The resurgence of Cochliomyia hominivorax—the screwworm fly—has cattle ranchers in El Salvador and across the region on edge. The parasite, which had not surfaced for more than thirty years, can kill livestock outright or sharply reduce beef and milk yields.
As of April, the Organización Mundial de Sanidad Animal (World Organisation for Animal Health, WOAH) reported that Guatemala had logged 395 cases, while Honduras had confirmed 21 in several regions.
Between December 2024 and March 8, 2025, El Salvador recorded 356 cases, according to the same agency. No official data have been released since, but industry representatives now place the tally somewhere between 600 and more than 1,000 cases, with at least a hundred cattle dead.
Luis Treminio of the association Campo estimates that no fewer than 900 head of cattle have been infected.
Meanwhile, Mateo Rendón, coordinator of the Mesa Agropecuaria e Indígena, calculates that the disease has already hit at least 3,000 head of cattle; the number rises to 5,000 when dogs, cats, goats, and Pelibuey sheep are included.
The Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (Regional International Organization for Plant and Animal Health, OIRSA), for its part, reports 600 cases in El Salvador as of June 2025.
Although the outbreak is not yet considered critical, ranchers believe it has already slashed milk production by at least 25 percent.
This has not drastically disrupted the domestic dairy market, because about 47.3 percent of the dairy products consumed in the country are imported from Nicaragua, according to figures from the Banco Central de Reserva (Central Reserve Bank, BCR); nevertheless, ranchers are ramping up precautions.
“Veterinarians have ruled that neither the meat nor the milk is fit for consumption because the screwworm causes a severe infection. We have not suffered losses from that, but milk production has fallen by 25 percent,” warns the Campo leader.
According to Treminio, the eastern zone is bearing the brunt of the outbreak, and Usulután—the department with the largest cattle population—is logging the most cases, followed by La Unión and then Chalatenango.
Rendón acknowledges that they have coordinated with technicians from the Ministerio de Agricultura (Ministry of Agriculture, MAG) to deploy campaigns in the most affected areas. Some 1,171 animals have already been vaccinated.
Rendón clarified that, while cases are not rampant, the threat looms large, as the parasite has already struck not only cattle but also dogs, goats, cats, other animals, and even humans.
“This is not just a rural disease but an urban one as well. People must stay vigilant because it can strike pets too. The fly can travel up to 200 kilometers and detect wounds from four kilometers away before attacking them,” cautions the association leader.
Medicine Shortages Fuel Ranchers’ Concerns
The last screwworm outbreak struck 30 years ago, so farm-supply stores were without products to combat it—and authorities were equally unprepared.
Faced with the initial cases, ranchers improvised with remedies involving lime, gasoline, creolin, and other makeshift ingredients to fend off the infestation as best they could.
Early on, the Ministry of Agriculture imported medicine from Brazil and Colombia, but supplies proved inadequate, and farm-supply outlets soon ran dry.
“The MAG was slow to respond, which allowed cases to surge. We reported the first case in December, and they only started addressing it three months later,” warns Treminio.
Faced with the shortage, the MAG has been collaborating with laboratories for over a month to formulate a product tailored for El Salvador, and last week it was announced as ready.
According to ranchers, the medication has four qualities that make it effective: it kills the worms instantly, even those burrowed deep inside the wound; it contains an antibiotic; it acts as a repellent; and it promotes healing, explains the leader.
Although the product became available last week, many ranchers insist the supply is still insufficient, so they continue to improvise remedies.
Industry leaders urged the public to monitor any wound closely, since the fly that transmits the disease can travel vast distances and infiltrate even the country’s largest cities.
Ganaderos en alerta por más de 600 casos de gusano barrenador
La reaparición del Cochliomyia hominivorax, conocido como mosca del gusano barrenador, tiene en alerta a los ganaderos de El Salvador y la región. Esta enfermedad del ganado no se veía desde hace más de 30 años y puede provocar la muerte de las reses o la caída en la producción de carne o leche.
