Approximately one in ten people in El Salvador lives in extreme poverty, according to the Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (Multipurpose Household Survey, EHPM) 2024, recently released by the Banco Central de Reserva (Central Reserve Bank, BCR). In the study year alone, 22,355 Salvadorans fell below that threshold, underscoring the absence of adequate public policies to prevent these indicators from deteriorating, experts noted.
Extreme poverty is the most severe form of poverty. Families in this category cannot afford the cost of the Canasta Básica Alimentaria (Basic Food Basket, CBA), leaving them food-insecure, with limited access to basic services such as health and education, and highly vulnerable.
Although the same survey shows improvements in the percentage of the population in relative poverty (households that can cover the cost of the CBA but not the Canasta Básica Ampliada (Expanded Basic Basket), equivalent to twice the CBA), those gains do not extend to households in extreme poverty, where the trend has been upward over the past three years.
From 2019 to 2024, the population in relative poverty fell from 21.3% to 18.9%, a drop of 2.4 percentage points. In absolute terms, this improvement means that 229,645 people moved out of that category in five years. Over the same period, however, extreme poverty rose from 5.5% to 9.6%, an increase of 4.1 percentage points, which translates into 241,927 more Salvadorans falling below that threshold.
Experts pointed out that, unlike relative poverty, which can fluctuate due to various factors altering family incomes from year to year—such as unemployment or remittances—extreme poverty is structural in nature, demanding direct state intervention to address family needs and drive reductions.
The surge in extreme poverty signals that the government’s economic development model is failing to reach the neediest families and lays bare the impact of cuts to social programs during this administration, they noted.
“This reveals a lack of support for the poorest families. For these households, social assistance programs are essential to help them withstand the assaults of poverty and secure food; to address the most pressing needs,” said Juan Meléndez, an expert in social policy.
However, the government’s current economic model is focused on attracting investment and tourism, Meléndez noted.
“The problem is that these jobs do not reach those families, because, as we have said, the poorest individuals often fail to complete basic education without some support and lack options to invest in entrepreneurial ventures,” he explained.
“The fact that this population has doubled, and that it has continued to grow since 2019, serves as a stark warning about the absence of a state response,” indicated an economist specializing in inequality, who requested anonymity out of fear of reprisals.
“These kinds of poverty situations cannot be tackled solely through the initiative of each individual or household, because these are homes burdened with such profound deprivations that they cannot secure resources through their own means. Therefore, it is essential that such poverty conditions be addressed directly and immediately by the state’s social protection systems,” she stated.
But contrary to expectations, experts indicated, in El Salvador, poverty-reduction programs have been scaled back and subjected to budget cuts. Between 2019 and 2024, social development programs implemented by the Ministerio de Desarrollo Local (Ministry of Local Development) and the Dirección de Obras Municipales (Directorate of Municipal Works) were cut by more than $25 million.
The Ministry of Local Development, moreover, decreased the number of beneficiaries in the universal basic pension program for older adults by 7,834 individuals since 2019, as revealed in the institution’s 2024-2025 annual report.
Incomplete Data
The results of the 2024 Multipurpose Household Survey have not been published in full, but only in a limited set of tabulations. The primary omission is a document that the government, in previous years, has simply called the “publication,” which typically contains the main research findings on household sociodemographic characteristics, education, health, income, employment, poverty, and housing features.
Furthermore, the released information includes monetary poverty but makes no mention of multidimensional poverty. “The measurement of multidimensional poverty is fundamental to understanding the complexity of poverty, which is not limited to household income levels. It also enables assessment of the impact of public policies on key aspects and identification of dimensions requiring new policy designs,” as stated in the 2023 EHPM publication. Despite this, the indicator has not been released this year.
The monetary poverty data, moreover, are incomplete, lacking figures disaggregated by urban and rural scales or information on regional impacts across the country. Nor is the cost of the Basic Food Basket (CBA) available, a critical datum for calculating the scope of monetary poverty.
Población en pobreza extrema crece por tercer año consecutive
Aproximadamente una de cada 10 personas en El Salvador vive bajo pobreza extrema, según la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) 2024, publicada recientemente por el Banco Central de Reserva (BCR). Solo en el año del estudio, 22 mil 355 salvadoreños se unieron a la población bajo ese umbral, evidenciando la ausencia de políticas públicas adecuadas para prevenir la profundización de estos indicadore, señalaron expertos.
