President Nayib Bukele has not fulfilled his promise to build cultural and educational facilities in three prisons that were closed four years ago, a commitment made on April 16, 2021.
Four years after that commitment, one of the facilities lies abandoned after its demolition; another is regularly used for parties and amusement park rides; and the third houses an Agromercado (agricultural market) and a municipal parking lot.
As Bukele often does, he announced the closure of the prisons in La Unión, Sonsonate, and Metapán in a tweet that day.
“These will be demolished, and we will build cultural and educational infrastructure for our youth. This, along with the closure of the Chalatenango prison, will allow us to bring more opportunities and also remove these obstacles to creating new development hubs,” the president stated at the time on his X account, where he usually announces some of his decisions.
That same day, the Presidency’s website echoed Bukele’s announcement and also published that at the end of December 2020, the Dirección General de Centros Penales (General Directorate of Penal Centers) closed the prison in Chalatenango, where authorities planned to build a regional campus for the Universidad de El Salvador (University of El Salvador, UES).
But to date, no cultural or educational facilities have been built in the four prisons closed during Bukele’s first term.
The only thing the president did accomplish was the demolition of the facilities, which for years housed common prisoners, gang members, and even former officials.
The public applauded the closure of the prisons because they were located in city centers, some even near schools.
Furthermore, residents near these prisons were affected by telecommunications restrictions around the penitentiaries.
“For years, the site has been used for events that, far from contributing to culture or development, have turned it into an unsanitary place that threatens neighbors’ safety because anyone can just decide to hold an event there, and nobody knows who grants the permits.”
A neighbor of the former Sonsonate prison
A source from La Unión confirmed that this prison was demolished and that there were plans to build a cultural space, but “it was left abandoned, just a promise.”
Of the three prisons whose closure was announced by the president four years ago, the La Unión site has remained idle, with no activity taking place. Weeds are even growing there.
News reports indicate that when the closure of the La Unión Preventive Center was announced, it no longer housed prisoners.
A report by El Diario de Hoy on June 9, 2021, stated that demolition work was underway on the facility and that the last inmates held there were 100 individuals transferred from the Mejicanos police holding cells in May 2020 due to suspected COVID-19.
According to records from the Ministerio de Seguridad Pública (Ministry of Public Security), via the General Directorate of Penal Centers, “the prison was built in 1960 and closed its doors last year (2020),” the publication reported at the time.
Metapán
The Metapán Prison, in Santa Ana Norte, was another facility demolished in June 2021.
Until then, it housed 124 inmates who were transferred to La Esperanza Central Penitentiary, according to records.
The Metapán prison at one time held former officials or ex-police officers prosecuted for various crimes.
A resident commented on Wednesday that an Agromercado (agricultural market) was set up in one part of its facilities, and in another, the municipality has established a parking lot.
The source indicated that the previous municipal administration had approached the Dirección de Reconstrucción de Tejido Social (Social Fabric Reconstruction Directorate) to build a Centro Urbano de Bienestar y Oportunidades (Urban Center for Wellbeing and Opportunities, CUBO), but the initiative did not succeed.
“People were hoping for something there, an educational place, whether promoted by the central or local government. Since we also don’t have a ‘casa de la cultura’ [house of culture] or any center where young people can go to study, learn something, to read…” said the Metapán resident, who preferred to remain anonymous.
The situation at the former Sonsonate Prison is not much different from that of the other closed prisons.
The facilities were also demolished in June 2021.
Neighbors, who spoke on condition of anonymity, said on Tuesday that since then, the site has only served as fairgrounds, a venue for popular dances, and a latrine for homeless people.
“It’s definitely a shame that such a valuable property with so much potential is abandoned by the central government. As neighbors, we believe they should make an effort so that instead of paying for premises, they could, with so much space, organize a government center and place many institutions there with parking,” said a resident of the El Ángel neighborhood in the Sonsonate district, where the prison operated.
It was initially built to be used as barracks.
Another neighbor recounted, without specifying a date, that they collected signatures to request that the site no longer be used for amusement park rides or parties because it “disturbs people’s peace.”
They submitted the petition to the mayor’s office; however, a source from the Sonsonate Centro municipality stated that they are not responsible for granting permits because the property is not under their jurisdiction.
Bukele sin cumplir construcción de centros culturales y educativos en cárceles cerradas
El presidente Nayib Bukele no ha cumplido su promesa de construir infraestructuras culturales y educativas en tres instalaciones carcelarias que fueron cerradas hace cuatro años, una promesa hecha el 16 de abril de 2021.
A cuatro años de aquel ofrecimiento, una de las instalaciones se encuentra en abandono, tras la demolición de su infraestructura; la otra es utilizada con regularidad para la realización de fiestas y la instalación de juegos mecánicos; y en la tercera funciona un Agromercado y un estacionamiento municipal.
Como suele hacer Bukele, ese día escribió un tuit donde informó sobre el cierre de los centros penales de La Unión, Sonsonate y Metapán.