Hasta abril, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) detalló que Guatemala acumulaba 395 casos; Honduras había confirmado 21 casos en varias regiones.
El Salvador sumaba, entre diciembre de 2024 y el 8 de marzo de 2025, según esa entidad, un total de 356 casos. Desde esa fecha no hay reportes oficiales actualizados, pero algunos representantes de gremiales hablan de entre 600 a más de mil casos y al menos un centenar de reses muertas.
Luis Treminio, de la gremial Campo, estima que al menos unas 900 cabezas de ganado han resultado infectadas.
Por su parte, Mateo Rendón, coordinador de la Mesa Agropecuaria e Indígena, calcula que ya hay una afectación de al menos tres mil cabezas de ganado, la cifra sube a cinco mil si se incluye perros, gatos, cabras y pelibueyes.
El Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA), por otro lado, reporta 600 casos en El Salvador hasta junio de 2025.
Esta afectación, aunque no se considera grave, ya ha provocado una reducción en la producción de leche de al menos el 25%, estiman ganaderos.
Esto no ha afectado en gran medida la producción de lácteos, porque alrededor del 47.3% de los lácteos que se consumen en el país se importan de Nicaragua, según datos del Banco Central de Reserva (BCR), sin embargo, los ganaderos extreman precauciones.
“Los veterinarios han recomendado que la carne y la leche no puede ser consumida porque el gusano ocasiona una fuerte infección, no tenemos pérdidas de eso, pero sí en la producción de leche, ha disminuido un 25%”, advierte el dirigente de Campo.
De acuerdo a Treminio, la zona oriental es la más afectada y Usulután, el departamento que más ganado tiene, el que reporta más casos. Le sigue La Unión y después Chalatenango.
Rendón reconoce que se han coordinado con los técnicos del Ministerio de Agricultura (MAG), para la llegada de las campañas a cada territorio que está siendo mayor afectado. Unos 1,171 animales ya han sido vacunados.
Rendón aclaró que, aunque los casos no son numerosos, el peligro está presente, porque ya afectó no solo el ganado, sino a perros, cabras, gatos y otros animales e incluso a humanos.
“Esta no es una enfermedad solo del campo, sino también de la ciudad, la gente tiene que estar alerta porque puede afectar incluso mascotas. La mosca vuela hasta 200 kilómetros y a cuatro kilómetros huele las heridas, y las ataca”, advierte el dirigente gremial.
Desabastecimiento de medicina preocupa a ganaderos
El último caso de gusano barrenador ocurrió hace 30 años de ahí que los agro servicios no tenían producto para contrarrestar esta enfermedad, tampoco las autoridades del país.
Ante la aparición de los primeros casos, los ganaderos se las ingeniaron con medicamentos que incluían cal, gasolina, creolina y otros ingredientes a efecto de combatirla como pudieran.
Al principio el Ministerio de Agricultura trajo medicina de Brasil y de Colombia, pero fue insuficiente y los agroservicios resultados desabastecidos.
“El MAG tardó un poco en reaccionar y eso hizo que aumentaran los casos. El primer caso nosotros lo reportamos en diciembre y ellos comenzaron a trabajar tres meses después”, advierte Treminio.
Ante la escasez de medicinas, desde hace más de un mes el MAG ha estado coordinando con los laboratorios para hacer un producto especial para El Salvador y la semana pasada se anunció que ya está listo.
Según los ganaderos, el medicamento tiene cuatro características que lo hacen efectivo. Una es que mata a los gusanos instantáneamente, aún si se hallan dentro de las heridas, otra que es un antibiótico, tercero que es un repelente, y finalmente, que es cicatrizante, explica el dirigente.
Si bien el producto está disponible desde la semana pasada, para algunos ganaderos todavía no es suficiente, así que ellos se las ingenian como pueden.
Los dirigentes gremiales hicieron un llamado a mantenerse pendiente de cualquier herida, ya que la mosca que transmite la enfermedad puede viajar varios kilómetros y afectar incluso en las grandes ciudades.