The Centers for Disease Control and Prevention (CDC) has confirmed the first human case of the New World screwworm (Cochliomyia hominivorax) in the United States. The patient, a resident of Maryland, had recently returned from a trip to El Salvador, the health agency announced on Monday.
The case was identified on August 4, 2025, by the CDC and the Maryland Department of Health via a telemedicine consultation, though it was not disclosed until now. According to authorities, the patient received immediate medical care and is currently under clinical monitoring.
The screwworm is the larval stage of a fly that invades open wounds in warm-blooded animals and feeds on living tissue, burrowing into flesh in a screw-like spiral. Although human infestation is uncommon, it can be fatal if not treated promptly. Treatment consists of manually removing the larvae and disinfecting the wound.
El Salvador reported its first screwworm case in December 2024—the first since May 31, 1994, when the parasite was last detected.
Historically, the parasite has primarily affected cattle, and it was eradicated in the United States in 1966 through a mass-release program of sterile flies. However, the U.S. Department of Agriculture (USDA) warned on August 20 that the pest is advancing from Central America toward northern Mexico, following confirmation of its presence in countries such as Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala, Belize, El Salvador, and Mexico.
The USDA estimated in 2024 that a screwworm outbreak in Texas—the nation’s largest cattle-producing state—could affect 7.2 million head of cattle, with direct losses exceeding $730 million and a total economic impact of $1.8 billion.
In response to the risk, the United States has restricted imports of Mexican feeder and slaughter cattle since November 2024, a measure that affects trade of more than one million head per year, according to USDA data and studies from Oklahoma State University.
Despite the confirmation of this first human case, the CDC assured that “the risk to public health in the United States is very low.”
Nevertheless, authorities stress that epidemiological surveillance and biosecurity measures are crucial to prevent the parasite’s spread in both humans and the livestock industry.
El primer caso de gusano barrenador en humanos en EEUU llegó desde El Salvador
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) confirmó el primer caso humano del gusano barrenador del Nuevo Mundo (Cochliomyia hominivorax) en Estados Unidos. El paciente, residente de Maryland, había regresado recientemente de un viaje a El Salvador, informó la agencia sanitaria este lunes.
El caso fue detectado el 4 de agosto de 2025 por el CDC y el Departamento de Salud de Maryland a través de un telediagnóstico, aunque no se había hecho público hasta ahora. Según las autoridades, el afectado recibió atención médica inmediata y actualmente se encuentra bajo control clínico.
El gusano barrenador es una larva de mosca que invade heridas abiertas en animales de sangre caliente y se alimenta de tejido vivo, perforando la carne en forma de tornillo. Aunque la infestación en humanos es poco común, puede resultar mortal si no se trata a tiempo. El tratamiento consiste en retirar manualmente las larvas y desinfectar la herida.
El Salvador reportó el primer caso de gusano barrenador en diciembre de 2024. Se trató del primer caso desde el 31 de mayo de 1994, cuando se había detectado la última aparición.
Históricamente, el parásito ha afectado sobre todo al ganado bovino, y en Estados Unidos fue erradicado en 1966 mediante un programa de liberación masiva de moscas estériles. Sin embargo, el Departamento de Agricultura (USDA)advirtió el pasado 20 de agosto que la plaga avanza desde Centroamérica hacia el norte de México, tras confirmarse su presencia en países como Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala, Belice, El Salvador y México.
El USDA estimó en 2024 que un brote del gusano barrenador en Texas —el mayor estado productor de ganado bovino— podría afectar a 7.2 millones de reses, con pérdidas directas de más de $730 millones y un impacto económico total de $1,800 millones.
Ante el riesgo, Estados Unidos mantiene restringida desde noviembre de 2024 la importación de ganado mexicano para engorde y sacrificio, una medida que afecta un comercio superior a un millón de reses al año, según datos del USDA y estudios de la Universidad Estatal de Oklahoma.
A pesar de la confirmación del primer caso humano, el CDC aseguró que “el riesgo para la salud pública en Estados Unidos es muy bajo”.
No obstante, las autoridades subrayan que la vigilancia epidemiológica y las medidas de bioseguridad son claves para evitar la propagación del parásito tanto en humanos como en el sector pecuario.