Democratic Lawmakers: The U.S. Cannot Be Complicit in the Collapse of Salvadoran Democracy — Congresistas demócratas: EUA no puede ser cómplice del colapso de la democracia salvadoreña

Sep 12, 2025

Trump Favors the Bad Neighbors Marco Rubio
In a letter to U.S. Secretary of State Marco Rubio, Democratic lawmakers accuse the Trump administration of being an “apologist for the corruption and authoritarianism” threatening the region. — En carta al secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, congresistas demócratas acusan a la administración trump de ser “apologista de la corrupción y el autoritarismo” que amenazan a la región.

Thirteen U.S. lawmakers from the Democratic Party sent a letter to the country’s Secretary of State, Marco Rubio, denouncing the Donald Trump administration’s “vocal support” for Nayib Bukele’s recent coup in El Salvador, following the approval of constitutional reforms that pave the way for his indefinite reelection.

The lawmakers noted that with these actions, the U.S. government is abdicating “its role as a defender of freedom and democracy in the region” and sending a message that it “is willing to negotiate with any dictator willing to strike a deal.”

“Under the Trump administration, the U.S. is willing to play favorites, and any tinpot Latin American despot can buy American backing for a pittance,” the letter states.

The lawmakers’ protest refers to a comment issued by the Department of State in response to an inquiry from The Associated Press regarding the approval of indefinite presidential reelection in El Salvador, endorsed on July 31 by the ruling party’s majority in the Legislative Assembly.

In an August 6 publication, the agency noted that a Department spokesperson said the U.S. government “rejects the comparison of El Salvador’s legislative process, grounded in democracy and constitutionally sound, with illegitimate dictatorial regimes elsewhere in our region.”

Furthermore, on August 12, the Department of State published its annual human rights report, which was criticized by international organizations for its omissions regarding the abuses and human rights violations committed under the state of exception imposed in El Salvador.

In this regard, the letter states that “the State Department’s assessment that Bukele’s power grab is not comparable to that of other authoritarian leaders is simply false, as is its whitewashing of Bukele’s human rights record.”

The lawmakers assert that in recent years, El Salvador’s institutions have been systematically captured by the ruling party and that “there are numerous indications” that his government has, at different times, colluded with organized crime.

“U.S. federal prosecutors have credibly accused Bukele and his advisors of negotiating with Salvadoran gangs long before Bukele became president, offering gang leaders impunity in exchange for the political support that helped build the Nuevas Ideas supermajority,” the letter notes.

Furthermore, the lawmakers charge that the president and his allies have “systematically and aggressively” curtailed civic space—deploying illegal surveillance against journalists—and have implemented a ‘state of exception’ that suspends the basic civil liberties of Salvadorans and concentrates power in the executive branch.

The document criticizes the lack of judicial independence in the country, controlled by “handpicked” judges, as well as the arbitrary detention of human rights defenders such as attorneys Ruth López and Enrique Anaya, and the crackdown on the press, which has driven more than 40 journalists to flee the country for fear of reprisal.

The document calls on the Trump administration to “carefully consider the gravely adverse impact” that supporting the Salvadoran government’s authoritarianism will have on the country’s democracy and on U.S. interests in the Americas.

“We urge the Administration to immediately reaffirm its commitment to prioritizing U.S. national security objectives, which undoubtedly include fostering democratic governance and human rights in El Salvador, rather than serving as an apologist for the corruption and authoritarianism that threaten regional stability,” the text reads.

The letter concludes by stating that the United States must not act as an “apologist for the corruption and authoritarianism that threaten regional stability,” nor can it “afford to be complicit, whether by silence or by omission, in the collapse of Salvadoran democracy.”

The missive is signed by Senators Tim Kaine, Chris Van Hollen, Richard J. Durbin, Bernard Sanders, Peter Welch, and Alex Padilla. It is also signed by Representatives James P. McGovern, Juan Vargas, Jonathan L. Jackson, Darren Soto, and Pramila Jayapal.

LPG: https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Congresistas-democratas-EUA-no-puede–ser-complice–del-colapso-de-la-democracia-salvadorena-20250910-0092.html

Congresistas demócratas: EUA no puede ser cómplice del colapso de la democracia salvadoreña

Trece congresistas estadounidenses del Partido Demócrata enviaron una carta al Secretario de Estado de ese país, Marco Rubio, rechazando el “apoyo vocal” de la administración de Donald Trump al reciente golpe de Estado de Nayib Bukele en El Salvador, tras la aprobación de las reformas constitucionales que abren la puerta a su reelección indefinida.

