At first glance, what lies behind the new General Law of Metallic Mining is the intention to extract gold, silver, and other precious metals. Elementos Magazine revealed in July of last year that this is what Titan Resources Limited, the U.S. company that acquired the lands of the El Dorado mining project in Cabañas, abandoned by Pacific Rim/Oceana Gold after the approval of the mining ban in March 2017, would be seeking.
This same information was confirmed in February of this year by El Diario de Hoy and picked up by other national and foreign journalistic media. Titan operates in Peru and Honduras; and in El Salvador, it has purchased lands with mining potential through the company Agrícola San José, with financing from Banco Atlántida.
However, there are other extractive interests behind the new mining law approved by the ruling party in December of last year, about which little is publicly known. This concerns the possible exploitation of radioactive minerals, especially Thorium.
Thorium is a mineral used as fuel for some nuclear reactors; but it is still in an experimental phase in China, India, the United States, Russia, and some European countries. According to Dina Larios, a Salvadoran geologist working at Ohio University, in El Salvador this mineral is likely found in small quantities in volcanic areas and in precious metal veins alongside gold and silver.
It is possible, then, that the approval of the Nuclear Energy Law in October of last year was to explore and exploit Thorium; and for this, the government also needed to reverse the ban on metallic mining. A new law for the Dirección General de Energía, Hidrocarburos y Minas (General Directorate of Energy, Hydrocarbons, and Mines, DGEHM) and reforms to the Electricity Law were also approved to strengthen the legal framework for the exploitation of radioactive minerals.
The government’s interest in Thorium is confirmed by the signing of an agreement with Thorium Energy Alliance, a U.S. company dedicated to researching and promoting the use of the radioactive mineral in nuclear energy generation and in the space industry.
The agreement was signed in March 2023 by Daniel Álvarez, president of the Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) and head of the DGEHM, and John Kutsch, executive director of the North American company. According to the pro-government newspaper Diario El Salvador, the agreement is in line with government plans for nuclear energy generation.
In statements reported by Diario El Mundo, Kutsch affirmed that El Salvador (with the use of Thorium to produce nuclear energy) could become the “Dubai of Central America”; although he warned that the country must overcome “social, political, and technical obstacles” to advance its nuclear project.
In February of this year, the Bukele administration also signed an agreement on nuclear energy with the Donald Trump administration. The content of the document signed by Salvadoran Foreign Minister Alexandra Hill and her U.S. counterpart, Marco Rubio, is not public; but logic indicates that if it is to produce nuclear energy, it refers to Thorium. “We are eager to expand civil nuclear cooperation with other partners in the Western Hemisphere,” Rubio said.
The possible extraction of Thorium increases and aggravates the threat of metallic mining in the country: not only is there the risk of serious environmental disasters due to the exploitation of gold and other precious metals, but also the dangers associated with handling radioactive materials in such a small and overpopulated territory.
Uncertainty increases with the fact that, in the case of Thorium, it is a mineral that is still under investigation and experimentation. Such a situation should further alert environmental organizations and the general public.
That is why it is necessary to maintain public advocacy against the reactivation of metallic mining and to demand the repeal of the mining law approved in a fast-tracked manner, without technical studies and against the majority opinion of the population. It is urgent to safeguard the country from mining exploitation and dangerous nuclear experiments with radioactive materials.
Revista Elementos: https://revistaelementos.net/palestra/no-solo-es-el-oro-tambien-el-torio/
No solo es el Oro, también el Torio
A simple vista, lo que está detrás de la nueva Ley General de Minería Metálica es la intención de extraer oro, plata y otros metales preciosos. Revista Elementos reveló en julio del año pasado que eso es lo que estaría buscando Titán Resources Limited, la empresa estadounidense que adquirió los terrenos del proyecto minero El Dorado, en Cabañas, abandonado por la Pacific Rim/Oceana Gold tras las aprobación de la prohibición de la minería en marzo de 2017.
Esta misma información fue confirmada en febrero de este año por El Diario de Hoy y retomada por otros medios periodísticos nacionales y extranjeros. Titán opera en Perú y Honduras; y en El Salvador ha comprado tierras con potencial minero, a través de la sociedad Agrícola San José, con financiamiento del Banco Atlántida.
Sin embargo, hay otros intereses extractivos detrás de la nueva ley minera aprobada por el oficialismo en diciembre del año pasado, de los que poco se conoce públicamente. Se trata de la posible explotación de minerales radioactivos, especialmente Torio.
El Torio es una mineral que se utiliza como combustible para algunos reactores nucleares; pero todavía está en fase de experimentación en China, India, Estados Unidos, Rusia y algunos países de Europa. Según Dina Larios, geóloga salvadoreña que trabaja en la Universidad de Ohio, en El Salvador este mineral probablemente se encuentra en pequeñas cantidades en zonas volcánicas y en vetas de metales preciosos junto al oro y la plata.
Es posible, entonces, que la aprobación de la Ley de Energía Nuclear, en octubre del año pasado, haya sido para explorar y explotar el Torio; y para ello también el gobierno necesitaba revertir la prohibición de la minería metálica. También se aprobó una nueva ley para la Dirección General de Energía, Hidrocarburos y Minas (DGEHM) y reformas a la Ley de Electricidad para reforzar el marco legal de la explotación de minerales radioactivos.
El interés gubernamental por el Torio se confirma con la suscripción de un convenio con Thorium Energy Alliance, una empresa estadounidense que se dedica a investigar y promover el uso del mineral radioactivo en la generación de energía nuclear y en la industria espacial.
El convenio fue firmado en marzo de 2023 por Daniel Álvarez, presidente de la CEL y titular de la DGEHM, y John Kutsch, director ejecutivo de la compañía norteamericana. Según publicó el oficialista Diario El Salvador, el convenio está en sintonía con los planes gubernamentales de generación de energía nuclear.
En declaraciones recogidas por Diario El Mundo, Kutsch afirmó que El Salvador (con el uso de Torio para producir energía nuclear) podría convertirse en el “Dubai de América Central”; aunque advirtió que el país debe superar “obstáculos sociales, políticos y técnicos” para impulsar su proyecto nuclear.
En febrero de este año, el gobierno de Bukele también firmó un acuerdo sobre energía nuclear con la administración de Donald Trump. El contenido del documento firmado por la canciller salvadoreña Alexandra Hill y su par estadounidense Marco Rubio no es público; pero la lógica indica que, si es para producir energía nuclear, se refiere al Torio. “Estamos ansiosos por ampliar la cooperación nuclear civil con otros socios del hemisferio occidental”, dijo Rubio.
La posible extracción de Torio aumenta y agrava la amenaza de la minería metálica en el país: ya no sólo existe el riesgo de graves desastres ambientales a causa de la explotación de oro y otros metales preciosos, sino que también se corren los peligros que conlleva el manejo de materiales radioactivos en un territorio tan pequeño y sobrepoblado.
La incertidumbre aumenta con el hecho de que, en el caso del Torio, es un mineral que todavía está en proceso de investigación y experimentación. Tal situación debería alertar aún más a las organizaciones ambientalistas y a la ciudadanía en general.
Por eso es necesario mantener la incidencia pública contra la reactivación de la minería metálica y exigir la derogación de la ley minera aprobada en forma exprés, sin estudios técnicos y contra la opinión mayoritaria de la población. Es urgente poner al país a salvo de la explotación minera y de peligrosos experimentos nucleares con materiales radiactivos.
Revista Elementos: https://revistaelementos.net/palestra/no-solo-es-el-oro-tambien-el-torio/