El Salvador relies heavily on foreign markets for its food supply, and many of the products consumed in the country arrive from Central America, the United States, and nations like Brazil, Chile, Peru, or Argentina. Even some items, such as spices and garlic, come from Asia.
This dependence is not limited to foreign or exotic fare; it also encompasses staples of the Salvadoran daily diet. Despite being regarded as an agricultural nation, a large share of the beans and corn that reach Salvadoran tables is imported, as are more than 93% of fruits and vegetables and 70% of cheese, according to producer associations and import data from the Central Reserve Bank (BCR).
Wheat, rice, eggs, chicken, and even much of the pasta, beef, and pork consumed in the country travel hundreds or even thousands of kilometers before feeding Salvadorans. Some products pass only through land customs posts—fruits and vegetables, for example, which arrive chiefly from Guatemala—whereas others cross several ports before reaching the country.
According to BCR data, between January and June 2025, the country imported $394 million in plant-based products. Of this total, $184.7 million was for purchases of wheat or meslin (a wheat-rye blend), $82 million for fresh or chilled potatoes, and $68.8 million for coconuts, Brazil nuts, and cashews, whether fresh or dried, among other products. The data also indicates that at least $8.2 million was spent on onions, tubers, roots, and tuberous bulbs, among many other plant-based items.
As for animal-origin foods, imports in the first half of the year totaled $426.4 million, led by beef at $189.6 million and some $44 million in live fish. Drilling down, shrimp and prawns alone accounted for $9.5 million in imports between January and June 2025. For eggs, another daily dietary staple, imports reached $2.9 million in the first semester.
The animal-origin ledger also shows imports of $119.4 million in cheese and curd and $32.8 million in milk and cream. Nicaragua was the dominant supplier, providing 86.1%, while the United States followed with $36.1 million in the same period.
Dietary Mainstays Also Arrive from Abroad
Within the cereals and staple grains category, corn—the basic ingredient in tortillas and a mainstay for most Salvadorans—dominates imports. In 2024 alone, the country purchased roughly 671 million kilograms of this grain. During the first half of this year, the bill for corn had already reached more than $106.4 million. The grain comes mainly from Nicaragua, Argentina, the United States, and Brazil.
A significant portion of the beans consumed in El Salvador also comes from Nicaragua. From January to August 2024, El Salvador purchased approximately 27.9 million kilograms of beans, of which roughly 19.3 million kilograms—representing 69.4%—originated in the neighboring country. According to data from the Asociación Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Salvadoran Association of Small and Medium Agricultural Producers, Campo), El Salvador ranks fifth in bean production in Central America, whereas the top spot goes to its main supplier, Nicaragua, which harvests about four million quintals of the grain each year.
According to Campo, the domestic harvest is insufficient to meet demand. The association estimates that the average Salvadoran consumes some 39.6 pounds of this grain annually, hence the heavy reliance on foreign markets. In the first half of 2025, bean imports had already reached roughly $13.5 million, with Nicaragua still the leading supplier.
Even rice, another pillar of the Salvadoran diet, posted imports of more than $27.5 million for husked grain and around $4.3 million for semi-milled rice.
Tomatoes, Onions, and Fruits That Cross Borders
More than 56.9 million kilograms of tomatoes arrived from abroad in just the first six months of this year, representing about $8.7 million, according to BCR figures.
Overall vegetable imports totaled $82 million; of that, $11 million went to potatoes and another $7.8 million to onions, to name a few examples.
Of the total vegetable bill, El Salvador paid $37 million to Guatemala, $25.9 million to Nicaragua, and about $5.2 million to Honduras; purchases were also made from the United States, China, Mexico, Ethiopia, Spain, Canada, and even the Netherlands.
And although El Salvador is a tropical country, it also imports pineapples, bananas, avocados, and even coconuts.
According to BCR data, from January to June, the country purchased about $68.8 million in fruit from abroad. Avocados, pineapples, guavas, mangoes, dates, figs, and mangosteens (fresh or dried) topped the list, commanding $15.1 million. Of that sum, $11.5 million went solely to avocados, with Mexican varieties being the most in-demand, accounting for $10.7 million of the total.
Second place among fruit imports is held by apples, pears, and grapes, totaling $10.4 million during the same period, about half of which was paid to Chile; the remainder went to Peru, the United States, and other countries.
Other fruits purchased from abroad include oranges, mandarins, and lemons, with $2.4 million invested in these products.
El Salvador importó $820.4 millones en alimentos en el primer semestre
El Salvador depende del mercado extranjero para alimentarse y muchos de los productos que se consumen vienen de Centroamérica, Estados Unidos y otros países como Brasil, Chile, Perú o Argentina. Incluso algunos, como las especias o los ajos, llegan desde Asia.
Y no se trata solo de productos considerados foráneos o exóticos, sino de aquellos alimentos propios de la dieta cotidiana salvadoreña.
A pesar de considerarse un país agrícola, gran parte del frijol y el maíz que llega a las mesas es traído del exterior, así como más del 93% de las frutas y hortalizas, además del 70% del queso, según información de gremiales de productores y datos de importaciones del Banco Central de Reserva (BCR).
