The human rights organization Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (Foundation for Studies in the Application of Law, Fespad) announced on Thursday it is shutting down its operations in El Salvador after nearly 37 years, due to the “legal insecurity” and unsustainability generated by the Foreign Agents Law (LAEX).
“This regulation is an obstacle to any form of social oversight of public administration or to the promotion and defense of human rights. Under this framework, such activities either become impossible or are reduced to their bare minimum, calling into question the very raison d’être of the organizations devoted to them,” the organization said in a statement.
“Faced with that reality, as Fespad we have made a painful but consistent decision: to dissolve our legal status as a foundation and formally close our operations as such,” it added.
The End of Fespad’s Decades of Work in El Salvador
Fespad is the second organization to publicly announce the closure of its operations in El Salvador due to the aforementioned law in the context of human rights defense in the country; previously, Cristosal did so, also denouncing an “escalating repression” against human rights defenders.
According to Fespad, the LAEX “creates legal insecurity through the potential imposition—on individuals or organizations—of an ambiguous and discretionary regime of prohibitions, with possible confiscatory fines of up to $250,000 and even criminal liabilities.”
It added that the law “renders financially unsustainable any institution that is not exempted from paying the 30 percent tax” on funds received from international cooperation, in addition to “preventing each organization from freely fulfilling the purpose and institutional mission it has set for itself in favor of human rights.”
In El Salvador, Fespad is recognized for its work on human rights, its support for the families of the disappeared, analyses of political developments, legal reforms, and its constant calls for cross-sector dialogue on a range of issues.
A Challenging Climate for Human Rights
At the end of last July, the United Nations (UN) Special Rapporteur on the situation of human rights defenders, Mary Lawlor, stated that the climate for human rights defense in El Salvador has “deteriorated.”
“Under the endless state of exception and with the recently approved Foreign Agents Law, the climate for the defense and promotion of human rights in the country has deteriorated significantly. I urge the authorities to change course,” Lawlor posted on X, where she tagged the official account of El Salvador’s Foreign Ministry.
In this context, humanitarian organizations have reported to international bodies that some 130 activists and journalists have had to flee the country to ensure their safety. Of these, 80 have left in the last three months: 33 human rights defenders and 47 journalists.
The detentions of several figures have also been recorded: community leader and evangelical pastor José Ángel Pérez; environmental lawyer Alejandro Henríquez; anti-corruption lawyer Ruth López; constitutional lawyer and critic of the Nayib Bukele administration, Enrique Anaya; and Fidel Zavala, a spokesperson for an organization.
La organización Fespad cierra sus operaciones en El Salvador por la «inseguridad jurídica»
La organización de derechos humanos Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (Fespad) anunció este jueves su cierre de operaciones en El Salvador tras casi 37 años de existencia, a raíz de la «inseguridad jurídica» e insostenibilidad que genera la Ley de Agentes Extranjeros (LAEX).
«Dicha normativa constituye un obstáculo para el desarrollo de cualquier tipo de actividad de contraloría social a la gestión pública o para la promoción y defensa de los derechos humanos. Bajo esa normativa esas actividades bien se vuelven imposibles o se ven reducidas a su mínima expresión, quedando en tela de juicio la razón de ser de las organizaciones que se dedican a ello», indicó en un comunicado.
«Ante esa realidad, como FESPAD hemos tomado una decisión dolorosa pero coherente: disolver nuestro carácter de fundación y cerrar legalmente operaciones como tal», sostuvo la organización.
El fin de años de trabajo de Fespad en El Salvador
Fespad es la segunda organización que anuncia públicamente el cierre de sus operaciones en El Salvador a raíz de la referida ley en el contexto de la defensa de derechos humanos en el país; anteriormente lo hizo Cristosal, que también denunció una «escalada represiva» contra los defensores de derechos humanos.
De acuerdo con Fespad, la LAEX «genera inseguridad jurídica ante la posibilidad de aplicar -a personas u organizaciones- un régimen de prohibiciones ambiguo y de manera discrecional, con posibles multas confiscatorias de hasta 250 mil dólares e incluso responsabilidades penales».
Indicó que «vuelve insostenible financieramente a cualquier institución que no sea excluida del pago del impuesto del 30 %» de los recursos que reciba de la cooperación internacional, además de «impedir cumplir libremente con la finalidad y misión institucional que cada organización se plantee en favor de los derechos humanos».
A Fespad se le reconoce en El Salvador por su trabajo en materia de derechos humanos, apoyo a familiares de personas desaparecidas, investigaciones sobre la violencia, análisis de coyunturas y reformas legales, además de llamados constantes al diálogo intersectorial en diversas materias.
Un clima complejo para los derechos humanos
A finales de julio pasado, la relatora especial de Defensores de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU), Mary Lawlor, señaló que el clima para la defensa de los derechos en El Salvador está «deteriorado».
«Bajo el interminable estado de excepción y con la recientemente aprobada Ley de Agentes Extranjeros, el clima para la defensa y promoción de los derechos humanos en el país se ha deteriorado significativamente. Insto a las autoridades a que cambien de rumbo», publicó Lawlor en X, donde etiquetó a la cuenta oficial de la Cancillería salvadoreña.
En este contexto, las organizaciones humanitarias han denunciado ante instancias internacionales que unos 130 activistas y periodistas han tenido que salir del país para resguardar su integridad, de las que 80 personas ha salido en los últimos tres meses: 33 personas defensoras de derechos humanos y 47 periodistas.
También se ha registrado la detención del líder comunitario y pastor evangélico José Ángel Pérez, el abogado ambientalista Alejandro Henríquez, la abogada anticorrupción Ruth López, y el abogado constitucionalista y crítico del Gobierno de Nayib Bukele, Enrique Anaya, también de portavoz de una organización, Fidel Zavala.