The prosecutor criminally pursuing Ruth López, a human rights defender and anti-corruption lawyer, is Berty Manuel Acevedo, son of the chief of the Estado Mayor Presidencial (Presidential General Staff, EMP), Manuel Antonio Acevedo López.
The Presidential General Staff is a branch of the Armed Forces. It is in charge of security for the president of the Republic, Nayib Bukele. López, accused of illicit enrichment, has been one of the most critical voices of the current government and has filed dozens of complaints about corruption by officials in the current administration.
Prosecutor Berty Manuel Acevedo appeared last Wednesday at the Twelfth Peace Court of San Salvador, along with prosecutor María Graciela Aragón Cabrera, one of the prosecutors who participated in the money laundering investigation against former president Mauricio Funes (now deceased).
Neither prosecutor Acevedo nor prosecutor Aragón gave statements to the press at the court where the initial hearing was held, because the case is completely under seal, which prevents details of the accusation against the human rights defender from being known.
The only information available to date is what the Fiscalía General de la República (Attorney General’s Office, FGR) has released on its social media, where it initially said the lawyer would be charged with embezzlement (misappropriating public money), which carries a lesser penalty; two weeks after her arrest, it confirmed it would change the charge to illicit enrichment, which can carry sentences of up to 15 years in prison.
The prosecutor’s father, Colonel Manuel Antonio Acevedo López, was one of the military officers who commanded the takeover of the Legislative Assembly on February 9, 2020, when Nayib Bukele took over the legislative building with the Army’s help to force lawmakers to approve a loan for him. Eight months later, the Assembly questioned Acevedo López about the militarization of that branch of government. In a meeting of the commission that investigated these events, he said, in defense of the presence of snipers, that it was “a security detail to protect the President of the Republic during the event held outside the Assembly.”
“The Attorney General’s Office is a key piece in the Salvadoran government’s persecution scheme against those who defend democracy. It’s a factory for framing people without evidence. And the fact that the lead prosecutor accusing Ruth is the son of the chief of the Presidential General Staff is one more reason to suspect that her case is motivated by a desire for revenge; not just from the president, but from a network of actors allied with those in power,” said Leonor Arteaga, program director for the Fundación para el Debido Proceso (Due Process of Law Foundation, DPLF), based in Washington.
Cristosal, the organization where López directed the Anti-Corruption Unit, investigates historical memory cases and has also reported torture in prisons since the state of exception began. “We must not forget that Cristosal investigates and litigates cases against the military apparatus,” Arteaga recalled.
Prosecutor Acevedo began working at the Attorney General’s Office in 2016, when Douglas Meléndez headed that institution, according to his public LinkedIn profile. He graduated with a degree in Juridical Sciences from José Matías Delgado University in June 2019, according to information available on the educational institution’s website. He is assigned to the Attorney General’s Office’s Money Laundering Unit, according to judicial sources.
Prosecutor Aragón Cabrera, another participant in the hearing against López, has served as an assistant prosecutor in money laundering cases since at least 2015, when Luis Martínez was the attorney general of the Republic, according to public documents available from the Judicial Branch.
Institutions Lacking Independence
The Attorney General of the Republic, Rodolfo Delgado, is an official close to the Bukele administration. He was irregularly appointed in May 2021. After being imposed for that first term, he secured a second term in December 2024.
Lawyer Oswaldo Feusier, for his part, believes that procedural elements in the case against López must be taken into account: the change in the classification of the crime, the gag order imposed, and the precedents in which the Attorney General’s Office’s Money Laundering Unit has been used. “This is generally what they use to build cases against opponents who have or have had a certain political profile. This unit has become the political arm,” he commented.
The current Supreme Court of Justice is run by magistrates who were appointed by the Nuevas Ideas-controlled Legislative Assembly. They, in turn, appoint, transfer, or remove all the country’s judges.
Since May 2021, when Nuevas Ideas took over the leadership of the Judicial Branch, long-serving judges were removed. In August of that year, lawmakers approved the dismissal of judges over 60 years of age. They said it was a judicial purge, but the judicial system was then filled with judges aligned with the ruling party.
Judge Mirna Estela González de Ardón, who ordered six months of pre-trial detention for López, was appointed to the Twelfth Peace Court on September 25, 2012. She is one of the few judges who remained in her post after the purge carried out by the Assembly in 2021.
EDH: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/fiscal-caso-ruth-lopez-el-salvador/1223415/2025/
El fiscal que acusa a Ruth López es el hijo del jefe del Estado Mayor Presidencial
El fiscal que persigue penalmente a Ruth López, defensora de derechos humanos y abogada anticorrupción, es Berty Manuel Acevedo, hijo del jefe del Estado Mayor Presidencial (EMP), Manuel Antonio Acevedo López.
El Estado Mayor Presidencial es una dependencia de la Fuerza Armada. Tiene a su cargo la seguridad del presidente de la República, Nayib Bukele. López, acusada del delito de enriquecimiento ilícito, ha sido una de las voces más críticas del actual gobierno y ha presentado decenas de denuncias de corrupción de funcionarios de la actual administración.