El trigo, el arroz, los huevos, el pollo y hasta mucha de la pasta o la carne de vaca o cerdo que se consume en el país son trasladadas por cientos o quizá miles de kilómetros para alimentar a los salvadoreños.
Algunos productos solo pasan aduanas terrestres, como las frutas y las hortalizas, que llegan principalmente de Guatemala; sin embargo, otros cruzan varios puertos antes de llegar al país.
Según los datos del BCR, entre enero y junio de 2025, el país importó $394 millones en productos de origen vegetal. De estos $184.7 millones fueron compras de trigo o morcajo (mezcla de trigo y centeno), $82 millones de papas frescas o refrigeradas y $68.8 millones de cocos, nueces del Brasil y nueces de marañón, frescas o secos, entre otros productos.
En los datos también se menciona que al menos $8.2 millones se usaron para compra de cebollas, tubérculos, raíces y bulbos tuberosos, entre muchos otros más productos de la categoría del reino vegetal.
En cuanto a alimentos del reino animal, siempre en el primer semestre del año, la importación fue de $426.4 millones, siendo la carne de animales de especie bovina (vaca) la que sumó $189.6 millones y unos $44 millones en peces o pescados vivos.
Más en detalle, se puede verificar que se importaron $9.5 millones en camarones y langostinos, solo de enero a junio de 2025.
De huevos, otro producto común en la dieta diaria, se importaron $2.9 millones en el primer semestre.
En la sección de productos de origen animal también se detalla que en el mismo periodo se importaron $119.4 millones de queso y requesón, además de $32.8 millones de leche y nata (crema), siendo Nicaragua en un 86.1% el principal proveedor y Estados Unidos, en segundo lugar, con $36.1 millones en el mismo periodo.
Pilares de la dieta también llegan de fuera
Dentro del rubro de cereales y granos básicos, el maíz que consume la mayoría de los salvadoreños y se usa para un alimento clave, como las tortillas, domina la importación.
Solo en 2024 se compraron aproximadamente unos 671 millones de kilogramos de este grano.
Para el primer semestre de este año ya se han invertido más $106.4 millones en compra de maíz. ¿De dónde viene? El grano llega principalmente de Nicaragua, Argentina, Estados Unidos y Brasil.
También de Nicaragua llega buena parte de los frijoles que se consumen en El Salvador. Solo de enero a agosto de 2024, El Salvador compró aproximadamente 27.9 millones de kilogramos de frijoles, de los cuales alrededor de 19.3 millones de kilogramos llegaron del vecino país. Esto representa un 69.4% del total de las importaciones de frijol para ese período.
Según los datos de la Asociación Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Campo), El Salvador ocupa el quinto lugar en producción de frijol en Centroamérica; en cambio, el primer lugar lo lleva el principal proveedor: Nicaragua, que cosecha unos cuatro millones de quintales del grano por año.
Según Campo, la cosecha local no alcanza a cubrir la demanda. La asociación estima que el salvadoreño promedio consume unas 39.6 libras de este grano al año; de ahí que la dependencia del mercado exterior sea alta.
En el primer semestre de 2025, ya se compraron unos $13.5 millones de frijoles y Nicaragua sigue a la cabeza como proveedor.
Incluso el arroz, que de igual forma es parte importante del consumo diario del salvadoreño, tuvo una importación superior a los $27.5 millones – el grano sin cáscara- y unos $4.3 millones el semi blanco.
Tomate, la cebolla y frutas que cruzan fronteras
Más de 56.9 millones de kilogramos de tomates llegaron del exterior solo en los primeros seis meses de este año, lo que representa unos $8.7 millones, según cifras del BCR.
En total en hortalizas se importaron $82 millones, de estos $11 millones fueron para la compra de papas, y otros $7.8 millones en cebollas, por mencionar algunas cifras.
Del total de hortalizas importadas, $37 millones se pagaron a Guatemala, $25.9 millones a Nicaragua y unos $5.2 millones a Honduras; también se le compró a Estados Unidos, China, México, Etiopía, España, Canadá y hasta Holanda.
Y si bien El Salvador es un país tropical, también se importan piñas, guineos, aguacates y hasta cocos.
De acuerdo con los datos del BCR, siempre de enero a junio, el país compró al exterior unos $68.8 millones en frutas, siendo los aguacates, piñas, guayabas, mangos, dátiles, higos y mangostanes (frescos o secos) los que más se compraron, con un total de $15.1 millones pagados al extranjero.
De esa cantidad, $11.5 millones se invirtieron solo en compra de aguacates, siendo los mexicanos los más demandados, con $10.7 millones del total.
El segundo lugar de las frutas lo ocupan las manzanas, peras y uvas, con $10.4 millones siempre en el mismo periodo, de los cuales la mitad aproximadamente se le pagó a Chile; el resto a Perú, Estados Unidos y otros países.
Otras frutas que se compraron en el exterior son las naranjas, las mandarinas y los limones, con $2.4 millones invertidos en esos productos.
