RSF and its partners have recorded dozens of forced exiles from El Salvador—at least 53 according to RSF, with the help of the Association of Journalists of El Salvador (APES) and the Salvadoran Association of Participatory Broadcasting (ARPAS) within six months. APES, an RSF partner and a leading force in the fight for press freedom in the country, was itself forced to leave the country in May 2025. “Journalists have been suffocated: first by persecution and the threat of imprisonment, then by financial asphyxiation,” said APES director Sergio Arauz.
Judicial persecution, police surveillance, hate campaigns, cyber-harassment… Since May 2025, a repressive wave has swept through the country, forcing Salvadoran journalists to flee and destroying entire newsrooms—such as the digital magazine Mala Yerba, which had to cease operations after all of its staff were forced into exile. Most of the team from the news outlet El Faro also had to relocate to Costa Rica after receiving warnings of an imminent police operation targeting them. In addition to police surveillance and intimidation, women journalists have faced misogynistic attacks, as illustrated by Factum digital media journalist Loida Martinez Avelar, who fled the country after months of harassment linked to an investigation into corruption within the Ministry of Health.
Repression has also taken the form of a financial strangulation strategy against the media. While many newsrooms have faced equipment seizures, independent media outlets receiving foreign funding have fallen victim to the Foreign Agents Law. In force since September 2024, this law mandates compulsory registration, imposes a 30% tax, and allows fines of up to 250,000 US dollars (around 213,804 euros), making it impossible for such outlets to operate in El Salvador. Oscar Orellana, director of ARPAS—which brings together 22 associations and 17 radio stations and has had to apply for registration, still without a response—lamented the stranglehold the law places them in: “If we register, they force us to remain silent; if we don’t, they shut us down. In both cases, it means silencing the press.”
“RSF warns that El Salvador is on the verge of silencing all of its independent press. This repressive escalation marks a new stage in the country’s authoritarian drift, tightening the grip around journalism and fuelling a new wave of exile among media outlets and journalists across Central America. RSF demands that the government of Nayib Bukele immediately end the judicial persecution of journalists, repeal the Foreign Agents Law and other repressive regulations, and guarantee the safety of the press. We also call on the international community to recognise the urgency of this crisis and to increase pressure on El Salvador to respect press freedom.
— Artur Romeu, Director, RSF Latin America
Community radio stations particularly affected by repression
While they face greater difficulties operating from exile, community radio stations have been especially targeted by frequent raids, equipment seizures, and police harassment. The homes of Radio Balsamo journalists Monica Rodriguez and Steve Magana were raided in December 2024, and their equipment was confiscated. After months in hiding and constant displacement, both finally went into exile in June 2025.
Due to their very limited resources, they are also particularly vulnerable to the Foreign Agents Law. “The 30% deduction from international funds makes it impossible for community radio stations to survive. If they disappear, the media ecosystem will be reduced to official propaganda,” lamented journalist Carlos Humberto Amaya of Radio Izcanal.
Reporting from exile
Faced with the scale of the crisis, displaced media outlets have had to reorganise in exile. On 1 September, the Intermedios Journalistic Association was founded in Costa Rica, bringing together 12 independent media outlets and more than 50 exiled journalists. “The entire independent press has left the country. We continue to work as a network because, even though we are not physically in El Salvador, we keep reporting on what is happening there,” Loida Martinez Avelar told RSF.
La prensa independiente bajo asedio en El Salvador: persecuciones, violencia y estrangulamiento financiero obligan a los periodistas al exilio
RSF y sus socios, la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) y la Asociación Salvadoreña de Radiodifusión Participativa (ARPAS), han documentado 53 casos de exilios forzados de periodistas salvadoreños en los últimos seis meses. La APES, una de las principales organizaciones defensoras de la libertad de prensa en el país, también se vio obligada a abandonar el territorio en mayo de 2025. “Los periodistas fueron asfixiados: primero por la persecución y la amenaza de prisión, luego por la asfixia financiera”, explicó a RSF Sergio Aráuz, presidente de la APES, actualmente en el exilio.
