The 2025 Global Electoral Integrity Report, from the Electoral Integrity Project of the Royal Military College of Canada and the University of East Anglia (United Kingdom), reveals a significant setback for El Salvador in its most recent electoral process, with a plunge of 13 positions compared to the previous year.
In 2024, nearly 1,600 million people went to the polls in 74 national elections across 62 countries, an event the project describes as “an unprecedented concentration of democratic activity in a single year.”
With an average score of 36 points (out of a possible 100) on the index, El Salvador ranks 28th among countries in the Americas, whereas in the 2024 report it had scored 63 and held the 15th position.
Of the 62 countries evaluated, 21 saw improvements in election quality compared to prior cycles, but 33 experienced declines.
Among the key findings, the elections with the highest integrity unfolded in Uruguay, Lithuania, Finland, and Iceland; the worst took place in Syria, Rwanda, Chad, Iran, and Belarus.
Countries that suffered deterioration in 2024 include Rwanda, El Salvador, Austria, the Solomon Islands, and the United States.
The 2025 report, released in early July, delves deeper into 12 pivotal contests: Ghana, Mauritius, Austria, Bulgaria, El Salvador, Georgia, India, Indonesia, Mexico, Rwanda, the United Kingdom, and the United States.
The study defines electoral integrity as “a set of principles that must be achieved in elections, empowering ordinary citizens and contributing to the establishment of democracy.” The four principles of electoral integrity are: Contestation, Participation, Deliberation, and Arbitration.
Setbacks
The report stresses that elections encompass far more than the mere voting day; they demand prolonged preparation, starting with the design of laws. “Thus, there are various moments when elections can empower, or disempower, people,” it notes.
In the country, two electoral rounds occurred: February 4 for the presidential and legislative elections; and March 3 for municipal elections and those of the Central American Parliament.
“The February 2024 presidential and legislative elections in El Salvador saw marked declines in three of the four principles of electoral integrity. While participation did not drop, it remains low, and drastic falls were observed in the principles of contestation, deliberation, and arbitration compared to previous Salvadoran elections,” the report states.
Turnout reached 52.6% of the electoral roll, meaning nearly 53 out of every 100 people cast ballots. Of those valid votes, 84.6% favored the reelection of President Nayib Bukele.
The elections stirred controversy months in advance, stemming from a ruling by the Constitutional Chamber of the Supreme Court of Justice that interpreted a constitutional article to enable the president’s candidacy, despite the Constitution’s explicit ban on reelection.
Meanwhile, from the Legislative Assembly—already under the control of Nuevas Ideas—reforms reshaped electoral rules, slashing the number of legislative seats from 84 to 60 and altering the seat allocation method; this maneuver helped the party retain a supermajority.
“Notable drops stand out across most components in 2024. It references the reduction of seats in the Assembly, which strategically benefited the government,” commented Miguel Angel Lara, a counselor for the Electoral Integrity Project, on the X network.
Beyond that, election day itself raised alarms with issues like failures in the results transmission system deployed by the Supreme Electoral Tribunal (TSE).
“Other problems, such as power and internet outages, ultimately forced the TSE to resort to manual counting. The handling of sensitive materials during this process also sparked concern, due to the absence of protocols to ensure security and traceability,” noted the 2024 electoral cycle summary from the International Institute for Democracy and Electoral Assistance (International IDEA).
The report added that the TSE’s lack of internal and external communication fueled post-electoral uncertainty, especially when President Bukele declared himself the winner shortly after polls closed.
“The Supreme Electoral Tribunal declared the elections fair, yet observers noted troubling issues, including multiple reports of voter intimidation, significant delays in official vote results from the TSE, and problems with fraudulent identifications, among others,” the Electoral Integrity report echoed.
El Salvador descendió 13 posiciones en integridad electoral en la región
El Informe Global de Integridad Electoral 2025, del Proyecto de Integridad Electoral de las universidades Real Escuela Militar de Canadá y Anglia del Este (Reino Unido), refleja un importante retroceso de El Salvador en el último proceso electoral, con una caída de 13 posiciones respecto al año anterior.
En 2024 cerca de 1,600 millones de personas acudieron a las urnas en 74 elecciones nacionales en 62 países, lo que el proyecto califica como “una concentración de actividad democrática sin precedentes en un solo año”.
