Deportation Flights to El Salvador Surge in 2025 — Aumentan vuelos de deportados hacia El Salvador en 2025

Jul 13, 2025

In the first six months of the year, the country has already received 32 percent more flights than during the same period in 2024. — En los primeros seis meses del año, el país ya ha recibido un 32 % más de vuelos que en todo el mismo periodo de 2024.

El Salvador received 22 deportation flights from the United States in June 2025 alone, according to the latest report by Witness at the Border. The tally marks a 29 percent jump over May, when 17 flights were recorded, and stands as the highest monthly figure since August 2022, when 32 flights touched down.

June’s arrivals bring the year-to-date total to 85 deportation flights. Of those, 81 have been carried out since January 21, the day Donald Trump was sworn in once again as President of the United States.

The growth is even starker in the half-year comparison. During the first six months of 2024, El Salvador received 64 deportation flights. The difference—21 additional flights—amounts to a 32 percent uptick. The widest gap appeared in June, when the figure nearly tripled compared to the same month last year.

The spike forms part of a broader regional trend. Witness at the Border reports that June closed with 209 deportation flights operated by Immigration and Customs Enforcement (ICE), the highest monthly total since systematic tracking began in 2020. Guatemala received 51 flights, Honduras 43, and El Salvador 22; together, the three Northern Triangle nations accounted for 56 percent of all deportation flights worldwide that month.

The pace quickened visibly in June. Whereas in May flights to El Salvador landed roughly every other day, officials logged 13 of June’s 22 flights during the last ten days of the month. The report notes that it is unclear whether that tempo will persist in July.

Alongside ICE’s regular flights, June also saw a combined military flight serving El Salvador, Guatemala, and Honduras. The operation was part of a single day in which at least seven deportation flights used Department of Defense aircraft. Since the start of 2025, El Salvador has received at least four such military flights, based on the compiled data.

The report does not specify the number of deportees on each flight to El Salvador, but regional averages indicate that roughly 1,750 people were returned in June. That translates into more than eight deportees for every Salvadoran national apprehended at the United States’ southern border in May, when Border Patrol registered 208 encounters.

No Information

The higher flight frequency has altered more than the statistics; it has also disrupted the experience of Salvadoran families waiting for their loved ones. At dawn on July 11, Don Joaquín arrived at Comalapa Airport at six in the morning, hoping to greet his nephew deported from California. He paced among the international arrivals gates and waited for hours in vain. Nobody told him that, although the flights land at Monseñor Óscar Arnulfo Romero Airport, returnees are transported directly to San Salvador.

“I came at the crack of dawn thinking I would see him step off the plane. But he was already in San Salvador by the time they notified me. You do not know how this works; you just want to embrace your family,” lamented Don Joaquín (a pseudonym), who waited patiently outside the Migrant Assistance Center to see his nephew.

For many, the ordeal of waiting for a deportee proves bewildering. ICE flights are not publicly announced, and returns unfold with utmost discretion. There is no official signage at the airport, nor any visible information for arriving families. Confusion and anguish abound, especially for those hailing from rural areas with scant resources to navigate the process.

In that void a new trade has emerged: logistical go-betweens who facilitate returns. Jaime (a pseudonym), a 28-year-old deported in 2019, now earns his living ferrying families eager to await their relatives. His clientele is drawn mainly from the countryside.

“They came to wait for me too, and they did not see me. That is how I learned the ropes. Now I bring families here and walk them through the process so they are not adrift,” he recounts.

In May, human-rights advocate Celia Medrano warned in remarks to this outlet that deportations were escalating under a framework of “drastic and expedited measures” following the change of administration in the United States. Medrano offered that assessment after reviewing the May figures, when the number of flights also showed an upward trajectory.

LPG: https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Aumentan-vuelos-de-deportados-hacia-El-Salvador-en-2025-20250711-0072.html

Aumentan vuelos de deportados hacia El Salvador en 2025

El Salvador recibió durante junio de 2025 un total de 22 vuelos con personas deportadas desde Estados Unidos, de acuerdo con el informe más reciente del portal Witness at the Border. Esta cifra representa un aumento del 29 % respecto a mayo, cuando se registraron 17 vuelos, y se convierte en el número mensual más alto desde agosto de 2022, cuando se contabilizaron 32 vuelos hacia el país.

Con los datos de junio, El Salvador acumula 85 vuelos de deportación en lo que va del año. De esos, 81 han sido ejecutados desde el 21 de enero, fecha en que Donald Trump asumió nuevamente la presidencia de Estados Unidos.