Persecuciones judiciales, vigilancia policial, campañas de odio y ciberacoso conforman un patrón represivo que se ha intensificado desde mayo de 2025. Esta ola ha obligado a los periodistas salvadoreños a huir, destruyendo redacciones enteras, como la de la revista digital Mala Yerba, que tuvo que cesar sus actividades tras el exilio de todo su personal. La mayoría del equipo de El Faro tuvo que reubicarse en Costa Rica, tras recibir alertas sobre una inminente operación policial en su contra. A la vigilancia y las intimidaciones se suman los ataques misóginos contra mujeres periodistas, como lo demuestra el caso de Loida Martínez Avelar, de la revista Factum, quien abandonó el país después de meses de acoso por una investigación sobre corrupción en el Ministerio de Salud.
La represión también se manifiesta a través de una estrategia de asfixia financiera contra los medios. Mientras muchas redacciones sufren confiscaciones de equipos, los medios independientes que reciben fondos del extranjero son víctimas de la Ley de Agentes Extranjeros. En vigor desde septiembre de 2024, esta ley impone un impuesto del 30 % sobre los fondos internacionales y multas que pueden alcanzar los 250,000 dólares (aproximadamente 213,804 euros), haciendo imposible la actividad de estos medios en El Salvador. Óscar Orellana, director de ARPAS —que agrupa a 22 asociaciones y 17 emisoras de radio—, explicó que la organización cumplió con los requisitos para su registro, pero no recibió respuesta hasta la fecha, y lamenta el cerco que esta ley impone: “Si nos registramos, nos obligan a callar; si no lo hacemos, nos cierran. En ambos casos, significa silenciar a la prensa.”
“RSF alerta que El Salvador está a punto de silenciar definitivamente a toda su prensa independiente. Esta escalada represiva marca una nueva etapa en la deriva autoritaria del país, estrechando el cerco sobre el periodismo y alimentando una nueva ola de exilio de medios y periodistas en toda América Central. RSF exige al gobierno de Nayib Bukele que ponga fin de inmediato a las persecuciones judiciales contra los periodistas, derogue la Ley de Agentes Extranjeros y otras normativas represivas, y garantice la seguridad de la prensa. También hace un llamado a la comunidad internacional para que reconozca la urgencia de esta crisis y aumente la presión sobre El Salvador para que respete la libertad de prensa.
— Artur Romeu, Director, RSF América Latina
Las radios comunitarias, especialmente afectadas por la represión
Las radios comunitarias han sido particularmente blanco de frecuentes allanamientos, confiscación de equipos y acoso policial, además de enfrentar grandes dificultades para trabajar desde el exilio. El domicilio de los periodistas de Radio Bálsamo, Mónica Rodríguez y Steve Magaña, fue allanado en diciembre de 2024, y su equipo fue incautado. Después de meses viviendo en la clandestinidad y en constante desplazamiento, ambos finalmente tomaron el camino del exilio en junio de 2025.
Debido a sus recursos muy limitados, las radios comunitarias son especialmente vulnerables frente a la Ley de Agentes Extranjeros. “La retención del 30 % sobre los fondos internacionales hace imposible la supervivencia de las radios comunitarias. Si desaparecen, el ecosistema mediático se reducirá a la propaganda oficial”, advirtió el periodista Carlos Humberto Amaya, de Radio Izcanal.
Informar desde el exilio
Ante la magnitud de la crisis, los medios desplazados han tenido que reorganizarse en el exilio. El 1 de septiembre de 2025, se fundó en Costa Rica la Asociación Periodística Intermedios, que agrupa a 12 medios independientes y a más de 50 periodistas exiliados. “Toda la prensa independiente ha abandonado el país. Seguimos trabajando en red porque, aunque no estemos físicamente en El Salvador, seguimos informando sobre lo que allí ocurre”, confió Loida Martínez Avelar a RSF.
