The public education system in El Salvador continues to face multiple challenges, exacerbated by unfulfilled government promises regarding school infrastructure, Francisco Zelada, representative of the Sindicato de Maestras y Maestros de la Educación Pública de El Salvador (SIMEDUCO) (Public School Teachers Union of El Salvador), said Monday.
During an interview on YSUCA radio, the union representative also addressed the negative impact of school closures that occurred in late 2024 and have continued through 2025.
According to Zelaya, this situation affects not only educational coverage but also the social dynamics of the communities.
“The discourse can be softened by calling them unifications, but when an infrastructure is closed, that school ceases to exist; it’s not a case of two schools operating in the same place,” he explained.
He added that these types of decisions create cultural, psychological, and logistical disruption for both students and teachers.
The union leader expressed skepticism about President Nayib Bukele’s announcement regarding the construction of two schools daily, after acknowledging that the initial promise of three per day could not be met.
“The promise of three educational centers daily was a utopia, and the facts confirmed it,” he affirmed.
Of the more than 5,000 public schools nationwide, SIMEDUCO estimates that only about 300 have been remodeled in recent years, and that many of the interventions have been limited to superficial improvements, such as façade changes or roof repairs, without addressing their deep structural needs.
The interviewee acknowledged the existence of modern architectural designs within the government program “Mi Nueva Escuela” [My New School]; however, he asserted that these have only been applied in a small number of cases.
He also criticized the late and insufficient delivery of funds for school operation and maintenance, which, in his opinion, hinders efficient educational management and demotivates teachers.
“The policy of providing schools with insufficient and untimely operational and functional funds continues, to such an extent that some schools receive their budget at the end of the school year,” he maintained.
Zelada also addressed the issue of educational quality, recalling that El Salvador scored low on the 2022 PISA test.
“It is in the classroom where investment is needed, where teachers need resources and motivation. Without that, we cannot aspire to quality education, nor compete with private schools, much less internationally,” he concluded.
The union views the “two schools per day” announcement with skepticism. “What we have perceived from the administration is that the priorities are different,” said the secretary general.
SIMEDUCO: Intervención en escuelas se ha limitado a mejoras superficiales
La situación del sistema educativo público en El Salvador continúa enfrentando múltiples desafíos, que se agravan con la falta de cumplimiento de promesas gubernamentales en materia de infraestructura escolar, dijo Francisco Zelada, representante del Sindicato de Maestras y Maestros de la Educación Pública de El Salvador (SIMEDUCO), el lunes.
Durante una entrevista en radio YSUCA, el representante de la gremial se refirió además al impacto negativo del cierre de centros educativos que se dio a finales de 2024 y ha continuado durante 2025.
A juicio de Zelaya esta situación afecta no solo a la cobertura educativa, sino también a la dinámica social de las comunidades.
“Se puede suavizar el discurso diciendo que son unificaciones, pero cuando se cierra una infraestructura, esa escuela deja de existir, no se trata de que dos escuelas funcionan en el mismo lugar”, explicó.
Agregó que este tipo de decisiones generan un choque cultural, psicológico y logístico tanto para estudiantes como para docentes.
El sindicalista expresó escepticismo ante el anuncio del presidente Nayib Bukele sobre la construcción de dos escuelas diarias, tras reconocer que no se pudo cumplir la promesa inicial de tres por día.
“La promesa de tres centros educativos diarios era una utopía, y los hechos lo confirmaron”, afirmó.
De más de 5,000 escuelas públicas a nivel nacional, Simeduco estima que solo unas 300 han sido remodeladas en los últimos años y que muchas de las intervenciones se han limitado a mejoras superficiales, como el cambio de fachada o reparación de techos, sin atender las profundas necesidades estructurales de las mismas.
El entrevistado reconoció la existencia de diseños arquitectónicos modernos dentro del programa gubernamental “Mi Nueva Escuela”, no obstante, aseguró que estos solo se han aplicado en un número reducido de casos.
Asimismo criticó la entrega tardía e insuficiente de fondos para operación y mantenimiento de las escuelas, lo que, en su opinión, impide una gestión educativa eficiente y genera desmotivación entre los maestros.
“La política de entregar a los centros educativos el bono para operación y funcionamiento de manera insuficiente y de forma extemporánea continúa, a tal grado que hay centros educativos que reciben el presupuesto finalizando el año escolar”, sostuvo.
Zelada también abordó el tema de la calidad educativa, recordando que El Salvador obtuvo resultados bajos en la prueba PISA de 2022.
“Es en el aula donde se debe invertir, donde el maestro necesita recursos y motivación. Sin eso, no podemos aspirar a una educación de calidad ni competir con los colegios privados, ni mucho menos a nivel internacional”, concluyó.
La gremial ve con escepticismo el anuncio de “dos escuelas por día”. “Lo que hemos percibido de la administración es que las prioridades son distintas”, dijo el secretario general.