El crecimiento se vuelve más evidente al comparar los registros semestrales. Durante los primeros seis meses de 2024, El Salvador recibió 64 vuelos de deportación. La diferencia es de 21 vuelos más, un incremento del 32 % en el mismo período. La mayor brecha se produjo precisamente en junio, cuando la cifra casi se triplicó respecto al mismo mes del año pasado.

El incremento forma parte de una tendencia regional. De acuerdo con Witness at the Border, junio cerró con 209 vuelos de deportaciones ejecutados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), el mayor número mensual desde que comenzaron los registros sistemáticos en 2020. Guatemala recibió 51 vuelos, Honduras 43 y El Salvador 22. Estos tres países del Triángulo Norte concentraron el 56 % del total global de deportaciones aéreas durante el mes.

A diferencia de mayo —cuando la frecuencia de vuelos hacia El Salvador era en promedio uno cada dos días— en junio esta se aceleró notoriamente. Solo en los últimos 10 días del mes se contabilizaron 13 de los 22 vuelos. El informe indica que no está claro si ese ritmo se mantendrá durante julio.

Además de los vuelos regulares operados por ICE, en junio se registró también un vuelo militar con ruta combinada hacia El Salvador, Guatemala y Honduras. Esa operación formó parte de una jornada en la que se ejecutaron al menos siete vuelos de deportación en aeronaves del Departamento de Defensa. Desde el inicio de 2025, El Salvador ha recibido al menos cuatro vuelos militares de este tipo, de acuerdo con los datos recopilados.

Aunque el informe no detalla cuántas personas fueron deportadas por vuelo hacia El Salvador, cálculos basados en promedios regionales sugieren que unas 1,750 personas habrían sido retornadas durante junio. Esto implica una proporción de más de ocho personas deportadas por cada nacional salvadoreño detenido en la frontera sur de Estados Unidos durante mayo, cuando se reportaron 208 encuentros, según cifras oficiales de la Patrulla Fronteriza.

Sin información

El aumento en la frecuencia de los vuelos no solo ha cambiado el panorama en cifras. También ha modificado la dinámica para las familias salvadoreñas que esperan a sus seres queridos. La madrugada del 11 de julio, don Joaquín llegó al aeropuerto de Comalapa a las seis de la mañana con la esperanza de recibir a su sobrino deportado desde California. Caminó entre las puertas de llegadas internacionales y esperó durante horas sin éxito. Nadie le informó que en los vuelos de deportaciones, a pesar que sí llegan al Aeropuerto Monseñor Óscar Arnulfro Romero, las personas retornadas son trasladadas directamente a San Salvador.

“Me vine de madrugada pensando que lo iba a ver bajar del avión. Pero ya estaba en San Salvador cuando me avisaron. Uno no sabe cómo funciona esto, uno solo quiere abrazar a su familia”, lamentó don Joaquín (nombre ficticio), que esperaba con paciencia en las afueras del Centro de Atención al Migrante para poder ver a su sobrino.

Para muchos, la experiencia de esperar a una persona deportada es desconcertante. Los vuelos de ICE no son anunciados públicamente, y los retornos se realizan con discreción. No hay señalización oficial en el aeropuerto, ni información visible para las familias que llegan. La confusión y el desasosiego son frecuentes, especialmente para quienes llegan desde zonas rurales con pocas herramientas para navegar ese proceso.

En ese escenario ha surgido un nuevo oficio: el de quienes facilitan el retorno logístico. Jaime (nombre ficticio), un joven de 28 años que fue deportado en 2019, ahora se dedica a transportar a familias que desean esperar a sus parientes. Su clientela principal viene del interior del país.

“A mí también me fueron a esperar y no me vieron. Desde entonces supe cómo funcionaba. Ahora traigo a familias, pero también les explico cómo es el proceso, para que no anden perdidos”, relata.

En mayo la defensora de derechos humanos Celia Medrano advirtió, en declaraciones a este medio, que las deportaciones estaban aumentando bajo una lógica de “medidas drásticas y aceleradas” tras el cambio de administración en Estados Unidos. Medrano hizo esa valoración tras revisar las cifras correspondientes a mayo, cuando el número de vuelos también mostró una tendencia ascendente.

LPG: https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Aumentan-vuelos-de-deportados-hacia-El-Salvador-en-2025-20250711-0072.html