For every $100 El Salvador will use in 2025 to pay loan debts, $42 are for payments related to loans approved in the last four years, authorized by the Legislative Assembly controlled by Nuevas Ideas.
This figure emerges from the nation’s 2025 budget numbers, specifically in the section the Ministry of Finance dedicates to external public debt commitments, available on the Fiscal Transparency Portal, and by cross-referencing these with loan decrees approved between May 2021 and April 2025.
Between these dates, Nuevas Ideas, PCN, PDC, and GANA have approved 53 loans: 18 in 2021, 12 in 2022, six in 2023, 12 in 2024, and three in 2025.
The total amount of the 53 loans approved by the ruling party bloc reaches $7.2562 billion and covers a variety of projects, from infrastructure construction (such as the Los Chorros viaduct) to health, education, or COVID-19 response efforts.
Of the 53 loans approved by Nuevas Ideas, 46 appear in the budget as commitments requiring installment payments, either interest or amortization.
For only nine of the 46 loans approved by the ruling bloc that appear in the budget is El Salvador already making payments related to debt amortization; or, put differently, paying to reduce the amount of debt.
Meanwhile, for 41 loans approved by Nuevas Ideas and its allies, the country is currently only paying interest.
In the 2025 budget, El Salvador must allocate $1.687 billion to external debt payments. Of this, the largest amount comes from bond issues, totaling $835.2 million.
Additionally, the country has committed $851.8 million for loan-related payments. Of this latter figure, $364.5 million is for interest payments, and $487.2 million is for amortization.
More details
Regarding the aforementioned amounts, of the $364.5 million corresponding to interest payments: $115 million corresponds to interest on loans or financial operations that were not approved by Nuevas Ideas and its allies.
Approximately $249.5 million is indeed for paying interest on loans approved by the last two legislatures, in which Nuevas Ideas has had enough votes to approve loans without significant debate in the plenary session.
As for loan amortization, of the $487.2 million allocated for it: $378.6 million is for amortizing debt from loans contracted before 2021; and $108.6 million is for loans from that year or later.
At this point, it is worth remembering that with loans, the initial years usually involve higher interest payments, which later balance out with amortization payments.
Likewise, economists have also mentioned that one thing that should be analyzed when loans are approved is their budget execution.
This is because approving a loan does not mean the amount immediately appears as debt in government accounting; rather, it is added as the lending institution disburses funds for project execution.
On this point, the government shows deficiencies. For example, there are three loans approved for education (“Mi Nueva Escuela” [My New School]; “Mejora de la Calidad y Cobertura Educativa: Nacer, Crecer, Aprender” [Improving Educational Quality and Coverage: Be Born, Grow, Learn]; and “Crecer y Aprender Juntos: Desarrollo Integral de la Primera Infancia en El Salvador” [Growing and Learning Together: Comprehensive Early Childhood Development in El Salvador]) totaling $550 million.
These three loans were approved and ratified between 2020 and 2021, and payments began appearing in the 2022 budget.
Thus, between 2022 and 2024, the country paid $20.5 million on these three loans, but only in interest. At the same time, the Government of El Salvador (GOES), according to Fiscal Transparency Portal reports, has executed $33.5 million over three years.
For 2025, El Salvador will pay $21.3 million for these three loans, divided into: $13.7 million in interest and $7.6 million in amortization.
This means that, pending the execution of the loans in 2025, the country will have already paid $34.2 million in interest, and only $7.6 million in amortization. And the amount paid in interest exceeds what was executed in the first three years of the loans.
Following all this, lawmaker Claudia Ortiz from the Vamos party stated that what is seen in the budget is the effect of a lack of planning.
“The analysis that should be done is to what extent available resources are being committed for the future. As loans are acquired, debt service becomes an inflexible item in the budget, reducing the room for maneuver to implement economic policy, social policy,” explained the lawmaker.
“(Debt) eats away at the possibility for other budgets. The danger of such recurrent borrowing is that the more we borrow, the more interest we will have to pay, and there is no room for maneuver to eliminate that. So, it reduces the possibility of dedicating that money to other things,” Ortiz insisted.
Regarding Ortiz’s point, the method by which decrees are approved in the Legislative Assembly is also relevant.
Thus, of the 53 loans approved by the ruling bloc, the Assembly resorted to fast-tracking procedures for 22 of them, either for the initial loan approval or its subsequent ratification.
It is also worth mentioning that all these figures do not include the various issues of securities that the Assembly has approved since 2021.
$7,256 millones en préstamos aprobados por partido oficial en El Salvador
De cada $100 que El Salvador ocupará en 2025 para pagar deudas de préstamos, $42 son para pago relacionados a créditos aprobados en los últimos cuatro años, y que fueron autorizados por la Asamblea Legislativa controlada por Nuevas Ideas.
Ese es el dato que arrojan las cifras del presupuesto de la nación del año 2025, en el apartado que el Ministerio de Hacienda dedica a los compromisos de deuda pública externa, disponibles en el portal de Transparencia Fiscal, y el cruce de estos con los decretos de préstamos aprobados entre mayo de 2021 y abril de 2025.
