Since El Salvador raised the orange flag in 2021 by adopting bitcoin as legal tender, the country has constantly been making headlines. Between the messianic vision of President Nayib Bukele and international fascination, the story seemed clear: every day, El Salvador was buying one BTC. However, the curtain has just fallen. An official IMF report, accompanied by a letter signed by the highest financial officials of the country, states in black and white: no bitcoin purchases since February 2025.
The daily bitcoin fiction: Bukele caught off guard
Since November 2022, President Bukele, through his highly publicized Bitcoin Office, proudly announced the daily purchase of one bitcoin. This initiative, seen as a defiance to international financial institutions, was also a powerful narrative tool: that of a country resisting and investing in the future.
But the story is crumbling. According to the document published on July 15 as part of the IMF compliance report, the stock of bitcoins held by the public sector has remained unchanged since February.
The officials: Central Bank President Douglas Pablo Rodríguez Fuentes and Finance Minister Jerson Rogelio Posada Molina, assert that the wallets, both hot and cold, have been fully handed over to the IMF for verification. Translation: everything is traceable, verified, and the numbers do not lie.
This is a dramatic turnaround because it contradicts the statements of the president himself, who swore never to stop buying BTC, even if it meant tension with the IMF.
Consolidation, not accumulation: El Salvador’s unclear strategy
While observers expected regular purchases, the movements identified on the blockchain mainly show consolidations of wallets. The IMF report specifies:
Increases in Bitcoin holdings in the Strategic Bitcoin Reserve Fund reflect the consolidation of Bitcoin across various government-owned wallets.
This means that the Salvadoran government was simply moving funds already in its possession, likely to better secure or organize them.
The image of an accumulating state dissipates. Worse, if the official statements aimed to give an impression of consistency, they now dangerously flirt with political misinformation.
Bitcoin and realpolitik: El Salvador seeks balance
What is at stake here goes beyond simple crypto portfolio management. El Salvador faces a major strategic tension: satisfying the IMF’s transparency and prudence requirements while cultivating its avant-garde image in the crypto universe.
The Bukele administration seems to want to juggle between two narratives: that reassuring one of being a good IMF student, and that flamboyant one of being a bitcoin pioneer. The problem? Trying to play on both tables risks eroding credibility.
The IMF, for its part, remains pragmatic. It recognizes that consolidating BTC does not violate the terms of the financing. But this polite neutrality does not erase the underlying tension: that of a country wanting to free itself while remaining dependent.
Has El Salvador really turned the page on bitcoin, or is this simply a tactical adjustment to preserve vital financial support? Difficult to decide. One thing is certain: the era of storytelling around daily bitcoin purchases seems truly over. Fortunately, this does not affect bitcoin’s price, which continues its steady trajectory.
Cointribune: https://www.cointribune.com/en/state-lie-the-imf-contradicts-bukele-on-bitcoin-purchases/
Controversia sobre Bitcoin: Informe del FMI pone en entredicho las afirmaciones de Bukele
Desde que El Salvador enarboló la bandera naranja en 2021 al adoptar el Bitcoin como moneda de curso legal, el país no ha dejado de copar titulares. Entre la visión mesiánica del presidente Nayib Bukele y la fascinación internacional, la narrativa parecía diáfana: cada día, El Salvador adquiría un BTC. Sin embargo, el telón acaba de caer. Un informe oficial del Fondo Monetario Internacional (FMI), acompañado por una carta firmada por las máximas autoridades financieras del país, afirma con todas sus letras: no se ha comprado un solo Bitcoin desde febrero de 2025.
La ficción diaria del Bitcoin: Bukele, sorprendido fuera de juego
Desde noviembre de 2022, el presidente Bukele, a través de su muy publicitada Bitcoin Office (Oficina de Bitcoin), proclamaba con orgullo la compra diaria de un Bitcoin. Esta iniciativa, concebida como un desafío a los organismos financieros internacionales, funcionaba además como un potente recurso narrativo: el de un país que resiste e invierte en el futuro.
Pero el relato se desmorona. Según el documento publicado el 15 de julio como parte del informe de cumplimiento del FMI, el volumen de Bitcoins en manos del sector público permanece inalterado desde febrero.
Los funcionarios —el presidente del Banco Central, Douglas Pablo Rodríguez Fuentes, y el ministro de Hacienda, Jerson Rogelio Posada Molina— aseguran que las billeteras, tanto *hot* como *cold*, fueron entregadas íntegramente al FMI para su verificación. Traducción: todo es rastreable, verificado, y los números no mienten.
Se trata de un giro dramático, pues contradice las promesas del propio presidente, quien juró no dejar nunca de comprar BTC, aun a costa de tensar la cuerda con el FMI.
Consolidación, no acumulación: la estrategia opaca de El Salvador
Mientras los observadores esperaban adquisiciones regulares, los movimientos identificados en la *blockchain* muestran principalmente consolidaciones de billeteras. El informe del FMI precisa:
Los aumentos en las tenencias de Bitcoin en el Fondo Estratégico de Reserva de Bitcoin reflejan la consolidación de Bitcoin en varias billeteras propiedad del gobierno.
Esto significa que el Gobierno salvadoreño se limitaba a mover fondos que ya estaban en su poder, probablemente para protegerlos mejor u organizarlos.
La imagen de un Estado acumulador se desvanece. Peor aún, si las declaraciones oficiales pretendían transmitir coherencia, ahora coquetean peligrosamente con la desinformación política.
Bitcoin y realpolitik: El Salvador busca un delicado equilibrio
Lo que está en juego trasciende la mera gestión de una cartera de criptoactivos. El Salvador enfrenta una tensión estratégica mayúscula: satisfacer las exigencias de transparencia y prudencia del FMI sin renunciar a su imagen vanguardista en el universo cripto.
La administración Bukele parece querer hacer malabares entre dos narrativas: la tranquilizadora, la de un buen alumno del FMI, y la flamboyante, la de pionero del Bitcoin. ¿El problema? Jugar a dos bandas amenaza con erosionar la credibilidad.
De su lado, el FMI se mantiene pragmático. Reconoce que consolidar BTC no vulnera los términos del financiamiento. Pero esa neutralidad cortés no borra la tensión de fondo: la de un país que aspira a emanciparse y, al mismo tiempo, sigue necesitado.
¿Ha pasado realmente El Salvador la página del Bitcoin, o se trata solo de un ajuste táctico para preservar un apoyo financiero vital? Difícil dirimirlo. Lo único seguro es que la era del *storytelling* en torno a las compras diarias de Bitcoin parece haber quedado atrás. Por fortuna, esto no incide en el precio de la criptomoneda, que continúa su trayectoria estable.
Cointribune: https://www.cointribune.com/en/state-lie-the-imf-contradicts-bukele-on-bitcoin-purchases/