Amnesty International urged the government of El Salvador to immediately comply with the precautionary measures granted by the Inter-American Commission on Human Rights (IACHR) for Ruth López and Enrique Anaya, who are detained under conditions that jeopardize their life, health, and integrity.
The organization warned that the prolonged incommunicado detention and indefinite imprisonment of these individuals form part of a broader pattern in which the criminal justice system is weaponized to punish human rights defenders and stifle critical voices. Ana Piquer, Americas director at Amnesty International, stated that such practices erode the rule of law and foster an atmosphere of fear and self-censorship.
Ruth López, Alejandro Henríquez, and José Ángel Pérez were declared prisoners of conscience by Amnesty International in July 2025, after confirming that their detentions stemmed solely from their human rights advocacy and peaceful exercise of freedom of expression.
The state of exception, in force for more than three years and extended 42 times in succession, has entrenched a model that enables mass detentions without evidence, the suspension of due process guarantees, and disproportionate periods of administrative detention. Penal reforms have toughened pretrial detention and concealed the identities of judges, creating a system that criminalizes dissent, according to Amnesty International.
Local organizations have documented more than 70 cases of criminalization targeting community leaders, union activists, and defenders of land and the environment. The application of sweeping criminal categories such as “unlawful associations” and “terrorist organizations” allows prosecutors to bring cases against individuals who have not committed violent crimes.
Prison conditions in El Salvador exacerbate these risks. Overcrowding, lack of medical care, and prolonged incommunicado detention are hallmarks of the penitentiary system. Cases like those of lawyer Enrique Anaya and human rights defender Fidel Zavala illustrate the peril of torture, cruel, or degrading treatment, the organization notes.
Amnesty International demands the immediate and unconditional release of all individuals detained solely for exercising their rights. It also calls on the international community to closely monitor the Salvadoran state’s actions to halt the misuse of the judicial system as a tool of repression.
Amnistía Internacional insta al Estado salvadoreño a cumplir las medidas de la CIDH a favor de Ruth López y Enrique Anaya
Amnistía Internacional instó al gobierno de El Salvador a cumplir de manera inmediata las medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a favor de Ruth López y Enrique Anaya, quienes se encuentran en detención bajo condiciones que ponen en riesgo su vida, salud e integridad.
El organismo advirtió que la incomunicación prolongada y la detención indefinida de estas personas forman parte de un patrón en el que el sistema penal se utiliza para castigar a quienes defienden derechos humanos y silenciar voces críticas. Ana Piquer, directora para las Américas de Amnistía Internacional, señaló que estas prácticas socavan el Estado de Derecho y crean un entorno de miedo y autocensura.
Ruth López, Alejandro Henríquez y José Ángel Pérez fueron declarados prisioneros de conciencia por Amnistía Internacional en julio de 2025, tras comprobar que sus detenciones se debieron únicamente a su labor de defensa de derechos humanos y ejercicio pacífico de la libertad de expresión.
El régimen de excepción, vigente por más de tres años y prorrogado 42 veces consecutivas, ha consolidado un modelo que permite detenciones masivas sin pruebas, suspensión de garantías judiciales y plazos desproporcionados de detención administrativa. Las reformas penales han endurecido la prisión preventiva y ocultado la identidad de jueces, generando un sistema que penaliza la disidencia, señala Amnistía Internacional.
Organizaciones locales contabilizan más de 70 casos de criminalización de líderes comunitarios, sindicalistas y defensores del territorio y el medio ambiente. La aplicación de figuras amplias como “agrupaciones ilícitas” u “organizaciones terroristas” permite procesar a personas que no han cometido delitos violentos.
Las condiciones carcelarias en El Salvador agravan los riesgos. El hacinamiento, la falta de atención médica y la incomunicación prolongada caracterizan el régimen penitenciario. Casos como el del abogado Enrique Anaya y el defensor Fidel Zavala evidencian el riesgo de tortura, tratos crueles o degradantes, señala la organización.
Amnistía Internacional exige la liberación inmediata e incondicional de todas las personas detenidas únicamente por ejercer sus derechos. Además, solicita a la comunidad internacional vigilar de cerca la actuación del Estado salvadoreño para frenar el uso indebido del sistema judicial como instrumento represivo.