On August 30, President Nayib Bukele and members of his cabinet announced on their social media platforms that the country had reached 1,000 days without reporting a single homicide, from June 1, 2019, through the end of last month.
However, criminologist Carlos Carcach challenged these statistics during a television interview.
The specialist stated that, while homicides have indeed declined in recent years, the country operates under a veil of opacity regarding the official statistics presented by the Bukele administration.
Carcach noted that during violent periods, when gangs exerted control over territory, homicides attributed to these structures accounted for 50% of those reported by authorities, with the other half resulting from other types of violence.
“It was commonly said that approximately 50 percent of the homicides in El Salvador were attributable to gangs. With the incarceration of such large numbers of members, these structures’ capacity to produce violence is reduced, and one would have expected homicide figures to fall by about half,” he said.
The specialist noted that another decisive factor in this reduction is the deterrent effect of government measures, such as the state of exception. He added, however, that the baseline homicide figure in previous years—excluding gang violence—was always around six per day.
“Anything under six already raises doubts about how incidents are being recorded; anything over six—as I said many times back then—could partly be random variation but could be attributed to the gangs,” he stated.
Carcach further stressed that even during spikes of extreme violence, there was always a share of deaths caused by injuries in attempted robberies or by domestic violence.
“We are likely seeing two or three per day, which is indisputable. But to go from that to such a large number of homicide-free days, I do not believe that is sustainable; one would need to see the underlying basis for that calculation,” he said.
Public Security authorities do not include in their statistics the discovery of skeletal remains in clandestine graves, nor the number of alleged gang members killed in confrontations with security forces. Violent deaths occurring inside prisons are also not recorded.
September Began with Two Homicides
A 45-year-old man and a 29-year-old nurse were murdered on September 1, as confirmed by the National Civil Police (PNC) on its X account.
In the first case, the victim was killed by “blunt-force trauma to the head and face.” The post added that the events occurred while he was drinking with other people.
However, the PNC post did not disclose the victim’s identity and said that the police’s investigative and intelligence units are working to find the perpetrator.
In the second case, the police confirmed the discovery of the body of a 29-year-old nurse inside her home, noting that her death was preceded by an act of violence.
The PNC stated that the victim’s ex-partner, identified as 27-year-old Víctor Ernesto D. G., was arrested as a suspect. The victim had ended her relationship with him just five days prior.
Criminólogo cuestiona manejo de datos sobre 1,000 días sin homicidios
El pasado 30 de agosto, el presidente Nayib Bukele y miembros de su gabinete anunciaron en sus redes sociales que el país alcanzó mil días sin reportar ningún homicidio, desde el 1 de junio de 2019 hasta finales del mes pasado.
Sin embargo, esas estadísticas fueron cuestionadas por el experto en criminología, Carlos Carcach, durante una entrevista en un canal televisivo.
El especialista aseguró, que si bien es cierto los homicidios han disminuido en los últimos años, mencionó que el país vive en un ambiente de opacidad en las estadísticas oficiales presentadas por el Gobierno de Bukele.
Carcach analizó que en periodos violentos, en los que las pandillas mantenían un control en los territorios, la cifra de homicidios atribuidos a estas estructuras era el 50% de las reportadas por las autoridades y que el otro porcentaje eran por otro tipo de violencia.
“Se decía que aproximadamente el 50% de los homicidios que ocurrían en El Salvador eran atribuibles a las pandillas, digamos que con el encarcelamiento de estos grandes números de miembros se disminuye la capacidad de las estructuras estas para producir violencia y uno habría esperado una reducción al 50% de las cifras de homicidios que veníamos llevando”, mencionó.
El especialista apuntó que otro factor que ha sido determinante en la reducción de estos hechos es el efecto disuasivo de las medidas tomadas por el Gobierno, como el régimen de excepción, pero que a pesar de eso la cifra que siempre se manejó en años anteriores de homicidios andaba alrededor de los seis diarios, sin contar la violencia de pandillas.
“Cualquier cosa que baje de seis ya lo hace dudar a uno de cómo se puedan estar registrando los incidentes, cualquier cosa que subiera de seis yo lo dije muchas veces en aquel tiempo, una parte podía ser una variación de tipo aleatorio pero se podría atribuir a las pandillas”, aseguró.
Además, Carcach recalcó que aún en los brotes de violencia extrema que hubo en el país, siempre existía un porcentaje de muertes a causa de lesiones por un intento de robo o por violencia intrafamiliar.
“Probablemente estemos con dos o tres por día, y eso es indudable, ahora de eso a que lleguemos a tener un número tan grande de días sin homicidios creo yo que no es sostenible, habría que ver la base de cálculo para eso”, mencionó.
Las autoridades de Seguridad Pública no incluyen en sus estadísticas los hallazgos de osamentas en fosas clandestinas, ni la cifra de supuestos pandilleros fallecidos en enfrentamientos con agentes de seguridad. Tampoco son registradas las muertes violentas ocurridas al interior de centros penales.
Septiembre inició con dos homicidios
Un hombre de 45 años y una enfermera de 29 años fueron asesinados el pasado 1 de septiembre, según confirmó en su cuenta de X la Policía Nacional Civil (PNC).
En el primer hecho, la víctima fue asesinada “con objeto contundente en cabeza y rostro”. Además, mencionan que los hechos ocurrieron mientras departía bebidas alcohólicas con otras personas.
Sin embargo, en la publicación de la PNC en redes sociales no detallaron la identidad de la víctima y mencionaron que la policías de Investigaciones e Inteligencia trabajan para encontrar al responsable del hecho.
En el segundo caso, la institución policial confirmó el hallazgo del cuerpo sin vida de una joven enfermera de 29 años en el interior de su vivienda y que este fue precedido de un hecho de violencia.
La PNC aseguró que la expareja de la víctima fue detenido en calidad de sospechoso y lo identificaron como Víctor Ernesto D. G., de 27 años, con quien la víctima había terminado una relación solo cinco días atrás.