CESTA says “NO” to Australian seeking support with claim “in El Salvador, you breathe gold” — CESTA dice a “NO” al australiano que pide apoyo porque “en El Salvador se respira oro”

Apr 26, 2025

A foreigner attempted to approach CESTA, as well as communities in the north of the country, to promote metallic mining development in exchange for supposed "economic aid," the environmental organization stated. — Un extranjero intentó acercarse al CESTA, así como a comunidades del norte del país, para promover el desarrollo de la minería metálica a cambio de supuestas “ayudas económicas”, expuso la organización ambientalista.

The Centro Salvadoreño de Tecnología Apropiada (Salvadoran Center for Appropriate Technology, CESTA) has denounced a new attempt to promote metallic mining in El Salvador, this time involving an Australian engineer who allegedly offered economic support to organizations and communities in the northern part of the country in exchange for public backing of the extractive industry.

Ricardo Navarro, president of CESTA, revealed in a radio interview that the foreigner presented himself as a professional intending to collaborate on environmental causes, but was actually seeking to gain ground to promote mining activity.

“Regarding this mining issue, there’s a man from Australia, an engineer from the University of Sydney. This man is here in El Salvador offering money for support on mining matters. He tried to approach us,” Navarro stated.

The environmental organization has warned the public about the presence of foreign interests that, in Navarro’s words, “are getting fully involved with mining.”

According to his account, the mining promoter also attempted to contact environmental groups in San Isidro, department of Cabañas, an area historically affected by conflicts related to the mining industry.

“They rejected him there too, but he has already found people. Of course, if you go somewhere and tell them you’ll pay to promote mining, the poorest people will accept,” he added.

This situation occurs in a context where the Salvadoran government has taken concrete steps towards reactivating metallic mining, after repealing the law in 2024 that had banned it since 2017.

The new regulation establishes that mining operations must be carried out in partnership with the state, which has generated concern among environmental organizations, communities, and religious leaders.

A month earlier, the Catholic Church had submitted a formal petition to the Legislative Assembly to repeal the new Metallic Mining Law, backed by more than 150,000 citizen signatures. However, the proposal has been ignored by pro-government lawmakers, which critical sectors have interpreted as a sign of unwillingness to engage in dialogue.

CESTA insists that mining projects pose a serious threat to the environment and public health, as these projects offer, at best, a lifespan of ten years, during which time they compete for water availability with nearby communities, and subsequently leave a legacy of contamination that lasts for decades.

Experts point out that metallic mining generates “sacrifice zones,” characterized by deforestation, massive soil removal, heavy metal contamination, and alteration of aquifers.

This, in a country like El Salvador, which faces water stress and a growing crisis in access to drinking water, could result in an environmental collapse.

Navarro, who has been criticized for supposedly opposing development, rejects these accusations with personal and technical arguments.

“When I was about 12 years old and riding a horse, if I found a little house nearby and asked for water, they would bring out their little clay pitcher with a gourd cup. It was water that tasted like water. Now, go to the fanciest hotel, it’s bottled water with plastic microparticles. So, are we moving forward or backward?” he reflected.

The CESTA president also pointed out possible connections between the Australian engineer and figures within the ruling party. “On that man’s website (social media), he has 67 friends. Among them are Emerson Bukele, Nayib Bukele, a Nuevas Ideas lawmaker, and representatives of transnational corporations,” he asserted.

Furthermore, on the social network LinkedIn, the foreigner presents himself as a promoter of a new mining corporation seeking to attract international investment with the premise that “in El Salvador, you breathe gold.”

So far, at least two foreign companies have publicly shown interest in operating in the country. Both companies are reportedly evaluating investment opportunities following the enactment of the new mining law.

President Nayib Bukele has defended this policy by comparing El Salvador’s situation to countries like Israel, which engage in mining despite having limited water resources. “Where isn’t there mining?” he questioned in one of his press conferences. To which Navarro responded: “Where is there a country with mining and without protests? Even in large countries like Bolivia, where the impact might be less, there are protests.”

According to environmental estimates, El Salvador has an average concentration of one gram of gold per ton of milled rock. This means that for every gram of gold extracted, one ton of waste contaminated with cyanide and other toxic compounds is generated.

“Every time it rains, we will have contaminated water,” the environmentalist warned.

CESTA concluded with a call emphasizing that defending the environment is not an obstacle to progress, but an indispensable condition for ensuring the well-being and health of future generations.

EDH: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/cesta-dice-no-mineria-tras-intento-apoyo-extranjero/1214277/2025/

CESTA dice a “NO” al australiano que pide apoyo porque “en El Salvador se respira oro”

El Centro Salvadoreño de Tecnología Apropiada (CESTA) ha denunciado un nuevo intento de promover la minería metálica en El Salvador, esta vez a través de un ingeniero australiano que habría ofrecido apoyo económico a organizaciones y comunidades en la zona norte del país, a cambio de respaldo público a la industria extractiva.

