The Latin American Studies Association (LASA) condemns in the strongest terms the constitutional reforms approved by the Legislative Assembly of El Salvador on July 31, 2025. These reforms eliminate limits on presidential reelection, extend the presidential term, and alter the country’s electoral calendar, constituting a direct threat to democracy, the rule of law, and fundamental freedoms, including academic freedom.
With 57 votes from the ruling Nuevas Ideas party and its allies, the assembly approved indefinite presidential reelection, the extension of the presidential term from five to six years, the elimination of runoff elections, and the advancement of presidential elections to 2027, aligning them with legislative and municipal contests. A prior amendment to Article 248 of the Constitution enabled these changes to pass in a single legislative session, circumventing the constitutional tradition of dual ratification and undermining democratic checks and balances.
These modifications blatantly favor the consolidation of power in the hands of Nayib Bukele, shattering the core principles of constitutional democracy: separation of powers, alternation in power, and safeguards for a fair electoral process. They were adopted without public debate or citizen consultation, in a context where the ruling party exerts near-absolute control over the legislative, judicial, and electoral branches. These actions form part of a systematic pattern of institutional erosion that began in 2021, encompassing the unconstitutional dismissal of judges, an indefinite state of exception marked by mass arbitrary detentions, the persecution of opponents, journalists, and human rights defenders, and the weakening of oversight institutions.
Academic freedom faces mounting threats as well. The University of El Salvador contends with budgetary and legislative pressures that jeopardize its autonomy, including delayed state funding transfers and unconsulted reform proposals that curtail the public university’s ability to sustain critical and unfettered education.
Indefinite presidential reelection, as the Inter-American Court of Human Rights has warned, represents a structural risk to democracy. By treading the path of authoritarian regimes in the region, El Salvador sets a troubling precedent for Latin America, where prolonged power concentration erodes pluralistic debate, transparency, and fosters nepotism and corruption.
To believe that a single individual can hold a nation’s destiny in their grasp is not only naive but profoundly perilous. History and political philosophy demonstrate that profound transformations arise not from an isolated figure but from collective commitment, institutional balance, and an engaged citizenry. To assert that only one person is fit to govern is to deny the equality of moral and civic capacities shared by all human beings. Thriving communities are those that place their trust not in unquestioned leadership but in their people, that value diversity of thought, and that collaborate to forge a future that is more just, equitable, and dignified for all.
In light of this situation, LASA issues an urgent call to:
- Salvadoran authorities, to restore constitutional order, respect alternation in power, and uphold democratic principles and fundamental freedoms, including academic freedom.
- International organizations, such as the Organization of American States (OAS) and the United Nations (UN), to closely monitor the situation, denounce democratic backsliding, and adopt diplomatic actions that foster a return to institutional integrity.
- The global academic community and civil society, to stand in solidarity with activists, journalists, victims of arbitrary detentions, and academics who pursue their critical work amid escalating state harassment.
- Higher education institutions and global academic networks, to speak out publicly against these reforms and support efforts to safeguard university autonomy and freedom of thought in El Salvador.
- The region’s democratic states, to bring political and diplomatic pressure to bear in order to prevent indefinite reelection from becoming entrenched as an acceptable practice and from spreading throughout Latin America.
- International electoral observation mechanisms and human rights organizations, to establish permanent monitoring missions in El Salvador, ensuring free, fair, and transparent elections, as well as respect for the political rights of all citizens, free from intimidation or reprisals.
LASA reiterates its commitment to the defense of democracy, human rights, freedom of thought, and university autonomy in Latin America, and expresses its solidarity with the Salvadoran people, who deserve to live in a democratic and just state that upholds human dignity.
August 2025
Latin American Studies Association: https://lasaweb.org/es/news/reeleccion-el-salvador-bukele/
Declaración pública de condena ante la eliminación de los límites a la reelección presidencial en El Salvador
La Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA) condena enérgicamente las reformas constitucionales aprobadas por la Asamblea Legislativa de El Salvador el 31 de julio de 2025. Estas reformas eliminan los límites a la reelección presidencial, amplían la duración del mandato y modifican el calendario electoral del país, constituyendo una amenaza directa a la democracia, al Estado de derecho y a las libertades fundamentales, incluida la libertad académica.
