Last Tuesday night, US immigration authorities reported the capture of a Salvadoran member of Mara Salvatrucha (MS-13) who had previously been deported from the country. Court documents indicate that the criminal was linked to a sexual offense case in Galveston County, Texas.
U.S. Immigration and Customs Enforcement (ICE) announced the arrest of the high-ranking leader in Newark, New Jersey, in a tweet, identifying him as José Eliseo Amaya Palacios, now 31.
“ICE officers in Newark and FBI agents arrested José Eliseo Amaya Palacios, a Salvadoran national and high-ranking MS-13 leader, for immigration violations. Amaya Palacios was deported from the United States on October 9, 2015, and now faces pending charges for illegal reentry,” the tweet reads.
According to a bulletin from the Office of the Attorney General (FGR), Amaya Palacios was sentenced to five years in prison in early May 2023 for the crime of illicit association—that is, for his membership in MS-13.
The FGR document, which also reports on the convictions of 11 other members of the same group, does not indicate (as it usually does) whether any of the convicts were tried in absentia.
In El Salvador, since September 2022, the justice system has been able to convict or issue sentences even if the person is not present at the trial or public hearing, after the Legislative Assembly reformed the Criminal Procedure Code.
History in the United States
This is not the first time Amaya Palacios has had trouble with the US justice system. Documents available online (texas.arrests.org) indicate that in 2014, he was linked to a residential burglary case. He was deported to El Salvador a short time later, apparently after posting a $2,000 bond.
Amaya Palacios is from the district of Sensuntepeque, the capital of the Cabañas department, where he operated alongside other MS-13 members from the clique known as Dalmacia Locos Salvatruchos, whose territory is the eastern part of that city, according to police and prosecutorial sources.
The trial where he was sentenced to five years in prison for illicit association concluded with the conviction of gang members Wilfredo Iraheta Calles, as a local MS-13 leader; Cristian Antonio Palacios; Denis Joel Iraheta Hernández; Juan Carlos Pineda Cubías; Walter Aníbal Barraza Amaya; and Walter de Jesús Zavala Alfaro, who received prison sentences ranging from 25 to 35 years.
“The Sensuntepeque sentencing judge validated all the evidence presented by the case prosecutors, who successfully demonstrated the participation of each of the defendants in the accused acts,” the FGR detailed.
“The murder for which the defendants were convicted occurred in August 2017 in Sensuntepeque, Cabañas. The motive for the assassination of a man was his refusal to give money to the gang,” the FGR bulletin adds.
Amaya Palacios was sentenced to five years in prison; the same penalty was handed down to Carlos Mauricio Cruz, Francisco Antonio Zavala, Erick Giovanni Gallegos, Ludwin Armando García, and Isaac Funes, despite the government’s rhetoric at the time that imprisoned gang members would “never see the light of day again.”
El Diario de Hoy tried to get a comment from the Sensuntepeque Sentencing Court, which issued the sentence against Amaya Palacios; however, the person who answered the phone stated that the Attorney General’s Office should be asked whether the individual was convicted in absentia or why he was free.
An inquiry was made to the FGR’s press office through phone calls and direct messages, but there was no response. The Ilobasco prosecutor’s office said that such a request had to be made through the press office.
Salvadoran President Nayib Bukele addressed the case on the social network X. According to him, the gang member was convicted in absentia.
This is not the first time that gang members who were supposedly imprisoned in El Salvador serving sentences for serious crimes have been captured in the United States, Central American countries, or Mexico, while inexplicably being at large.
One of the most emblematic cases is that of Élmer Canales Rivera, alias “Crook,” a top-level MS-13 leader who, according to investigations by U.S. authorities, was removed from a maximum-security prison in El Salvador by a Nayib Bukele administration official, who in turn helped him leave the country.
Months later, Canales Rivera was captured in the United States after Mexican authorities arrested and deported him from that country with a layover at the Houston airport.
The digital newspaper El Faro published several audio recordings of conversations between gang members and the Director of Social Fabric Reconstruction, Carlos Marroquín, which reference that “Crook” was taken out of prison and brought to Guatemala. That same newspaper reported on a scheme by the Salvadoran government to bring the aforementioned leader from Mexico. To date, the Bukele administration has not taken a position on the case.
Estados Unidos captura a pandillero condenado hace dos años en El Salvador
La noche del pasado martes, autoridades migratorias de Estados Unidos informaron que capturaron a un salvadoreño miembro de la Mara Salvatrucha (MS-13), quien ya había sido expulsado de ese país. Documentos judiciales indican que el criminal estuvo vinculado a un proceso judicial por delitos sexuales en el condado de Galveston, Estado de Texas.
El Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) informó, mediante un tuit, sobre el arresto del cabecilla de alto rango, en Newark (estado de Nueva Jersey), a quien identificaron como José Eliseo Amaya Palacios, actualmente de 31 años.
