A coalition of civil society organizations has submitted fresh evidence documenting abuses inflicted on migrants sent by the United States to the Confinement Center (CECOT) and urged the Inter-American Commission on Human Rights (IACHR) to press forward with an investigation into the human rights violations perpetrated against these individuals.
According to the coalition, the new evidence is a direct response to the Salvadoran state’s July 22 request for the IACHR to drop the case on the grounds that the Venezuelan migrants sent by the United States have already been released.
“We urge the Commission to stand resolute in its duty to safeguard those silenced by their own government. The Commission bears the obligation to protect those with no other avenues for recourse,” declared Isabel Carlota Roby, an attorney with RFK Human Rights.
“Urgent measures are essential to locate those who remain missing and to prevent this practice of illegal transfers from becoming a blueprint for future abuses,” added Felipe Navarro, Associate Director of Policy and Advocacy at the Centro de Estudios de Género y Refugiados (Center for Gender and Refugee Studies, CGRS).
The petition was originally filed in early May of this year on behalf of 288 migrants who were then held at CECOT. The coalition asserts that the new evidence “includes reports of beatings, verbal abuse, and mistreatment amounting to torture or cruel, inhuman, or degrading treatment.”
They further note that although the Venezuelans have been released, at least two Salvadorans were also sent to CECOT on false allegations of membership in Mara Salvatrucha (MS-13). Their families have heard nothing from them since mid-March, when they were transferred from the United States to the Salvadoran mega-prison.
“El Salvador is not only unlawfully detaining its own citizens; it is helping the United States cover up its violations. The aim is to set a precedent for accountability,” added Bella Mosselmans of the Consejo Global de Litigios Estratégicos (Global Strategic Litigation Council), another member of the coalition.
Coalición presentó nueva evidencia de abusos hacia migrantes en el CECOT
Una coalición de organizaciones de sociedad civil presentó nueva evidencia recopilada sobre los abusos cometidos hacia migrantes enviados por Estados Unidos al Centro de Confinamiento para el Terrorismo (CECOT) y pidió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que siga con una investigación sobre las vulneraciones cometidas hacia los derechos humanos de estas personas.
La presentación de nueva evidencia responde a una solicitud que, según la coalición, presentó el Estado salvadoreño el pasado 22 de julio para que la CIDH desestime el caso al considerar que los migrantes venezolanos enviados por Estados Unidos ya fueron liberados.
“Solicitamos a la Comisión que se mantenga firme en su deber de proteger a quienes permanecen silenciados por su propio gobierno. La Comisión tiene el deber de proteger a quienes no tienen otras vías de protección”, declaró Isabel Carlota Roby, abogada de la organización RFK Human Rights.
“Se necesitan medidas urgentes para encontrar a quienes siguen desaparecidos y evitar que esta práctica de traslado ilegal se convierta en un modelo para futuros abusos”, agregó Felipe Navarro, Director Asociado de Políticas e Incidencia Política del Centro de Estudios de Género y Refugiados (CGRS).
La petición fue presentada originalmente a inicios de mayo de este año en nombre de 288 migrantes que permanecían en ese entonces en el CECOT. La coalición sostiene que las nuevas pruebas “incluyen denuncias de palizas, abusos verbales y malos tratos que constituyen tortura o tratos crueles, inhumanos o degradantes”.
Y agregan que aunque los venezolanos ya fueron liberados, hay al menos dos salvadoreños que también fueron enviados al CECOT por ser presuntos miembros de la MS-13, lo cual es falso. Su familia no sabe nada de ellos desde mediados de marzo, cuando fueron enviados desde Estados Unidos a la megacárcel salvadoreña.
“El Salvador no solo está deteniendo ilegalmente a sus propios ciudadanos; está ayudando a encubrir las violaciones de Estados Unidos. Se trata de sentar un precedente para la rendición de cuentas”, añadió Bella Mosselmans, del Consejo Global de Litigios Estratégicos, organización que también es parte de la coalición.