Con 57 votos del partido oficialista Nuevas Ideas y sus aliados, se aprobó la reelección presidencial indefinida, la extensión del mandato de cinco a seis años, la eliminación de la segunda vuelta electoral y el adelantamiento de las elecciones presidenciales al 2027, coincidiendo con los comicios legislativos y municipales. Una reforma previa al artículo 248 de la Constitución permitió que estos cambios se aprobaran en una sola legislatura, vulnerando la tradición constitucional de doble ratificación y debilitando los mecanismos de control democrático.
Estas modificaciones favorecen abiertamente la concentración de poder en manos de Nayib Bukele, rompiendo los principios esenciales de una democracia constitucional: separación de poderes, alternancia política y garantías de un proceso electoral justo. Fueron adoptadas sin debate público ni consulta ciudadana, en un contexto donde el oficialismo ejerce control casi absoluto sobre los poderes Legislativo, Judicial y Electoral. Se inscriben en un patrón sistemático de erosión institucional iniciado en 2021, que incluye la destitución inconstitucional de jueces, un régimen de excepción indefinido con detenciones masivas arbitrarias, la persecución de opositores, periodistas y defensores de derechos humanos, y el debilitamiento de las instituciones de control.
La libertad académica también se ve amenazada. La Universidad de El Salvador enfrenta presiones presupuestarias y legislativas que ponen en riesgo su autonomía, con transferencias estatales retrasadas y propuestas de reforma sin consulta que limitan la capacidad de la universidad pública para sostener una educación crítica y libre.
La reelección presidencial indefinida, como ha advertido la Corte Interamericana de Derechos Humanos, constituye un riesgo estructural para la democracia. Al seguir la senda de regímenes autoritarios en la región, El Salvador sienta un precedente preocupante para América Latina, donde la concentración prolongada del poder socava el debate plural, la transparencia y fomenta el nepotismo y la corrupción.
Por lo tanto, pensar que una sola persona puede concentrar el destino de una nación en sus manos no solo es ingenuo, sino profundamente peligroso. La historia y la filosofía política enseñan que los grandes cambios no dependen de un individuo aislado, sino del compromiso colectivo, del equilibrio institucional y de una ciudadanía activa. Sostener que sólo uno es apto para gobernar equivale a negar la igualdad de capacidades morales y cívicas que compartimos todos los seres humanos. Las comunidades que prosperan no son aquellas que depositan su fe en un liderazgo incuestionable, sino las que confían en su gente, valoran la diversidad de pensamiento y trabajan juntas para construir un futuro más justo, equitativo y digno para todos.
Ante esta situación, LASA hace un llamado urgente a:
- Las autoridades salvadoreñas, a restablecer el orden constitucional, respetar la alternancia en el poder y garantizar los principios democráticos y las libertades fundamentales, incluida la libertad académica.
- Los organismos internacionales, como la OEA y la ONU, a monitorear de cerca la situación, denunciar los retrocesos democráticos y adoptar acciones diplomáticas que favorezcan el retorno a la institucionalidad.
- La comunidad académica y la sociedad civil internacional, a solidarizarse con activistas, periodistas, víctimas de detenciones arbitrarias y miembros de la academia que ejercen su labor crítica bajo creciente hostigamiento estatal.
- Las instituciones de educación superior y redes académicas globales, a pronunciarse públicamente contra estas reformas y respaldar los esfuerzos por salvaguardar la autonomía universitaria y la libertad de pensamiento en El Salvador.
- Los Estados democráticos de la región, a ejercer presión política y diplomática para evitar que la reelección indefinida se consolide como una práctica aceptable y se propague en América Latina.
- A los mecanismos internacionales de observación electoral y a las organizaciones de derechos humanos, a establecer misiones permanentes de monitoreo en El Salvador, garantizando elecciones libres, justas y transparentes, así como el respeto a los derechos políticos de toda la ciudadanía, sin intimidación ni represalias.
LASA reitera su compromiso con la defensa de la democracia, los derechos humanos, la libertad de pensamiento y la autonomía universitaria en América Latina, y expresa su solidaridad con el pueblo salvadoreño, que merece vivir en un Estado democrático, justo y respetuoso de la dignidad humana.
Agosto 2025
Latin American Studies Association: https://lasaweb.org/es/news/reeleccion-el-salvador-bukele/