The portion of the El Espino estate that the Legislative Assembly approved to transfer for the new Centro Internacional de Ferias y Convenciones (CIFCO) project is not zoned as “developable”—as Nuevas Ideas asserted to justify the property transfer—but is instead designated for “Environmental Recovery.”
Nuevas Ideas lawmaker Ana Figueroa presented a map of the area in the Antiguo Cuscatlán district with its color-coded classifications, claiming that “this entire urban area, shown in yellow, is classified that way, as developable.” She then pointed to the portion earmarked for transfer from the Ministry of Finance to CIFCO.
But her assertion clashes with information from the dynamic maps of the Oficina de Planificación del Área Metropolitana de San Salvador (OPAMSS). While the zone is within territory classified as urban land, with the exception of Bicentenario Park, the area zoned as “developable” is the one adjacent to the Ministry of Foreign Affairs.
Meanwhile, the area singled out by Figueroa—located between the Ministry, Bulevar Cancillería, the Academia Internacional para el Cumplimiento de la Ley (International Law Enforcement Academy, ILEA), and the Buenos Aires creek—is subject to an urban planning designation of Environmental Recovery (RAM), according to OPAMSS land-use rules.
Study Still Pending
“The only way to gauge the impact of the new CIFCO project on that portion of the El Espino estate is to publicly release the environmental impact study,” responded lawmaker Claudia Ortiz, who requested these documents both in committee and during the plenary session.
She added that this is not a transfer of properties with existing buildings, but of a vital natural area for the capital and the San Salvador Metropolitan Area (AMSS). “The impacts could include effects on the climate, heightened flood risks, the soil’s diminished capacity to infiltrate rainwater, and the loss of plant and animal biodiversity, among many others,” she added.
And she branded the approval of the land transfer “irresponsible” for proceeding without a prior review of the relevant reports.
“That is why we urged them to include the maps they had presented in committee and to have the OPAMSS director explain its precise location. It was also important to invite the mayors of San Salvador Centro and La Libertad Este so that we could explore alternative sites for construction without inflicting environmental harm,” commented lawmaker Marcela Villatoro.
She added that even during the plenary session, she insisted on the need to include the maps they presented to ensure they were on the record in the case file. “And if their claims were true, the maps would be available to any Salvadoran to block this construction if it is in a protected, non-developable area,” she explained.
Tratamiento de área donde estará CIFCO es de “recuperación ambiental”
La porción de la finca El Espino que la Asamblea Legislativa aprobó transferir para el proyecto del nuevo Centro Internacional de Ferias y Convenciones (CIFCO) no está destinado para un tratamiento “urbanizable”, como lo aseguró Nuevas Ideas para justificar el traslado de propiedad, sino que tiene condiciones de “Recuperación ambiental”.
Fue la diputada Ana Figueroa, de Nuevas Ideas, quien mostró un mapa de la zona en el distrito de Antiguo Cuscatlán con colores de su clasificación y aseguró que “todo esto urbano, que está en amarillo, es porque está clasificado de esa forma, como urbanizable”. Y señaló la porción segmentada para la transferencia del Ministerio de Hacienda al CIFCO.
Pero su planteamiento no concuerda con la información de los mapas dinámicos de la Oficina de Planificación del Área Metropolitana de San Salvador (OPAMSS). Si bien la zona está dentro del territorio clasificado como suelo urbano, a excepción del parque Bicentenario, el área que tiene una disposición de “urbanizable” es la que está contiguo al Ministerio de Relaciones Exteriores.
Mientras que la zona entre el Ministerio, con el bulevar Cancillería de por medio, la Academia Internacional para el Cumplimiento de la Ley (ILEA) y la quebrada Buenos Aires, que fue la señalada por Figueroa, debe tener un tratamiento urbanístico de Recuperación ambiental (RAM), según el esquema normativo de la OPAMSS.
Faltó estudio
“La única manera de conocer cuál va a ser el impacto del proyecto del nuevo CIFCO en esa porción de la finca El Espino es conocer públicamente el estudio de impacto ambiental”, reaccionó la diputada Claudia Ortiz, quien pidió esos documentos tanto en la comisión que estudió la medida como en la sesión plenaria.
Agregó que no se trata de transferencia de inmuebles que tengan edificios, sino de un áreas natural importante para la capital y el AMSS. “Los impactos podrían ser afectaciones en el clima, en mayores riesgos de inundaciones, falta de capacidad del suelo para infiltrar el agua de la lluvia, entre muchas otras, como la pérdida de biodiversidad de plantas y animales”, añadió.
Y calificó de “irresponsabilidad” la aprobación de la transferencia de la porción del terreno sin haberse conocido previamente los informes respectivos.
“Por eso se les dijo que incluyeran los mapas que habían presentado dentro de la comisión y que era necesario que llegara el director de la OPAMSS para explicar dónde iba a estar justamente ubicado y la importancia de invitar a los alcaldes de San Salvador Centro y La Libertad Este, para que buscáramos alternativas de lugares para construir sin necesidad de causarle un daño al medio ambiente”, comentó la diputada Marcela Villatoro.
Añadió que incluso dentro de la sesión plenaria dijo que era necesario incluir los mapas que ellos presentaron para que quedara constancia en el expediente. “Y que si era cierto, así estaría al alcance de cualquier salvadoreño para poder evitar esa construcción en caso de estar en un área protegida que no fuera urbanizable”, expuso.