Salvadoran journalist Mario Guevara arrived in El Salvador on Friday after being deported from the United States, where he was held for more than three months in a detention center despite being exonerated of all charges following his arrest while covering a protest against President Donald Trump and immigration raids.
“This was not how I wanted to return to my homeland… but thank God,” were Guevara’s first words as he stepped out of the Border Police vehicle that transported him from San Óscar Arnulfo Romero International Airport.
After arriving in the country, Guevara was transported in a Salvadoran Border Police patrol car to the town of Olocuilta, a journey he broadcast live on his Facebook profile, which drew more than 17,000 viewers.
“I was emotionally tortured” and “I cannot say they harmed me physically,” he said during the broadcast and to local journalists, adding that “one day I will return” to the United States. The journalist appears thinner than when he was arrested in the United States.
The 48-year-old, Emmy-winning journalist was repatriated from Louisiana after an appeals court rejected a final attempt to halt his deportation, denying an emergency request on Wednesday night to stay the final removal order against him.
Before his deportation, the reporter had been transferred from the Immigration and Customs Enforcement (ICE) Processing Center in Folkston, Georgia—near the city of Jacksonville, Florida—where he was held for more than 100 days, to a detention facility in Louisiana, without the opportunity to say goodbye to his family.
“I have been in handcuffs since four in the morning yesterday (Thursday) until now, like a criminal; that is how the United States treated me after so many years of work, but it does not matter. I bear no resentment against the U.S. government, because in the end, they are just following orders,” he recounted.
Guevara said he felt “heartbroken” about leaving his family in the United States, while at the same time “happy to be in my homeland.” He also called the U.S. government “racist.”
“The United States deported me based on lies,” he added, referring to the allegations against him. He announced that he will write a book about his experience, in addition to continuing with his news channel.
“The confinement was harsh. The United States held me in solitary confinement for 70 days… I was alone; they would only take me out for two hours to shower and see the sun, and then they would lock me up again for 22 hours a day in a small cell measuring two by three meters. It was chaotic because I developed sleep disorders, lost my appetite, and began to have paranoid delusions,” he recounted.
Guevara arrived in the United States in 2004 and applied for asylum a year later due to threats he received while working in his native El Salvador, where he was a photojournalist for La Prensa Gráfica.
Since then, he settled with his family in the Atlanta area, where he worked as a reporter for outlets such as MundoHispánico, where he gained popularity; a year ago, he founded his own media company, MGNews.
«Fui torturado emocionalmente»: Mario Guevara tras su llegada a El Salvador
El periodista salvadoreño Mario Guevara llegó este viernes a El Salvador tras ser deportado de Estados Unidos, donde permaneció más de tres meses en un centro de detención y pese a quedar exonerado de todos los cargos después de su arresto mientras cubría una protesta contra el presidente Donald Trump y las redadas migratorias.
“No era como quería venir a mi tierra… pero gracias a Dios», fueron las primeras palabras de Guevara cuando bajó del vehículo de Policía Fronteriza en el que fue trasladado desde el aeropuerto internacional San Óscar Arnulfo Romero.
Tras su arribo al país, Guevara posteriormente fue trasladado en una patrulla de la Policía Fronteriza salvadoreña a la localidad de Olocuilta, según transmitió en directo en su perfil de Facebook, que llegó a más de 17,000 espectadores.
«Fui torturado emocionalmente» y «no puedo decir que me hicieron daño físico», dijo en la transmisión y a periodistas locales, toda vez que agregó que «un día regresaré» a Estados Unidos. El periodista luce más delgado que cuando fue arrestado en EE.UU.
El periodista, de 48 años y ganador de un premio Emmy, fue repatriado desde Luisiana luego de que un tribunal de apelaciones rechazara un último recurso para frenar su deportación, al denegar la noche del miércoles una solicitud de emergencia para suspender la orden final de expulsión que pesaba en su contra.
Antes de ser deportado, el reportero había sido trasladado del Centro de Procesamiento del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Folkston (Georgia), cerca de la ciudad de Jacksonville (Florida), donde estuvo más de 100 días recluido, a un centro de detención en Luisiana, sin la oportunidad de despedirse de su familia.
«He pasado desde las cuatro de la mañana de ayer (jueves) hasta ahora con esposas, como un criminal, ese es el trato que me dio Estados Unidos después de tantos años de trabajar, pero no importa. No tengo resentimiento contra el Gobierno de Estados Unidos, porque al final están recibiendo órdenes», relató.
Guevara dijo sentirse con el «corazón partido», por dejar a su familia en el país norteamericano, y a la vez «contento de estar en mi tierra». Además, calificó al Gobierno de ese país de «racista».
«A base de mentiras Estados Unidos me deportó», añadió al referirse a las alegaciones en su contra y adelantó que escribirá un libro sobre su experiencia, además de seguir con su canal de noticias.
«El encierro fue duro, Estados Unidos me tuvo 70 días en confinamiento, (…) estuve solito, me sacaban solamente dos horas para bañarme y ver el sol, y después me volvían a encerrar 22 horas al día en una pequeña celda de dos por tres metros. Eso fue caótico porque tuve trastorno del sueño, falta de apetito y empece a tener delirios de persecución», contó.
Guevara llegó a Estados Unidos en 2004 y solicitó asilo un año después por amenazas que recibió mientras trabajaba en su natal El Salvador, donde era fotoperiodista en La Prensa Gráfica.
Desde entonces se estableció con su familia en el área de Atlanta, donde trabajó como reportero en medios como MundoHispánico, donde adquirió popularidad, hasta fundar hace un año su propia empresa periodística, MGNews.