This Sunday, on the final day of the 81st General Assembly of the Sociedad Interamericana de Prensa (Inter American Press Association, IAPA) held in Punta Cana, Dominican Republic, reports on the state of press freedom in 23 countries, including El Salvador, were published.
Reports were also issued for Bolivia, Brazil, Canada, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, the United States, Guatemala, Guyana, Haiti, Honduras, Mexico, Nicaragua, Panama, Paraguay, Peru, Puerto Rico, the Dominican Republic, Uruguay, and Venezuela.
Regarding El Salvador, the report states that “press freedom is being gradually silenced by the national government through threats, intimidation, disparagement, and pressure against independent media outlets and journalists,” and it notes that “these actions have compelled many communicators and newsrooms from major outlets to leave the country.”
It adds that “on June 1, the government accused foreign and local media, as well as non-governmental organizations, of organizing a ‘coordinated attack’ against it,” and that “despite this, it continues to claim there is full respect for freedom of expression and the press because ‘there are no journalists in custody and no outlets have been shut down.’”
“The documentation compiled by organizations debunks this narrative. According to data from the Monitoring Center of the Association of Journalists of El Salvador (APES), between May 1 and July 14 of this year alone, 180 attacks against journalists were recorded. The most frequent attacks include physical harassment, online harassment, intimidation and insults, stigmatizing rhetoric, and restrictions on journalistic practice. In June, the IAPA, along with 17 other international organizations, urged the government to ensure the physical integrity of journalists and to cease all forms of persecution, surveillance, or intimidation,” the IAPA report states.
“In this toxic environment, several media outlets and journalists have chosen to flee the country. The independent outlet FOCOS TV announced that it relocated its legal and financial operations to Costa Rica due to the lack of conditions for practicing journalism in the country. Likewise, Nelson Rauda Zablah, digital editor of El Faro, and six other journalists from that outlet left the country after the government threatened to arrest them for revealing secret agreements between the government and gangs,” it adds.
The document also mentions that “at the end of July, journalist Jorge Beltrán Luna of El Diario de Hoy left the country after enduring surveillance and police harassment,” and it indicates that “Beltrán has faced everything from being slapped by a police chief to a US$10 million lawsuit against him and El Diario de Hoy, filed by a relative of the head of State Security for republishing a report on espionage that appeared in the Mexican magazine Proceso.”
The report notes that “the APES denounced that by June 13, it had documented the forced displacement of some 43 media workers due to ‘multiple cases of harassment, intimidation, and arbitrary restrictions.’ It later denounced strong indications that the government maintains comprehensive lists for surveillance, intimidation, and even potential arrests of journalists and human rights activists.”
It also covers the case of lawyer Salvador Enrique Anaya, a columnist for El Diario de Hoy, who “was detained on June 7 after denouncing the arrest of fellow lawyer and human rights defender Ruth Eleonora López.” “As in other cases, both have been accused of financial crimes and subjected to the state of exception, which is intended solely for gang members and curtails judicial and civil rights of detainees,” it explains.
The document further highlights that “APES also announced the temporary closure of its offices and the suspension of foreign-funded projects due to the entry into force of the Ley de Agentes Extranjeros (Foreign Agents Law), through which the government seeks to burden independent organizations it deems critical,” and that “despite this, APES announced it will continue its activities from abroad to denounce censorship and defend press freedom.”
“The challenges to press freedom extend to the realm of expression. Six out of every 10 Salvadorans exercise ‘greater caution’ when sharing their opinions on politics, according to a survey by the Instituto de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (Public Opinion Institute of the José Simeón Cañas Central American University, Iudop-UCA),” it cites in a broader context.
“In other notable developments, the Comisionado Presidencial para los Derechos Humanos y la Libertad de Expresión (Presidential Commissioner for Human Rights and Freedom of Expression) resigned in May, although he had been criticized for favoring the government in his reports and positions. On June 25, journalist Guillermo Cartagena of the digital magazine Gato Encerrado, was harassed by police. Three police officers arrived at his home in the Mejicanos district of San Salvador to inquire about the home’s utilities and the number of residents,” it concludes.
Finally, the report indicates that “El Salvador remains in the category of countries with high restrictions in the Índice Chapultepec de Libertad de Expresión y Prensa (Chapultepec Index of Freedom of Expression and the Press),” and that “the World Press Freedom Index of Reporteros Sin Fronteras (Reporters Without Borders, RSF) recorded that the country has dropped 61 positions over the past five years.”
“La libertad de prensa está siendo silenciada paulatinamente” advierte informe de la SIP sobre El Salvador
Este domingo, en el marco del último día de la 81ª Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que se realiza en Punta Cana, República Dominicana, fueron publicados los informes sobre la situación de la libertad de prensa en 23 países, entre ellos El Salvador.