“Oficiales de ICE en Newark y agentes del FBI arrestaron a José Eliseo Amaya Palacios, salvadoreño y líder de alto rango de la MS-13, por violaciones migratorias. Amaya Palacios fue expulsado de Estados Unidos el 9 de octubre de 2015 y ahora tiene cargos pendientes por reingreso ilegal”, reza el tuit.
Amaya Palacios, de acuerdo con un boletín de la Fiscalía General de la República (FGR), fue sentenciado a cinco años de prisión, a principios de mayo de 2023, por el delito de agrupaciones ilícitas, es decir, por su pertenencia a la MS-13.
El documento de la Fiscalía, donde se informa sobre las condenas de otros 11 miembros de la misma agrupación, no indica (como suele hacerlo) si algunos de los condenados fueron juzgados en ausencia.
En El Salvador, desde septiembre de 2022, la justicia puede condenar o dictar sentencias incluso si la persona no está presente en el juicio o vista pública, luego de que la Asamblea Legislativa reformara el Código Procesal Penal.
Antecedentes en Estados Unidos
No es la primera vez que Amaya Palacios tiene problemas con la justicia estadounidense. Documentos disponibles en la web (texas.arrests.org) indican que en 2014 estuvo vinculado a un proceso judicial por robo en una vivienda. Poco tiempo después fue deportado a El Salvador, aparentemente tras el pago de una fianza de $2,000.
Amaya Palacios es originario del distrito de Sensuntepeque, cabecera del departamento de Cabañas, donde delinquía junto a otros miembros de la MS-13 de la clica denominada Dalmacia Locos Salvatruchos, cuyo territorio es la zona oriental de esa ciudad, de acuerdo con fuentes policiales y fiscales.
El juicio cuando fue condenado a cinco años de prisión por agrupaciones ilícitas concluyó con la condena de los pandilleros Wilfredo Iraheta Calles, como cabecilla local de la MS-13; Cristian Antonio Palacios; Denis Joel Iraheta Hernández; Juan Carlos Pineda Cubías; Walter Aníbal Barraza Amaya y Walter de Jesús Zavala Alfaro, a penas de prisión de entre 25 y 35 años.
“El juez de sentencia de Sensuntepeque validó toda la prueba presentada por los fiscales del caso, quienes lograron demostrar la participación de cada uno de los imputados en los hechos acusados”, detalló la Fiscalía.
“El hecho de sangre por el que fueron condenados los imputados ocurrió en agosto de 2017 en Sensuntepeque, Cabañas, el móvil del asesinato contra un hombre fue por negarse a darle dinero a la pandilla”, añade el boletín fiscal.
Amaya Palacios fue condenado a cinco años de prisión; igual pena fue dictada contra Carlos Mauricio Cruz, Francisco Antonio Zavala, Erick Giovanni Gallegos, Ludwin Armando García e Isaac Funes, a pesar de que para entonces, el discurso gubernamental era que los pandilleros encarcelados “jamás volverán a ver la luz del sol”.
El Diario de Hoy intentó conocer la versión del Tribunal de Sentencia de Sensuntepeque, que dictó la sentencia contra Amaya Palacios; sin embargo, la persona que respondió la llamada afirmó que sería la Fiscalía a quien se tendría que preguntar si la persona fue condenada en ausencia o por qué andaba en libertad.
Se hizo la gestión ante la oficina de prensa de la Fiscalía, a través de llamadas telefónicas y mensajería directa, pero no hubo respuesta. En la oficina fiscal de Ilobasco dijeron que era con la oficina de prensa que se tenía que hacer tal gestión.
El presidente salvadoreño Nayib Bukele se refirió al caso en la red social X. Según él, el pandillero fue condenado en ausencia.
No es primera vez que en Estados Unidos o países centroamericanos o México capturan a pandilleros que supuestamente deberían estar encarcelados en El Salvador, purgando condenas por delitos graves, pero que inexplicablemente andan en libertad.
Uno de los casos más emblemáticos es el de Élmer Canales Rivera, alias Crook, cabecilla de primer nivel de la MS-13, quien, según investigaciones de autoridades estadounidenses, fue sacado de una prisión de máxima seguridad en El Salvador por un funcionario del gobierno de Nayib Bukele, quien a su vez le ayudó a salir del país.
Meses después, Rivera Canales fue capturado en Estados Unidos, luego de que autoridades mexicanas lo arrestaran y lo expulsaran de ese país con escala en el aeropuerto de Houston.
El periódico digital El Faro publicó varios audios de conversaciones entre pandilleros y el director de Reconstrucción de Tejido Social, Carlos Marroquín, donde se hace referencia que el Crook fue sacado de prisión y llevado a Guatemala. Ese mismo periódico informó sobre una trama del gobierno salvadoreño para traer desde México al referido cabecilla. Hasta la fecha, el gobierno de Bukele no ha sentado posición respecto de ese caso.