajo condición de anonimato, por temor a represalias del gobierno.
Por su parte, la organización Acción Ciudadana señaló: “Hay una deficiencia cuando se realizan reservas de información, porque no hay ni siquiera una fundamentación profunda para justificar la reserva. El art. 19 de la LAIP establece las causales, y la institución debe hacer el análisis, pero aquí no lo conocemos”.
“En el índice solamente se invocan las causales, y con eso pareciera como que ya se cumplió el requisito, pero no hay mayor detalle para poder analizar si se justifica o no. Lo que se ve es la intención deliberada de impedir a la ciudadanía que conozca la información detallada que se está generando, y es lamentable porque son siete años: hasta 2032, si no se amplía, podría conocerse algo”, agregó la asociación en un análisis hecho del tema.
Agromercados
Los agromercados fueron creados por medio de la Ley Integral de Comercialización Agropecuaria (LICA), aprobada en agosto de 2023; esta contemplaba la implementación de “mercados agropecuarios” para comercializar productos.
Durante un año el gobierno abrió hasta 50 agromercados, hasta que, en julio de 2024, anunció la puesta en marcha de Centrales de Abasto, con las cuales, en teoría, se cerrarían los agromercados.
En julio de este año, el Ministerio de Hacienda dijo en la Comisión de Hacienda de la Asamblea que había 61 agromercados instalados en el país. Esto, en el contexto de la aprobación de un refuerzo presupuestario para el funcionamiento de estos. Entre diciembre de 2024 y octubre de 2025, la Asamblea ha aprobado $85 millones en refuerzos para agromercados, y $29 millones en asignaciones presupuestarias, para un gran total de $114 millones.
En agosto de 2024, la Asamblea autorizó disposiciones especiales para que el Centro de Desarrollo de Comercio Agropecuario (CDCA) pueda realizar “importación, administración, almacenamiento y comercialización de agroproductos” sin impuestos, y también que pueda realizar compras a “proveedores nacionales como internacionales sin seguir los procesos establecidos en la Ley de Compras Públicas”.
A la fecha, el MAG no ha explicado públicamente las finanzas de los agromercados, para conocer a quién compra los productos, si su funcionamiento es sostenible o si necesita de algún tipo de subsidio de parte del gobierno.
La diputada Marcela Villatoro (ARENA) recordó las disposiciones antes mencionadas y lamentó la negativa del gobierno a querer transparentar y rendir cuentas sobre el uso de recursos en agromercados: “Muchas veces reservan información porque compran estos productos a sobreprecio, y eso es lo que hace, también, que la gente desconozca qué está pasando y por eso le ponen reserva, porque no quieren que la gente sepa qué hacen con el dinero de ellos”, agregó la legisladora.
“Es lo de siempre con ellos. Eso debería ser público, porque la gente debe conocer adónde van sus impuestos y cada centavo. Es un deber del Estado que la gente tenga transparencia del uso de fondos públicos”
— Marcela Villatoro, diputada de ARENA