La pobreza extrema es la forma más severa de pobreza que existe. Las familias que se ubican dentro de esta categoría son incapaces de cubrir el costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), colocándolas en situaciones de inseguridad alimentaria, limitado acceso a servicios básicos como salud y educación, y vulnerabilidad.
A pesar de que la misma encuesta evidencia mejoras en el porcentaje de población bajo pobreza relativa (aquellas familias que pueden cubrir el costo de la CBA, pero no de la Canasta Básica Ampliada, equivalente al costo de dos CBA); las mejoras no se replican en el caso de las familias en pobreza extrema, donde la tendencia es a la alza en los últimos tres años.
De 2019 a 2024, la población en pobreza relativa disminuyó de 21.3 a 18.9; es decir, una diferencia de 2.4%. En términos de cantidad de personas esta mejora implica que 229,645 salieron de esa categoría en cinco años. En ese mismo periodo, sin embargo, la pobreza extrema pasó de 5.5% a 9.6%, un crecimiento de 4.1%, que en términos de personas equivale a 241,927 salvadoreños más bajo ese umbral.
Expertos señalaron que, a diferencia de la pobreza relativa, que puede variar debido a distintos factores que cambian los ingresos de las familias de un año a otro, como el desempleo o la presencia de remesas, la pobreza extrema tiene un carácter estructural, por lo que incidir en su reducción requiere de una intervención directa del Estado en atención a las familias.
El incremento de población en extrema pobreza es un indicador de que el modelo de desarrollo económico del Gobierno no está llegando a las familias con más necesidades y visibiliza el impacto del recorte en programas sociales durante esta gestión, señalan.
“Se denota que no hay acompañamiento a las familias más pobres. Para estos hogares, se necesitan programas de asistencia social para ayudarles a resistir los embates de la pobreza y comprar alimentos; atender lo más urgente”, dijo Juan Meléndez, experto en política social.
Sin embargo, actualmente el modelo económico del Gobierno está enfocado en atraer inversión y turismo, señaló Meléndez.
“El problema es que estos empleos no llegan a esas familias, porque, como decíamos, las personas más pobres no suelen terminar la educación básica sin algún apoyo ni tienen opciones para invertir en emprendimientos”, explicó.
“El hecho de que esta población se haya duplicado, y que desde 2019 continúe creciendo, es una alerta muy fuerte en términos de la ausencia de una respuesta del Estado”, indicó una economista experta en el tema de desigualdad, quien pidió el anonimato por temor a represalias.
“Este tipo de situaciones de pobreza no es posible abordarla solamente desde la iniciativa de cada una de estas personas u hogares, porque son hogares con tantas carencias, tan profundas, que no pueden encontrar estos recursos a través de sus propias posibilidades. Entonces, es necesario que este tipo de situaciones de pobreza sean intervenidas directamente y de inmediato por los sistemas de protección social de los Estados”, señaló.
Pero contrario a lo esperado, indicaron los expertos, en El Salvador, los programas de disminución a la pobreza han ido disminuyendo y sufriendo reducciones de presupuesto. Entre 2019 y 2024, los programas de desarrollo social ejecutados por el Ministerio de Desarrollo Local y la Dirección de Obras Municipales tuvieron un recorte de más de $25 millones.
Desarrollo Local, además, redujo el numero de beneficiarios del programa de pensión básica universal para adultos mayores en 7,834 personas desde el 2019, según reveló la memoria de labores del periodo 2024-2025 de dicha institución.
Datos incompletos
Los resultados de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples 2024 no han sido publicados por completo, sino solo un número limitado de tabulados. La principal ausencia es un documento que el Gobierno, en años anteriores, ha llamado simplemente “publicación”, el cual suele contener los principales resultados de la investigación relacionados con características sociodemográficas de los hogares, educación, salud, ingresos, empleo, pobreza y características de las viviendas.
Además, la información publicada incluye la pobreza monetaria, pero no hay mención alguna a la pobreza multidimensional. “La medición de la pobreza multidimensional es fundamental para comprender la complejidad de la pobreza, la cual no se limita al nivel de ingresos de los hogares. Asimismo, permite conocer el impacto que las políticas públicas han tenido en aspectos claves e identificar dimensiones en las que deben diseñarse nuevas políticas públicas”, se asegura en la publicación de la EHPM de 2023. A pesar de ello, el indicador no ha sido publicado este año.
Los datos de pobreza monetaria, además, están incompletos, ya que no hay cifras a escala urbana y rural ni información sobre el impacto en las regiones del país. Tampoco está disponible cuál fue el costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), un dato clave para calcular el impacto de la pobreza monetaria.