Los legisladores señalaron que, con estas acciones, el Gobierno norteamericano está abandonando “su papel de defensor de la libertad y la democracia en la región” y enviando un mensaje de que “está dispuesto a negociar con cualquier dictador dispuesto a llegar a un acuerdo”.

“Bajo la administración Trump, EUA está dispuesto a elegir favoritos y cualquier déspota latinoamericano de poca monta puede comprar el respaldo estadounidense por una miseria”, dice la carta.

El reclamo de los congresistas hace referencia a un comentario emitido por el Departamento de Estado en respuesta a una consulta de la agencia The Associated Press, con respecto a la aprobación de la reelección presidencial indefinida en El Salvador, avalada el 31 de julio por la Asamblea de mayoría oficialista.

En una publicación del 6 de agosto, la agencia señaló que un vocero de la institución dijo que el Gobierno de Estados Unidos “rechaza la comparación del proceso legislativo de El Salvador, basado en la democracia y constitucionalmente sólido, con regímenes dictatoriales ilegítimos en otras partes de nuestra región”.

Además, el 12 de agosto, el Departamento de Estado publicó su informe anual de derechos humanos, el cual fue criticado por organismos internacionales por presentar omisiones con respecto a los abusos y violaciones a derechos humanos cometidos bajo el régimen de excepción impuesto en El Salvador.

En ese sentido, la carta indica que “la evaluación del Departamento de Estado de que la toma de poder de Bukele no es comparable a la de otros líderes autoritarios es simplemente falsa, al igual que su encubrimiento del historial de Bukele en materia de derechos humanos”.

Los congresistas afirman que en los últimos años, las instituciones de El Salvador han sido sistemáticamente capturadas por el partido oficialista y que “existen numerosos indicios” de que su gobierno, en diferentes momentos, ha colaborado con el crimen organizado.

“Fiscales federales estadounidenses han acusado con credibilidad a Bukele y a sus asesores de negociar con las pandillas salvadoreñas mucho antes de que Bukele llegara a la presidencia, ofreciendo impunidad a los líderes de las pandillas a cambio de apoyo político que contribuyó a construir la supermayoría de Nuevas Ideas”, apunta el texto de la carta.

Además, los congresistas reclaman que el mandatario y sus aliados han restringido “sistemática y agresivamente el espacio cívico —desplegando vigilancia ilegal contra periodistas— y han implementado un ‘estado de excepción’ que suspende las libertades civiles básicas de los salvadoreños y concentra el poder en el Ejecutivo”.

El documento critica la falta de independencia del Organismo Judicial en el país, controlado por jueces “nombrados a dedo”, así como la detención arbitraria de defensores de derechos humanos como los abogados Ruth López y Enrique Anaya, y la represión contra la prensa, que ha llevado a la salida del país de más de 40 periodistas por temor a represalias.

El documento hace un llamado a la administración de Trump a “considerar detenidamente el impacto gravemente adverso” que el apoyo al autoritarismo del Gobierno salvadoreño tendrá en la democracia del país y los intereses estadounidenses en la región americana.

“Instamos a la Administración a reafirmar de inmediato su compromiso de priorizar los objetivos de seguridad nacional de Estados Unidos, que sin duda incluyen el fomento de la gobernanza democrática y los derechos humanos en El Salvador, en lugar de servir como apologista de la corrupción y el autoritarismo que amenazan la estabilidad regional”, dice el texto.

La carta cierra señalando que Estados Unidos no debe actuar como “apologista de la corrupción y el autoritarismo que amenazan la estabilidad regional” y tampoco puede “permitirse ser cómplice, ya sea por silencio u omisión, del colapso de la democracia salvadoreña”.

La misiva está firmada por los senadores Tim Kaine, Chris Van Hollen, Richard J. Durbin, Bernard Sanders, Peter Welch y Alex Padilla. Además, firman los representantes de cámara James P. Mcgovern, Juan Vargas, Jonathan L. Jackson, Darren Soto y Pramila Jayapal.

LPG: https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Congresistas-democratas-EUA-no-puede–ser-complice–del-colapso-de-la-democracia-salvadorena-20250910-0092.html