Reports of extortion offenses climbed 13 percent between January 1 and July 27, 2025, relative to the same span in 2024, as evidenced by a series of statistics released by the Ministry of Justice and Public Security (MJSP) on July 29. These figures encompass the ten principal crimes tracked by national authorities.
The data were unveiled at the National Congress Against Human Trafficking and Migrant Smuggling, held in El Salvador during the final week of July. Participants included various justice sector operators, such as judges, magistrates, police officers, international organizations, mayors, and other stakeholders in the field.
It was Security Minister Gustavo Villatoro who, during his address titled “Disruption in Times of Crisis,” presented the figures for the ten crimes labeled as “high-incidence,” which generate the most reports nationwide. These include theft, injuries, rape, extortion, vehicle theft, robbery, aggravated theft, homicide, aggravated robbery, and vehicle robbery.
It bears noting that these statistics have not been publicly accessible since 2022, when they were placed under seal for seven years amid the state of exception. The Law on Access to Public Information (LAIP), in its Article 10, numeral 23, stipulates that this type of information is obligatory in nature, meaning it should be readily available to the entire population on official websites—a requirement that remains unmet.
As illustrated in the bar graph accompanying this report, among the ten crimes monitored and disclosed by Minister Villatoro, extortion stands alone in registering an uptick in 2025 relative to the first half of 2024.
Reports of this crime numbered 273 between January and July of last year, compared to 309 for the same period this year.
Homicides continue their downward trajectory, dropping from 72 in 2024 to 44 in 2025. However, these tallies exclude deaths reported by human rights organizations within the country’s prisons (also under the state of exception), as well as discoveries of skeletal remains and cases of alleged gang members killed in clashes with police.
It is worth emphasizing that disappearances do not appear among the crimes quantified by authorities, despite multiple alerts of missing persons issued in 2025.
On June 25 of this year, the executive branch reported that El Salvador had recorded 9,465 missing persons in recent years, with 2,548 cases occurring solely during its administration since 2019—accounting for 27 percent of the total.
Morazán Shows a Spike in Crime
Another striking detail in the statistics is that, nationwide in 2025 to date, authorities have logged 3,371 reports of these high-incidence crimes, and Morazán stands as the only department in the country with a 24 percent increase, rising from 104 to 129 reported offenses. The remainder can be viewed in the map accompanying this report.
Unofficial sources indicate this stems from a surge in criminal acts in the district of San Francisco Gotera, within the Morazán Sur municipality. Efforts to obtain further details from both the Ministry of Justice and Public Security and the National Civil Police (PNC) yielded no response.
San Salvador Norte and San Miguel Norte are two other municipalities where statistics show slight increases in crime reports.
In his July 29 presentation, Minister Gustavo Villatoro asserted that Salvadoran authorities have succeeded in “neutralizing the greatest enemy our society faced—the gang members, who were also the primary perpetrators of trafficking crimes against our children, women, and elderly,” according to statements compiled by the state-run Diario El Salvador, the sole media outlet invited to the event.
Silence from Experts
As in previous years when accessing crime statistics in El Salvador, LA PRENSA GRÁFICA sought insights from independent specialists to interpret the data and analyze the government’s security policies. This time, however, those consulted opted to withhold opinions out of fear of government reprisals.
Many of them are among at least 80 human rights defenders and civil society spokespersons who have fled El Salvador since May 2025 due to the persecution and attacks they endured, leading them to confess a preference for maintaining a “low profile” regarding their views for now.
Attorney Henri Fino addressed this harassment of defenders and the prevailing fear of offering critical opinions against the government in an August 1 interview with Radio YSUCA.
“I believe that respect for human rights will grow increasingly eroded and suppressed each day. And what happens then? There will be fewer human rights defenders, due to the fear, due to the repression. There are already fewer now,” he declared.
One expert who agreed to comment on condition of anonymity, driven by this same fear, pointed out a contradiction between the declining crime figures and the government’s need to sustain a repressive measure like the state of exception, given that the situation appears under control.
In January of this year, experts also questioned the lack of consistency in official figures, as police statistics often fail to align with those from the Attorney General’s Office.
Extorsión es el único delito que aumentó entre 2024 y 2025 en El Salvador, según datos oficiales
Las denuncias por delito de extorsión crecieron un 13 % entre el 1 de enero y el 27 de julio de 2025, respecto al mismo período del año 2024, según se puede comprobar en un serie de estadísticas compartidas por el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública (MJSP) el 29 de julio y que contemplan los diez principales delitos monitoreados por las autoridades a nivel nacional.
Los datos fueron presentados en el Congreso Nacional Contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes que se realizó la última semana de julio en El Salvador y donde participaron diversos operadores del sector justicia, entre jueces, magistrados, policías, organismos internacionales, alcaldes y otros sectores relacionados al tema.