Ricardo Navarro, presidente de CESTA, dio a conocer en una entrevista radial que el extranjero se presentó como un profesional con intenciones de colaborar con causas ambientales, pero que en realidad buscaba ganar terreno para fomentar la actividad minera. 

“Con esto de la minería, hay un señor de Australia, es ingeniero de la Universidad de Sídney. Este señor anda aquí en El Salvador ofreciendo dinero para que lo apoyen en asuntos mineros. Trató de acercarse a nosotros”, expusó Navarro.

La organización ambientalista ha alertado a la población sobre la presencia de intereses extranjeros que, en palabras de Navarro, “se están metiendo de lleno con la minería”.

Según relató, el promotor minero también intentó contactar a grupos ambientalistas en San Isidro, departamento de Cabañas, una zona históricamente afectada por conflictos relacionados con la industria minera. 

“Allá también lo rechazaron, pero ya consiguió gente. Claro, si usted llega a un lugar y les dice que va a pagar por promover la minería, la gente más pobre va a aceptar”, añadió.

Esta situación ocurre en un contexto en el que el gobierno salvadoreño ha dado pasos concretos hacia la reactivación de la minería metálica, tras derogar en 2024 la ley que la prohibía desde 2017. 

La nueva normativa establece que las operaciones mineras deben realizarse en asociación con el Estado, lo que ha generado preocupación entre organizaciones ambientalistas, comunidades y líderes religiosos.

Un mes antes, la Iglesia Católica había presentado una petición formal ante la Asamblea Legislativa para derogar la nueva Ley de Minería Metálica, respaldada por más de 150,000 firmas ciudadanas. Sin embargo, la propuesta ha sido ignorada por los diputados oficialistas, lo que ha sido interpretado por sectores críticos como una muestra de falta de apertura al diálogo.

Desde CESTA se insiste en que los proyectos mineros representan una amenaza grave para el medio ambiente y la salud pública, debido a que estos proyectos aportan, en el mejor de los casos, diez años de vida útil, tiempo en el cual compiten por la disponibilidad de agua con las comunidades cercanas, y posteriormente dejan un legado de contaminación que se extiende por décadas.

Los expertos señalan que la minería metálica genera “zonas de sacrificio”, caracterizadas por la deforestación, la remoción masiva de suelos, la contaminación con metales pesados y la alteración de los mantos acuíferos. 

Esto, en un país como El Salvador, que enfrenta estrés hídrico y una creciente crisis de acceso al agua potable, podría resultar en un colapso ambiental.

Navarro, quien ha sido criticado por supuestamente oponerse al desarrollo, rechaza los señalamientos con argumentos personales y técnicos. 

“Cuando tenía unos 12 años y andaba a caballo, si encontraba una casita por ahí y pedía agua, sacaban su cantarito con un huacalito de morro. Era agua que sabía a agua. Ahora, vaya al hotel más pintado, es agua envasada con micropartículas de plástico. Entonces, ¿estamos avanzando o retrocediendo?”, reflexionó.

El presidente del CESTA también señaló posibles conexiones del ingeniero australiano con figuras del oficialismo. “En la página web de ese señor (redes sociales) tiene 67 amigos. Entre ellos están Emerson Bukele, Nayib Bukele, una diputada de Nuevas Ideas y representantes de empresas transnacionales”, aseguró. 

Además, en la red social LinkedIn, el extranjero se presenta como promotor de una nueva corporación minera que busca atraer inversión internacional con la premisa de que “en El Salvador se respira oro”.

Hasta el momento, al menos dos empresas extranjeras han mostrado públicamente su interés en operar en el país. Ambas compañías estarían evaluando oportunidades de inversión luego de la entrada en vigor de la nueva ley minera.

El presidente Nayib Bukele ha defendido esta política comparando la situación de El Salvador con la de países como Israel, que desarrollan minería pese a tener limitados recursos hídricos. “¿Dónde no hay minería?”, cuestionó en una de sus conferencias. A lo que Navarro respondió: “¿Dónde hay un país con minería y sin protestas? Aun en países grandes como Bolivia, donde el impacto podría ser menor, hay protestas”.

Según estimaciones ambientales, El Salvador tiene una concentración promedio de un gramo de oro por tonelada de roca molida. Esto significa que por cada gramo de oro extraído se genera una tonelada de residuos contaminados con cianuro y otros compuestos tóxicos. 

“Cada vez que llueve, vamos a tener agua contaminada”, advirtió el ambientalista.

CESTA concluyó con un llamado a la defensa del medio ambiente no es un obstáculo al progreso, sino una condición indispensable para garantizar el bienestar y la salud de las futuras generaciones.

EDH: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/cesta-dice-no-mineria-tras-intento-apoyo-extranjero/1214277/2025/