Con un promedio de 36 puntos (de 100 posibles) en el índice, El Salvador está en la posición 28 de los países de América, mientras que en el reporte de 2024 tenía una puntuación de 63 y se ubicaba en la posición número 15.
De los 62 países evaluados, 21 vieron mejoras en la calidad de las elecciones en comparación con las elecciones anteriores, pero 33 experimentaron descensos.
Entres los principales hallazgos destaca que las elecciones con mayor integridad se desarrollaron en Uruguay, Lituania, Finlandia e Islandia; y las peores tuvieron lugar en Siria, Ruanda, Chad, Irán y Bielorrusia.
Entre los países que experimentaron un deterioro en 2024 se encuentran: Ruanda, El Salvador, Austria, las Islas Salomón y Estados Unidos.
El informe 2025 divulgado a principios de julio explora con más detalle 12 contiendas clave: Ghana, Mauricio, Austria, Bulgaria, El Salvador, Georgia, India, Indonesia, México, Ruanda, Reino Unido, Estados Unidos.
La investigación define la integridad electoral como “un conjunto de principios que deben lograrse en las elecciones, que empoderan al ciudadano común y contribuyen al establecimiento de la democracia”. Los cuatro principios de la integridad electoral son: Impugnación, Participación, Deliberación y Arbitraje.
Retrocesos
El reporte enfatiza que las elecciones implican más que el simple día de las votaciones, sino que conllevan una preparación por un largo período, que comienza con el diseño de las leyes. “Por lo tanto, existen diversos momentos en los que las elecciones pueden empoderar, o desempoderar, a las personas”, señala.
En el país se realizaron dos jornadas electorales: el 4 de febrero para la elección presidencial y legislativa; y el 3 de marzo para las elecciones municipales y del Parlamento Centroamericano.
“Las elecciones presidenciales y legislativas de febrero de 2024 en El Salvador experimentaron descensos notables en tres de los cuatro principios de integridad electoral. Si bien la participación no disminuyó, sigue siendo baja, y se observaron descensos drásticos en los principios de impugnación, deliberación y arbitraje con respecto a elecciones salvadoreñas anteriores”, dice el reporte.
La afluencia fue del 52.6 % del padrón electoral, es decir, casi 53 de cada 100 personas acudieron a las urnas. De esa cantidad, el 84.6 % de votos válidos fueron a favor de la reelección del presidente Nayib Bukele.
Y es que las elecciones fueron controvertidas desde meses antes, debido a una sentencia de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia que hizo una interpretación a un artículo de la Carta Magna para habilitar la inscripción del mandatario, pese a que la reelección está prohibida en la Constitución.
Mientras que desde la Asamblea Legislativa, de la que ya Nuevas Ideas tenía el control, se hicieron reformas a las reglas electorales para reducir la cantidad de diputaciones de 84 a 60 y cambiar el método de asignación de escaños; lo que contribuyó a que dicho partido mantenga una supermayoría.
“Se destacan caídas en la mayor parte de los componentes en 2024. Refiere la reducción de escaños en la Asamblea, que estratégicamente benefició al gobierno”, comentó en la red X Miguel Angel Lara, consejero del Proyecto Integridad Electoral.
Además de eso, el día de las elecciones hubo otros componentes que generaron preocupación, como los fallos en el sistema de transmisión de resultados implementado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
“Otros problemas, como cortes de electricidad e internet, obligaron finalmente al TSE a implementar un conteo manual. El manejo de materiales sensibles durante este proceso también generó preocupación, debido a la falta de protocolos para garantizar la seguridad y la trazabilidad”, señaló el resumen del ciclo electoral 2024 del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA Internacional).
El informe agregó que la falta de comunicación interna y externa del TSE contribuyó a la incertidumbre poselectoral, especialmente cuando el presidente Bukele se declaró ganador poco después del cierre de las urnas.
“El Tribunal Supremo Electoral declaró que las elecciones fueron justas, sin embargo los observadores notaron problemas preocupantes, como múltiples informes de intimidación de votantes, demora significativa de los resultados oficiales de la votación por parte del TSE y problemas con identificaciones fraudulentas, entre otros”, retomó el informe de Integridad Electoral.