The account given by Salvadoran national Kilmar Ábrego García of mistreatment inside the Centro de Confinamiento del Terrorismo (Terrorism Confinement Center, CECOT) has triggered an outcry from relatives of Venezuelan inmates held in that facility.
Ábrego, deported from the United States and later returned there, claims that guards forced him to kneel through the night and beat him. He also maintains that prison authorities staged a show for visiting cameras, moving him to a more comfortable cell only while the media were present.
His testimony has rattled families in Venezuela who fear their own loved ones are enduring the same abuse.
Jhoanna Sanguino, aunt of 24-year-old Venezuelan inmate Josneyder Agelviz, says Ábrego’s story left her shaken. “I cannot stop wondering what they might be doing to my nephew,” she said, demanding that he be sent back to his home country.
She is not alone. Gabriela Mora, whose 22-year-old husband is also locked up in CECOT, voiced identical fears: “What happened to Ábrego could be happening to him right now.” Mora condemned what she called the deafening silence of both the U.S. and Salvadoran governments.
Confronted with the accusations of abuse in the Tecoluca, San Vicente prison, President Nayib Bukele insisted that Ábrego “was neither tortured nor lost weight.” Bukele posted a video on X purporting to show Ábrego engaged in recreational activities, but social-media users quickly pointed out inconsistencies in the footage.
Separately, sources told this outlet that a rumor has circulated in recent days: all Venezuelan prisoners in CECOT would allegedly be released on 4 July. To date, however, their relatives have received no official word.
A few weeks ago, a group of Venezuelans traveled to El Salvador to check on the health of their family members and to request visitation rights. They delivered formal letters to several government agencies, yet none has answered. “It is as if we were invisible. We bring proof in our hands, and still no one responds,” they lamented.
Sanguino added that members of a Venezuelan committee have flown to Geneva to present the case to international bodies. According to her, Venezuelan officials told some families that Caracas is pursuing negotiations with San Salvador.
Meanwhile, relatives are preparing to file a complaint with the International Criminal Court in The Hague. The women vowed to keep pressing for justice for their loved ones, whom they insist are innocent.
Testimonio de tortura en el CECOT enciende alarmas entre familias venezolanas
El testimonio expuesto por el salvadoreño Kilmar Ábrego García sobre malos tratos en el Centro de Confinamiento del Terrorismo, CECOT ha encendido las alarmas entre los familiares de personas venezolanas recluidas en esa cárcel.
Ábrego, quien fue deportado desde Estados Unidos y posteriormente trasladado nuevamente a ese país, denunció haber sufrido torturas dentro del penal salvadoreño. Según su relato, fue arrodillado toda una noche y golpeado por custodios. Además, afirmó que se montó una puesta en escena para las cámaras, al ser llevado a una celda más cómoda solo durante la visita de medios de comunicación.
Este testimonio ha generado una fuerte reacción entre las familias que desde Venezuela temen que sus seres queridos también estén sufriendo torturas.
Jhoanna Sanguino es tía del venezolano, Josneyder Agelviz, de 24 años de edad. Ella relata el impacto que le ocasionó al oír el relato de Kilmar. Se pregunta qué le pueden estar haciendo a su familiar y exige que lo devuelvan al país suramericano.
No es la única preocupada. Gabriela Mora, quien es esposa de un venezolano de 22 años encarcelado en el CECOT. También se mostró preocupada y teme que lo que le sucedió a Abrego le pueda estar sucediendo a su familiar.
Gabriela denuncia el silencio de los gobiernos estadounidense y salvadoreño.
Ante las acusaciones del trato experimentado en la prisión ubicada en Tecoluca, San Vicente, Nayib Bukele señaló que Kilmar Abrego «no fue torturado ni perdió peso”.
Bukele difundió un video en su cuenta de X, en el que supuestamente se ve a Kilmar Ábrego realizando diferentes tipos de actividades de recreación. Pero usuarios de redes sociales señalan incoherencias en las imágenes.
Por otra parte, fuentes consultadas por este medio informaron que en los últimos días corrió un rumor de que supuestamente este 4 de julio serían liberados, los venezolanos que guardan prisión en el CECOT, pero los familiares no han sido notificados de alguna liberación.
Hace unas semanas, un grupo de venezolanos viajó a El Salvador para conocer el estado de salud de sus familiares y solicitar una visita. Presentaron cartas en diversas instituciones públicas, pero a la fecha no han tenido ni una respuesta.
“Pareciera que fuéramos invisibles. Llevamos pruebas en mano, y aún así, nadie responde”, lamentaron.
Ante este panorama, Johana Sanguino denuncia que integrantes de un comité de Venezuela han viajado hasta Ginebra para exponer la situación ante organismos internacionales. Funcionarios de Venezuela habrían informado a algunos familiares que se está buscando una negociación con El Salvador.
Los venezolanos están preparando una denuncia internacional por estos casos ante la Corte Penal Internacional en La Haya. Las mujeres reiteraron que continuarán exigiendo justicia por sus familiares que aseguran son inocentes.