“Estos serán demolidos y construiremos infraestructuras culturales y educativas para nuestros jóvenes. Esto, junto con el cierre del penal de Chalatenango, nos permitirá llevar más oportunidades, pero también quitar estos obstáculos para la creación de nuevos polos de desarrollo”, indicó el mandatario en aquel entonces en su cuenta de X, donde suele informar alguna de sus decisiones.
Ese mismo día, el sitio web de la Presidencia retomó el anunció de Bukele y publicó, además, que a finales de diciembre de 2020, la Dirección General de Centros Penales clausuró el recinto penitenciario de la ciudad de Chalatenango, donde las autoridades construirán una sede regional de la Universidad de El Salvador (UES).
Pero a la fecha no se han construido ni infraestructuras culturales y educativas en las cuatro cárceles cerradas durante la primera gestión de Bukele.
Lo único que sí cumplió el mandatario fue la demolición de las infraestructuras, que por años resguardaron a prisioneros comunes, de pandillas e, incluso, exfuncionarios.
La población aplaudió el cierre de los centros penitenciarios debido a que se encontraban en el centro de las ciudades, incluso cercanos a escuelas.
Pero, además, porque los vecinos de esas cárceles eran afectados con la restricción de las telecomunicaciones que había alrededor de los penales.
“El lugar lleva años siendo ocupado para eventos que lejos de contribuir a la cultura o al desarrollo se convierte en un lugar insalubre y que atenta contra la seguridad de los vecinos porque ahí cualquiera inventa hacer algún evento y nadie sabe quién da los permisos respectivos”
Vecino ex cárcel de Sonsonate
Una fuente de La Unión confirmó que esa cárcel fue demolida y que se pretendía construir un espacio cultural; pero “que quedó en abandono, sólo en promesa”.
De las tres cárceles cerradas y que fueron anunciadas hace cuatro años por el presidente, el terreno de La Unión es el que ha quedado ocioso pues no se realiza ninguna actividad. Incluso, la maleza está creciendo en el lugar.
Registros periodísticos reflejan que cuando fue anunciado el cierre del Centro Preventivo de La Unión ya no resguardaba prisioneros.
Una publicación de El Diario de Hoy, del 9 de junio de 2021, consignó que se realizaban trabajos para la demolición de la infraestructura y que los últimos reos que estuvieron en el lugar fueron los 100 que trasladaron de las bartolinas policiales de Mejicanos con sospechas del COVID-19, en mayo de 2020.
De acuerdo con registros del Ministerio de Seguridad Pública, a través de la Dirección General de Centros Penales, “la cárcel fue construida en 1960 y cerró sus puertas el año pasado (2020)”, informó la publicación en dicha oportunidad.
Metapán
El Centro Penal de Metapán, en Santa Ana Norte, fue otra de las infraestructuras demolidas en junio de 2021.
Hasta entonces albergaba a 124 reos que fueron trasladados a la Penitenciaría Central La Esperanza, según registros.
El penal metapaneco resguardó, en su momento, a exfuncionarios o expolicías procesados por algún delito.
Una residente comentó este miércoles que en una parte de sus instalaciones fue ubicado el Agromercado y en otra, la municipalidad ha habilitado un estacionamiento.
La fuente señaló que la anterior administración municipal tuvo acercamiento con la Dirección de Reconstrucción de Tejido Social para la construcción de un Centro Urbano de Bienestar y Oportunidades (CUBO); pero la iniciativa no prosperó.
“La gente esperaba algo ahí, un lugar educativo, ya sea impulsado por el gobierno central o el local. Ya que tampoco tenemos casa de la cultura ni ningún centro donde jóvenes puedan ir a estudiar, aprender algo, a leer…”, dijo la metapaneca, quien prefirió omitir su nombre.
La situación del ex Centro Penal de Sonsonate no dista mucho de las otras cárceles cerradas.
Las instalaciones también fueron demolidas en junio de 2021.
Vecinos que hablaron con la condición de omitir su nombre relataron el martes que el predio, desde entonces, sólo ha servido como campo de la feria, bailes populares y letrina para personas indigentes.
“Definitivamente es una lástima que un inmueble tan valioso y con tanto potencial esté abandonado por el gobierno central ya que como vecino creemos que deberían de hacer un esfuerzo para que en vez de estar pagando locales bien podrían, con tanto espacio, organizar un centro de gobierno y poner ahí muchas instituciones con parqueo”, expresó un residente del barrio El Ángel, en el distrito de Sonsonate, donde funcionaba la cárcel.
La misma, inicialmente, fue construida para ser utilizada como cuartel.
Otro vecino relató, sin precisar fecha, que recolectaron firmas para solicitar que el predio ya no fuera utilizado para la colocación de juegos mecánicos o la realización de fiestas debido a que “perturba la tranquilidad de la gente”.
La petición la realizaron a la alcaldía; sin embargo, una fuente de la municipalidad de Sonsonate Centro señaló que ellos no son los encargados de otorgar los permisos porque el inmueble no está adscrito a dicha entidad.