El fiscal Berty Manuel Acevedo se presentó el pasado miércoles al Juzgado Décimo Segundo de Paz de San Salvador, junto a la fiscal María Graciela Aragón Cabrera, una de las fiscales que participó en la investigación por lavado de dinero contra el expresidente Mauricio Funes (ya fallecido).
Ni el fiscal Acevedo ni la fiscal Aragón dieron declaraciones a la prensa en el juzgado donde se celebró la audiencia inicial, porque el proceso tiene reserva total, lo que impide conocer detalles de la acusación en contra de la defensora de derechos humanos.
La única información disponible hasta la fecha es la que ha dado la Fiscalía General de la República (FGR) en sus redes sociales, donde inicialmente dijo que la abogada sería acusada de peculado (apropiarse de dinero público), que tiene una pena menor; y, luego de dos semanas de su captura, confirmó que lo cambiaría a enriquecimiento ilícito, que puede tener penas de hasta 15 años de prisión.
El padre del fiscal, el coronel Manuel Antonio Acevedo López, fue uno de los militares que comandó la toma de la Asamblea Legislativa el 9 de febrero de 2020, cuando Nayib Bukele se tomó el recinto legislativo, con la ayuda del Ejército, para que los diputados le aprobaran un préstamo. Ocho meses después, la Asamblea interpeló a Acevedo López por la militarización de ese Órgano de Estado. En una reunión de la comisión que investigó estos hechos dijo, en defensa de la presencia de francotiradores, que se trató de “un dispositivo para resguardar la seguridad del Presidente de la República en el acto que se realizó afuera de la Asamblea'”.
“La Fiscalía es una pieza clave en el esquema de persecución del gobierno de El Salvador contra quienes defienden la democracia. Es una fabrica de culpables sin pruebas. Y que el principal fiscal que acusa a Ruth sea hijo del jefe del Estado Mayor es un elemento más para sospechar que detrás de su caso hay ánimo de venganza; no solo del presidente, sino de una red de actores aliados al poder”, consideró Leonor Arteaga, directora de programas de la Fundación para el Debido Proceso (DPLF), con sede en Washington.
Cristosal, la organización donde López dirigía la Unidad Anticorrupción, investiga casos de memoria histórica y también ha señalado torturas en los penales desde que empezó el régimen de excepción. “No debemos olvidar que Cristosal investiga y litiga casos contra el aparato militar”, recordó Arteaga.
El fiscal Acevedo empezó a trabajar en la Fiscalía General en el año 2016, cuando Douglas Meléndez dirigía esa institución, según su perfil público en Linkedin. Se graduó en Ciencias Jurídicas de la Universidad José Matías Delgado en junio de 2019, de acuerdo con información disponible en la página web de esa institución educativa. Está asignado a la Unidad de Lavado de Dinero de la Fiscalía, según fuentes judiciales.
La fiscal Aragón Cabrera, otra de las que participó en la audiencia contra López, ha actuado como fiscal auxiliar en casos de lavado de dinero por lo menos desde 2015, cuando Luis Martínez era el fiscal general de la República, según documentos públicos disponibles en el Órgano Judicial.
Instituciones con dependencia
El fiscal general de la República, Rodolfo Delgado, es un funcionario cercano al gobierno de Bukele. Fue nombrado de forma irregular en mayo de 2021. Después de ser impuesto en ese primer período, obtuvo un reenganche para un segundo término en diciembre de 2024.
El abogado Oswaldo Feusier considera, por su parte, que hay que tener en cuenta elementos procesales en el caso contra López: el cambio de calificación del delito, la reserva impuesta, y los antecedentes en los que se ha usado la Unidad de Lavado de dinero de la Fiscalía. “Generalmente es lo que utilizan para fundamentar los casos contra opositores que poseen o han poseído cierto perfil político. Se ha convertido esta unidad como el brazo político”, comentó.
La Corte Suprema de Justicia actual es dirigida por magistrados que fueron nombrados por la Asamblea Legislativa de Nuevas Ideas. Estos, a su vez, nombran, trasladan o remueven a todos los jueces del país.
Desde mayo de 2021, cuando Nuevas Ideas se tomó la cúpula del Órgano Judicial, los jueces antiguos fueron removidos. En agosto de ese año, los diputado aprobaron cesar de funciones a jueces mayores de 60 años. Dijeron que se trataba de una depuración judicial, pero luego el sistema judicial se fue llenando de jueces afines al oficialismo.
La jueza Mirna Estela González de Ardón, quien decretó la detención provisional de seis meses contra López, fue nombrada en el Juzgado Décimo Segundo de Paz el 25 de septiembre de 2012. Es una de las pocas juezas que permaneció en el cargo, luego de la purga que hizo la Asamblea en 2021.
EDH: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/fiscal-caso-ruth-lopez-el-salvador/1223415/2025/