El Zonte, described as a surfer’s paradise, became a symbol of Bukele’s ambitious bid to integrate cryptocurrency into the Salvadoran economy. However, the enthusiasm seems to be fading under the weight of economic realities and international pressure.
In 2021, El Salvador captured the world’s attention by becoming the first country to adopt Bitcoin as legal tender, a bold move led by President Nayib Bukele, who proclaimed himself “the world’s coolest dictator.” This experiment transformed El Zonte, a small coastal town with just 3,000 inhabitants known as “Bitcoin Beach,” into an epicenter of crypto-enthusiasm. However, a recent report from The Telegraph suggests that the Bitcoin “bubble” in this corner of the country may have burst.
El Zonte, described as a surfer’s paradise, became a symbol of Bukele’s ambitious bid to integrate cryptocurrency into the Salvadoran economy. Bitcoin adoption promised to include the unbanked masses in the financial system and attract foreign investment. For a time, the excitement was palpable: tourists and cryptocurrency enthusiasts were flocking to town, eager to participate in what seemed like a financial revolution. However, that initial enthusiasm has waned.
Speaking to the British media outlet, a local trader expressed that from a tourism perspective, he no longer feels the same excitement he felt previously.
The turning point was the $1.4 billion deal signed by Bukele with the International Monetary Fund (IMF), an institution traditionally viewed with suspicion by Bitcoin advocates. As part of this agreement, Salvadoran merchants are no longer obliged to accept Bitcoin as a form of payment, and the government committed, at least on paper, to stop buying the cryptocurrency with public funds. Although Bukele has stated that the Bitcoin accumulation strategy will not stop, El Salvador currently owns more than 6,000 units of this cryptocurrency, reflecting a profit of more than $357 million, according to other reports.
A fading dream or a pause in the evolution of Bitcoin in El Salvador?
The Telegraph article also highlights the story of Ronny Avendaño, a Salvadoran-born Canadian who left his job in finance in Toronto to travel around Latin America, arriving in El Zonte in March 2021, where he owns the Bitcoin Hardware Store. His decision, motivated in part by Canada’s vaccination policies, led him to dive into Bitcoin fever in this coastal town. However, even he recognizes a change in the environment: the initial effervescence has given way to a more cautious atmosphere.
Despite the challenges, the legacy of “Bitcoin Beach” has not completely disappeared. El Zonte remains a place where cryptocurrency is used in everyday transactions, and Bukele’s vision of positioning El Salvador as a hub for financial innovation still resonates in some quarters. However, the report raises a crucial question: is this the end of the Bitcoin dream in El Salvador, or simply a pause in its evolution? Only time will tell, but for now, the glow of “Bitcoin Beach” seems to be fading under the weight of economic realities and international pressure.
Voz: https://voz.us/en/world/250528/25103/bitcoin-beach-in-salvador-fading-dream.html
«Bitcoin Beach» en El Salvador: ¿Un sueño que se desvanece?
El Zonte, descrito como un paraíso para surfistas, se convirtió en un símbolo de la ambiciosa apuesta de Bukele por integrar la criptomoneda en la economía salvadoreña. Sin embargo, el entusiasmo parece estar desvaneciéndose bajo el peso de las realidades económicas y la presión internacional.
En 2021, El Salvador captó la atención mundial al convertirse en el primer país en adoptar el bitcóin como moneda de curso legal, una medida audaz liderada por el presidente Nayib Bukele, quien se autoproclamó «el dictador más cool del mundo». Este experimento transformó El Zonte, un pequeño pueblo costero de solo 3000 habitantes conocido como «Bitcoin Beach», en un epicentro del criptoentusiasmo. Sin embargo, un informe reciente de The Telegraph sugiere que la «burbuja» del bitcóin en este rincón del país podría haber estallado.
El Zonte, descrito como un paraíso para surfistas, se convirtió en un símbolo de la ambiciosa apuesta de Bukele por integrar la criptomoneda en la economía salvadoreña. La adopción del bitcóin prometía incluir a las masas no bancarizadas en el sistema financiero y atraer inversión extranjera. Durante un tiempo, la emoción fue palpable: turistas y entusiastas de las criptomonedas acudían en masa al pueblo, ansiosos por participar en lo que parecía una revolución financiera. Sin embargo, ese entusiasmo inicial ha disminuido.
En declaraciones al medio británico, un comerciante local expresó que, desde la perspectiva del turismo, ya no siente la misma emoción que antes.
El punto de inflexión fue el acuerdo de 1400 millones de dólares firmado por Bukele con el Fondo Monetario Internacional (FMI), una institución tradicionalmente vista con recelo por los defensores del bitcóin. Como parte de este acuerdo, los comerciantes salvadoreños ya no están obligados a aceptar el bitcóin como forma de pago, y el Gobierno se comprometió, al menos sobre el papel, a dejar de comprar la criptomoneda con fondos públicos. Aunque Bukele ha declarado que la estrategia de acumulación de bitcóin no se detendrá, El Salvador posee actualmente más de 6000 unidades de esta criptomoneda, lo que refleja una ganancia de más de 357 millones de dólares, según otros informes.
¿Un sueño que se desvanece o una pausa en la evolución del bitcóin en El Salvador?
El artículo de The Telegraph también destaca la historia de Ronny Avendaño, un canadiense de origen salvadoreño que dejó su trabajo en finanzas en Toronto para viajar por Latinoamérica, llegando a El Zonte en marzo de 2021, donde es propietario de la Bitcoin Hardware Store. Su decisión, motivada en parte por las políticas de vacunación de Canadá, lo llevó a sumergirse en la fiebre del bitcóin en este pueblo costero. Sin embargo, incluso él reconoce un cambio en el ambiente: la efervescencia inicial ha dado paso a una atmósfera más cautelosa.
A pesar de los desafíos, el legado de «Bitcoin Beach» no ha desaparecido por completo. El Zonte sigue siendo un lugar donde la criptomoneda se utiliza en las transacciones diarias, y la visión de Bukele de posicionar a El Salvador como un centro de innovación financiera todavía resuena en algunos sectores. Sin embargo, el informe plantea una pregunta crucial: ¿es este el fin del sueño del bitcóin en El Salvador, o simplemente una pausa en su evolución? Solo el tiempo lo dirá, pero por ahora, el brillo de «Bitcoin Beach» parece estar desvaneciéndose bajo el peso de las realidades económicas y la presión internacional.
Voz: https://voz.us/en/world/250528/25103/bitcoin-beach-in-salvador-fading-dream.html