Mexico’s Secretaría de Relaciones Exteriores (Foreign Ministry) has formally withdrawn the Mexican government’s allegation that a plane with narcotics on board, intercepted in Colima on July 3, had taken off from El Salvador.
In a letter dated July 11 and addressed to the Ministerio de Relaciones Exteriores de El Salvador (Ministry of Foreign Affairs of El Salvador), the Mexican Foreign Ministry “regretted” the July 8 assertion by Mexican Secretary of Security and Citizen Protection, Omar García Harfuch, that the aircraft—carrying 427.65 kilograms of cocaine—had departed from Salvadoran territory.
“The Secretariat regrets the events of July 8 and clarifies that there is no indication that the aircraft’s flight originated in El Salvador, nor that any Salvadoran national was linked to the incident,” the letter states.
The institution reaffirmed García Harfuch’s subsequent statements from July 9, in which the official, responding to President Nayib Bukele’s demand to retract his remarks, provided more details about the aircraft’s interception and reiterated his “appreciation and respect” for the Salvadoran people.
Mexico’s Foreign Ministry added that it stands ready to address any additional queries and to “strengthen” the exchange of information with El Salvador “to prevent similar situations in the future.”
Both El Salvador’s Foreign Ministry and President Bukele published the letter and thanked Mexico for the clarification. “We reiterate our commitment to regional security,” the Salvadoran ministry added.
The initial remarks by García Harfuch heightened diplomatic tensions, leading to a back-and-forth with Bukele, who denied the plane had originated from El Salvador and demanded a clarification.
In response, García Harfuch released the clandestine flight path showing the aircraft 200 kilometers south of San Salvador and explained how the Centro Nacional de Vigilancia y Protección del Espacio Aéreo (National Center for Airspace Surveillance and Protection, Cenavi) intervened in the operation and the arrest of the three Mexican occupants.
Bukele then insisted on an explicit clarification that the plane had not taken off from El Salvador and that no Salvadorans were involved.
A day later, on July 10, President Claudia Sheinbaum put the issue to rest at a press conference, claiming there was never any “bad faith” and that she would not engage in a controversy over the matter.
México rectifica ante El Salvador señalamiento sobre avioneta interceptada con droga
La cancillería mexicana rectificó ante su homóloga salvadoreña los señalamientos del Gobierno mexicano de que una avioneta con droga interceptada en Colima el 3 de julio procedía de El Salvador.
En una carta enviada este 11 de julio al Ministerio de Relaciones Exteriores de El Salvador, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México “lamentó” las declaraciones del 8 de julio del secretario mexicano de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, sobre que la avioneta intervenida con 427.65 kilos de cocaína despegó de El Salvador.
“La secretaría lamenta los sucesos del día 8 de julio y precisa que no hay señalamiento que indique que el vuelo de dicha aeronave tuviese su origen en El Salvador, ni de que persona alguna de ese país estuviese vinculada con el incidente”, expresó la cancillería.
La institución refrendó las afirmaciones posteriores de García Harfuch del 9 de julio, en las que el funcionario, en respuesta a la exigencia del presidente Nayib Bukele de rectificar sus declaraciones, brindó más detalles de la intercepción de la aeronave y reiteró su “aprecio y respeto” por el pueblo salvadoreño.
La cancillería se mostró dispuesta a atender consultas adicionales sobre el tema y “fortalecer” el intercambio de información con El Salvador “que permita evitar situaciones similares en el futuro”.
La cancillería salvadoreña y el presidente Bukele reaccionaron publicando la carta y agradeciendo la aclaración. “Reiteramos nuestro compromiso con la seguridad regional”, agregó el Ministerio.
Las primeras afirmaciones de García Harfuch tensaron las relaciones diplomáticas entre ambos países, deviniendo en un cruce de declaraciones con Bukele, quien negó que la avioneta procedía de El Salvador y pidió una aclaración.
En respuesta, García Harfuch mostró la traza clandestina de la aeronave a 200 kilómetros al sur de San Salvador y detalló como el Centro Nacional de Vigilancia y Protección del Espacio Aéreo (Cenavi) intervino en la operación y detención de los tres mexicanos ocupantes.
Bukele luego exigió que explícitamente se aclarara que no despegó de El Salvador ni había salvadoreños involucrados.
Un día después, el 10 de julio, la presidenta Claudia Sheinbaum zanjó el tema en conferencia de prensa, alegando que nunca hubo “mala fe” y no polemizaría sobre el asunto.