Salvadoran activist Ruth López, a vocal critic of President Nayib Bukele’s government who has been detained since May 18, remains “completely incommunicado,” and “neither her family nor her attorneys have been able to see her,” attorney David Morales affirmed in a statement to EFE shared this Wednesday, October 8.
Morales denounced that “since July 4, when she was transferred to the Granja Penitenciaria de Izalco (prison), Ruth has remained incommunicado,” and he emphasized that “there is no certainty regarding her actual whereabouts, her health condition, or whether she is receiving the medications she requires.”
The attorney explained that “the prolonged incommunicado detention and the absence of oversight by the Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (Office of the Human Rights Ombudsman, PDDH), coupled with the Sala de lo Constitucional (Constitutional Chamber)’s failure to effectively process the writ of habeas corpus, prompted the Inter-American Commission on Human Rights (IACHR) to issue precautionary measures in Ruth’s favor and demand that the Salvadoran state guarantee her personal integrity.”
Morales, a member of the humanitarian organization Cristosal to which López belonged prior to her arrest, noted that “in practice, incommunicado detention constitutes a form of torture, according to the United Nations Committee against Torture.”
Ombudswoman Claims Human Rights Team Visited López
Raquel Caballero, head of the Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (Office of the Human Rights Ombudsman, PDDH), stated on Monday, October 6, that one of her teams visited López “two days after she was taken into custody.”
“It is not true that she has been subjected to an enforced disappearance,” Caballero said during an interview with lawmakers from the Comisión Política (Political Commission) of the Asamblea Legislativa (Legislative Assembly), which is responsible for selecting the new Human Rights Ombudsman.
Caballero, who is seeking reelection as Human Rights Ombudswoman despite criticism of her tenure from various organizations, stated that “she (Ruth) told my team that she had not suffered any mistreatment” and that “the medications she needed were readily available to her.”
Nevertheless, Morales countered that “the ombudswoman’s statement and position align with the government’s, but not with the concerns of the victims, her family, or the IACHR.”
Cristosal denounced on July 5 that she had been “arbitrarily” transferred to a prison with harsher conditions, despite her underlying health conditions.
According to Morales, in that prison “visits are not being permitted,” so “information about her purported health condition is unverified.”
López, head of Cristosal’s anti-corruption unit and recognized by the BBC in 2024 as one of the country’s most influential women, was arrested on May 18 on charges of illicit enrichment.
The Inter-American Commission on Human Rights (IACHR) issued precautionary measures for López and attorney Enrique Anaya, another detained critic of the Bukele government, because they face a “risk of irreparable harm” to their rights to life, personal integrity, and health.
Ruth López, activista salvadoreña detenida y crítica del Gobierno de Bukele, continua “incomunicada”
La activista salvadoreña Ruth López, crítica del Gobierno del presidente Nayib Bukele y detenida desde el pasado 18 de mayo, permanece “en una situación de incomunicación absoluta” y “ni su familia, ni sus abogados han podido verla”, aseguró en una declaración a EFE, compartida este miércoles 8 de octubre, el abogado David Morales.
Morales denunció que “desde el 4 de julio, cuando fue trasladada a la Granja Penitenciaria de Izalco (cárcel), Ruth permanece incomunicada” y señaló que “no existe certeza sobre su paradero real, su estado de salud o si está recibiendo los medicamentos que necesita”.
El abogado expuso que “la incomunicación prolongada y la ausencia de supervisión por parte de la PDDH (Procuraduría de Derechos Humanos), sumadas a la omisión de la Sala de lo Constitucional de tramitar eficazmente el recurso de habeas corpus, fueron determinantes para que la CIDH dictara medidas cautelares a favor de Ruth y exigiera al Estado salvadoreño garantizar su integridad”.
Morales, miembro de la organización humanitaria Cristosal a la que López pertenecía antes de su detención, apuntó que “en la práctica, la incomunicación es una forma de tortura, según el Comité contra la Tortura de las Naciones Unidas”.
Procuradora afirma que equipo de DDHH visitó a López
La titular de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), Raquel Caballero, aseguró el pasado lunes 6 de octubre, que uno de sus equipos visitó a López “a dos días de haber sido capturada”.
“No es cierto que ha sido una desaparición forzada de ella (Ruth)”, dijo Caballero durante una entrevista con diputados de la Comisión Política de la Asamblea Legislativa, encargada de elegir al nuevo procurador de DDHH.
Caballero, que busca ser nuevamente electa procuradora de derechos humanos a pesar de las críticas a su gestión por parte de organizaciones, señaló que “ella (Ruth) le dijo a mi equipo que no había recibido ningún maltrato” y que “los medicamentos que necesitaba los tenía a la mano”.
No obstante, Morales indicó que “la declaración y la posición de la procuradora coincide con la del Gobierno, pero no con la preocupación de las víctimas, su familia o la CIDH”.
Cristosal denunció el 5 de julio pasado que había sido trasladada “arbitrariamente” a una cárcel de condiciones más severas, pese a que presenta afecciones de salud.
De acuerdo con el Morales, en ducha cárcel “no se están efectuando visitas”, por lo que “la información sobre su supuesto estado de salud (el de Ruth) carece de verificación”.
A López, jefa del área Anticorrupción de Cristosal y reconocida por la BBC en 2024 como una de las mujeres más influyentes del país, la detuvieron el 18 de mayo pasado bajo acusaciones de enriquecimiento ilícito.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió medidas cautelares a favor de López y del abogado Enrique Anaya, también detenido y crítico del Gobierno de Bukele, porque enfrentan un “riesgo de daño irreparable” a sus derechos a la vida, integridad y salud.