Los otros países de los que se emitió informe son Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
Sobre El Salvador, el informe recoge que “la libertad de prensa está siendo silenciada paulatinamente por el gobierno nacional mediante amenazas, intimidaciones, descalificaciones y presiones en contra de medios de comunicación y periodistas independientes” y señala que “estas acciones han hecho que muchos comunicadores y salas de Redacción de medios importantes se marchen del país”.
Añade que “el gobierno acusó el 1 de junio a medios de comunicación extranjeros y locales, así como a organizaciones no gubernamentales, de organizar un ‘ataque coordinado’ en su contra” y que “pese a ello, sigue alegando que hay pleno respeto a la libertad de expresión y prensa porque “no hay periodistas capturados ni medios cerrados”.
“La documentación de las organizaciones desmiente ese discurso. Según datos del Centro de Monitoreo de la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES), solo entre el 1 de mayo y el 14 de julio de este año se contabilizaron 180 agresiones en contra de periodistas. Las agresiones más frecuentes son acoso físico, acoso digital, intimidación e insultos, discursos estigmatizantes y restricciones al ejercicio periodístico. En junio, la SIP junto a otras 17 organizaciones internacionales pidieron al gobierno garantizar la integridad física de los periodistas y cesar cualquier forma de persecución, vigilancia o intimidación”, señala el informe de la SIP.
“En este contexto viciado, varios medios y periodistas optaron por salir del país. El medio independiente FOCOS TV informó que trasladó sus operaciones legales y financieras a Costa Rica, ante la falta de condiciones para ejercer el periodismo en el país. También Nelson Rauda Zablah, editor digital de El Faro, y otros seis periodistas de ese medio se fueron del país, después de que el gobierno amenazara con arrestarlos por revelar los acuerdos secretos entre el gobierno y las pandillas”, añade.
El documento menciona también que “a finales de julio, el periodista Jorge Beltrán Luna, de El Diario de Hoy, salió del país tras sufrir vigilancia y acoso policial” e indica que “Beltrán ha enfrentado desde la bofetada de un jefe policial hasta una demanda por U$S 10 millones junto a El Diario de Hoy, interpuesta por un familiar del jefe de Seguridad del Estado por retomar una información sobre espionaje que publicó la revista mexicana Proceso”.
El informe señala que “la APES denunció que hasta el 13 de junio había documentado el desplazamiento forzado de unos 43 comunicadores, debido a ´múltiples casos de hostigamiento, intimidación y restricciones arbitrarias´. Luego denunció que existen fuertes indicios de que el gobierno cuenta con listas completas de vigilancia, amedrentamiento y hasta potenciales capturas de periodistas y activistas de los derechos humanos”.
También recoge el caso del abogado Salvador Enrique Anaya, columnista de El Diario de Hoy, quien “fue detenido el 7 de junio después de denunciar la captura de la también abogada y defensora de derechos humanos Ruth Eleonora López”. “Como en otros casos, a ambos se les ha acusado de delitos financieros y se les aplicó el régimen de excepción, que debe ser solo para pandilleros y restringe derechos judiciales y civiles de los detenidos”, explicó.
El documento destaca además que la “APES también anunció el cierre temporal de sus oficinas y la suspensión de proyectos financiados desde el exterior por la entrada en vigor de la Ley de Agentes Extranjeros, con la que el gobierno quiere gravar a organizaciones independientes que considera críticas” y que “pese a ello, APES anunció que mantendrá su actividad desde fuera del país para denunciar la censura y defender la libertad de prensa”.
“Los problemas de la libertad de prensa se extienden al ámbito de la expresión. Seis de cada 10 salvadoreños tienen ´más cuidado´ al compartir su opinión sobre política, según una encuesta del Instituto de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (Iudop-UCA)”, cita también en un ámbito más amplio.
“En otros hechos relevantes, el Comisionado Presidencial para los Derechos Humanos y la Libertad de Expresión renunció en mayo, aunque era criticado por favorecer al gobierno en sus informes y planteamientos.El 25 de junio, el periodista Guillermo Cartagena, de la revista digital Gato Encerrado, fue hostigado por la policía. Tres agentes policiales llegaron a su vivienda en el distrito de Mejicanos, San Salvador, para preguntar por los servicios básicos de la casa y la cantidad de personas que vivían en ella”, finalizó.
Por último, el informe indica que “El Salvador se mantiene en la categoría de países con alta restricción en el Índice Chapultepec de Libertad de Expresión y Prensa” y que “el Índice Mundial de Libertad de Prensa de RSF registró que el país descendió 61 posiciones en los últimos cinco años”.