Fue el ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, quien durante su disertación titulada “Disrupción en tiempos de crisis” reflejó las cifras de los diez delitos denominados “de incidencia”, que son los diez que mayores denuncias reportan a nivel nacional. Estos son: hurto, lesiones, violación, extorsión, hurto de vehículos, robo, hurto agravado, homicidio, robo agravadoy robo de vehículos.
Cabe destacar que estas estadísticas no son públicas desde el año 2022, cuando en el marco del régimen de excepción se decretaron bajo reserva por siete años. La Ley de Acceso a la Información Pública (LAIP), en su artículo 10 numeral 23, establece que este tipo de información es de carácter oficioso, es decir, que debería estar disponible para toda la población en los sitios web oficiales, lo cual no se cumple.
Como se puede apreciar en el gráfico de barras que acompaña esta nota, de los diez delitos monitoreados y expuestos por el ministro Villatoro, es la extorsión el único que reporta un aumento en este 2025, en relación al primer semestre de 2024.
Las denuncias por este delito entre enero y julio del año pasado fueron 273, mientras que para el mismo período de este año son de 309.
Los homicidios se mantienen en una tendencia a la baja, pasando de 72 en 2024 a 44 en 2025. Sin embargo, estas cifras no incluyen las muertes que organizaciones defensoras de derechos humanos reportan dentro de las cárceles del país (también en el marco del régimen de excepción), tampoco el hallazgo de osamentas ni los casos de presuntos pandilleros fallecidos en enfrentamientos con policías.
Cabe deastacar que entre los delitos cuantificados por las autoridades no aparece el de desapariciones, pese a que durante 2025 se han reportado varias alertas de personas desaparecidas.
El 25 de junio de este año el Ejecutivo reportó que en los últimos años en El Salvador se contabilizaron 9,465 personas desaparecidas y que solo durante su gestión, desde 2019, se contabilizan 2,548 casos, el 27 % del total.
Morazán tiene un alza delictiva
Otro dato llamativo en las estadísticas es que a nivel nacional, en lo que va de 2025, las autoridades han recibido 3,371 denuncias de estos delitos de mayor incidencia y Morazán es el único departamento del país donde hay un alza del 24 %, pasando de 104 a 129 delitos reportados. El resto se puede consultar en el mapa que acompaña esta nota.
Extraoficialmente se conoció que esto se debe a un alza de hechos delictivos en el distrito de San Francisco Gotera, municipio de Morazán Sur. Se intentó obtener más detalles sobre esto tanto con el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública como con la Policía Nacional Civil (PNC), pero no hubo respuesta.
San Salvador Norte y San Miguel Norte son otros dos municipios donde las estadísticas reportan leves alzas en las denuncias por hechos delictivos.
En su ponencia del 29 de julio el ministro Gustavo Villatoro dijo que las autoridades salvadoreñas han logrado “neutralizar al enemigo más grande que teníamos como sociedad, que eran los pandilleros y que, además, eran los que mayores crímenes de trata cometían en contra de nuestros niños, niñas, mujeres y tercera edad”, según declaraciones recopiladas por el oficialista Diario El Salvador, único medio invitado al evento.
Silencio de especialistas
Como se ha hecho en años anteriores al tener acceso a las estadísticas de hechos delictivos en El Salvador, LA PRENSA GRÁFICA intentó conocer la opinión de especialistas independientes en la materia para poder traducir los datos e interpretar la política de seguridad gubernamental. Pero en esta ocasión los consultados prefirieron no omitir opiniones por temor a represalias gubernamentales.
Muchos de ellos además forman parte de un grupo de al menos 80 defensores de derechos humanos y voceros de organizaciones de sociedad civil que han salido de El Salvador desde mayo de 2025 debido a la persecución y los ataques que sufrían, por lo que por ahora confiesan que prefieren mantener “un perfil bajo” en relación a sus opiniones.
El abogado Henri Fino se refirió a este acoso a los defensores y el temor que actualmente hay de brindar opiniones críticas contra el gobierno, en una entrevista de Radio YSUCA el 1 de agosto.
Creo que el respeto de los derechos humanos cada día va a estar más deteriorado, más reprimido. ¿Y qué es lo que pasa? Que habremos menos defensores de derechos humanos, por el miedo, por la represión. Ya ahora hay menos”, declaró.
Un experto que aceptó opinar en condición de anonimato por este mismo temor destacó que hay una contradicción entre las cifras delictivas a la baja y la necesidad gubernamental de mantener una medida represiva como el régimen de excepción, tomando en cuenta que aparentemente la situación está bajo control.
En enero de este año expertos también cuestionaron la falta de homologación en las cifras oficiales, pues en muchas ocasiones las estadísticas de la PNC no coinciden con los datos de Fiscalía.