This Thursday, the UCA sports complex brimmed with students, faculty, priests, and people from different communities to bid farewell to “Padre Chema.” The funeral Mass was presided over by Archbishop José Luis Escobar Alas, while Father Rodolfo Cardenal delivered a homily that evoked both the steadfastness and the intimate solidarity of Tojeira with just causes.
“Chema knew how to put the legacy of Ellacuría into practice… his words were resolute, yet always accompanied by a smile that unsettled the powerful,” Cardenal declared before a visibly moved crowd.
The burial took place in the capilla Jesucristo Liberador (Jesus Christ the Liberator Chapel), the same place where the remains of the Jesuit martyrs slain in 1989 rest. He was buried there in his cassock, in a simple yet profoundly symbolic act. His final resting place is not only a personal tribute but also a reaffirmation of his unwavering commitment to justice and the nation’s historical memory.
The burial took place in the capilla Jesucristo Liberador (Jesus Christ the Liberator Chapel), the same place where the bodies of the Jesuit martyrs murdered in 1989 rest.
A Legacy That Continues to Guide
Tojeira passed away on September 5 in Guatemala at the age of 78, but his influence endures vibrantly. As rector of UCA from 1997 to 2011, his leadership was defined by the promotion of human rights, a pastoral ministry close to the most vulnerable, and critical thought.
From his role as parish priest in El Carmen, San Salvador, to his publications as a scholar and his media activism, Tojeira was a principled voice who denounced injustice without forsaking dialogue.
“He was an ethical compass in times of turmoil,” a UCA student said during the tribute, while holding a white flower. Young people from various parishes remembered him as a priest who not only preached from the pulpit but walked shoulder to shoulder with the people, unafraid to get his shoes dirty.
Inspiration for New Generations
Beyond institutional recognition, what defined the farewell to Father Tojeira was the profound human impact he left. From administrative staff to social leaders, many agreed that his legacy does not end with his death but multiplies in every individual who resolves to champion dignity and justice.
His burial alongside the martyrs not only honors his memory; it places it at the service of a living, active hope. For as Ignacio Ellacuría, his mentor and friend, said, “One must remove the cross from the path, not glorify it.” And Tojeira did precisely that, every day of his life.
EDH: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/jose-maria-tojeira-entierros-uca/1242147/2025/
Sepelio del padre Tojeira: un acto de memoria, fe y justicia en la UCA
Este jueves, el polideportivo de la UCA se llenó de estudiantes, docentes, sacerdotes y personas de distintas comunidades para despedir al “padre Chema”. La misa de cuerpo presente fue presidida por el arzobispo José Luis Escobar Alas, mientras que el padre Rodolfo Cardenal ofreció una homilía que evocó tanto la firmeza como la cercanía de Tojeira con las causas justas.
“Chema supo poner en práctica el legado de Ellacuría… su palabra era firme, pero siempre acompañada de una sonrisa que incomodaba a los poderosos”, expresó Cardenal ante una multitud visiblemente conmovida.
El sepelio se realizó en la capilla Jesucristo Liberador, el mismo lugar donde reposan los cuerpos de los mártires jesuitas asesinados en 1989. Ahí fue enterrado con su sotana, en un acto sencillo pero profundamente simbólico. Su descanso final no es sólo un homenaje personal, sino también una reafirmación de su compromiso con la justicia y la memoria histórica del país.
El sepelio se realizó en la capilla Jesucristo Liberador, el mismo lugar donde reposan los cuerpos de los mártires jesuitas asesinados en 1989.
Un legado que sigue guiando
Tojeira falleció el 5 de septiembre en Guatemala, a los 78 años, pero su influencia permanece viva. Como rector de la UCA entre 1997 y 2011, su liderazgo estuvo marcado por la promoción de los derechos humanos, el trabajo pastoral cercano a los más vulnerables y un pensamiento crítico.
Desde su rol como párroco en El Carmen, San Salvador, hasta sus publicaciones como académico y su activismo en medios de comunicación, Tojeira fue una voz coherente que denunció la injusticia sin renunciar al diálogo.
“Era una brújula ética en tiempos de confusión”, expresó una estudiante de la UCA durante el homenaje, mientras sostenía una flor blanca. Jóvenes de distintas parroquias lo recordaron como un sacerdote que no solo predicaba desde el púlpito, sino que caminaba junto a la gente, sin miedo a ensuciarse los zapatos.
Inspiración para nuevas generaciones
Más allá del reconocimiento institucional, lo que marcó la despedida del padre Tojeira fue el impacto humano que dejó. Desde trabajadores administrativos hasta líderes sociales, muchos coincidieron en que su legado no termina con su muerte, sino que se multiplica en cada persona que decide comprometerse con la dignidad y la justicia.
Su entierro junto a los mártires no sólo honra su memoria, sino que la pone al servicio de una esperanza activa. Porque como decía Ignacio Ellacuría su mentor y amigo, “hay que quitar la cruz del camino, no glorificarla”. Y Tojeira lo hizo, cada día de su vida.
EDH: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/jose-maria-tojeira-entierros-uca/1242147/2025/