Entre ambas fechas, Nuevas Ideas, PCN, PDC y GANA han aprobado 53 préstamos: 18 en 2021, 12 en 2022, seis en 2023, 12 en 2024, y tres en 2025.
El monto que suman los 53 préstamos aprobados por el oficialismo alcanza los $7,256.2 millones, y abarcan diversidad de proyectos, desde la construcción de infraestructura (construcción del viaducto de los Chorros, por ejemplo), hasta temas de salud, educación, o de respuesta para enfrentar el covid-19.
De los 53 préstamos aprobados por Nuevas Ideas, hay 46 que aparecen reflejados en el presupuesto como compromisos por los que hay que pagar cuotas, ya sean de intereses o de amortización.
Solo en nueve de los 46 préstamos aprobados por el oficialismo que aparecen en el presupuesto El Salvador está pagando ya cuotas relacionadas con amortización de la deuda; o mejor explicado, pagando para bajar la cantidad de deuda.
Mientras, hay 41 préstamos aprobados por Nuevas Ideas y aliados por los cuales, en estos momentos, el país únicamente se encuentra pagando intereses.
En el presupuesto de 2025, El Salvador debe dedicar $1,687 millones a pago de deuda externa. De esto, el monto más grande proviene de la emisión de bonos, que suma $835.2 millones.
Luego, el país tiene comprometidos para pagos relacionados a préstamos un monto de $851.8 millones.De esa última cifra, $364.5 millones son para pago de intereses, y $487.2 millones son para amortizaciones.
Más detalles
De los montos antes mencionados, de los $364.5 millones que corresponden a pago de intereses: $115 millones corresponden a intereses de préstamos u operaciones financieras que no fueron aprobadas por el partido cian y sus aliados.
Unos $249.5 millones sí son para pagar intereses de préstamos aprobados por las dos últimas legislaturas, en las cuales Nuevas Ideas ha contado con los votos suficientes para aprobar préstamos sin mayor discusión en el pleno.
En cuanto a la amortización de préstamos, de los $487.2 millones dispuestos para ello: $378.6 son para amortizar deuda de préstamos contraídos antes de 2021; y $108.6 millones son para préstamos de ese año o posteriores.
En este punto conviene recordar que, con los préstamos, los primeros años siempre suelen ser los de mayor pago de intereses, y que esto luego se va equilibrando con el de amortizaciones.
Asimismo, también economistas han mencionado que una cosa que debe analizarse cuando se aprueban préstamos es la ejecución presupuestaria de los mismos.
Lo anterior debido a que al aprobar un préstamo no significa que el monto aparece de inmediato como deuda en la contabilidad gubernamental, sino que se va añadiendo en la medida que el organismo que presta va realizando desembolsos de fondos para ejecución de los proyectos.
En ese punto, el gobierno presenta deficiencias. Por ejemplo, hay tres préstamos aprobados para educación (“Mi Nueva Escuela”; “Mejora de la Calidad y Cobertura Educativa: Nacer, Crecer, Aprender”; y “Crecer y Aprender Juntos: Desarrollo Integral de la Primera Infancia en El Salvador”) que suman $550 millones.
Estos tres préstamos fueron aprobados y ratificados entre 2020 y 2021, y comenzaron a aparecer con pagos en el presupuesto 2022.
Así, entre 2022 y 2024, el país pagó $20.5 millones en esos tres préstamos, pero únicamente a intereses. Al mismo tiempo, el GOES, según los reportes de Transparencia Fiscal, ha ejecutado $33.5 millones en tres años.
Para 2025, entre los tres préstamos, El Salvador pagará $21.3 millones, divididos en: $13.7 millones en intereses y $7.6 millones en amortización.
Lo anterior significa que, a la espera de la ejecución que se tenga de los préstamos en 2025, el país ya habrá pagado $34.2 millones en intereses, y solo $7.6 millones en amortización. Y el monto pagado en intereses supera a lo ejecutado en los primeros tres años de los préstamos.
Luego de todo lo anterior, la diputada del partido Vamos Claudia Ortiz aseguró que lo que se ve en el presupuesto es el efecto de la falta de planificación.
“El análisis que se debería hacer es en qué medida los recursos disponibles se están comprometiendo a futuro. En la medida que se adquieren préstamos, el servicio de la deuda es un rubro rígido en el presupuesto, quita margen de maniobra para hacer política económica, política social”, explicó la legisladora.
“(La deuda) se va comiendo la posibilidad de otros presupuestos. El peligro de un endeudamiento tan recurrente es que, entre más nos endeudamos,más habrá que pagar intereses, y esos no hay margen de maniobra para quitárselos. Entonces, le quita posibilidad de dedicar ese dinero a otras cosas”, insistió Ortiz.
En ese punto de lo mencionado por Ortiz, cabe también el dato que surge del método con que se aprueban los decretos en la Asamblea Legislativa.
Así, de 53 préstamos aprobados por el oficialismo, en 22 de ellos la Asamblea recurrió a la dispensa de trámite, ya sea para la aprobación inicial del préstamo o para su posterior ratificación.
Asimismo, conviene mencionar que todas esas cifras no incluyen las diferentes emisiones de títulos valores que la Asamblea ha aprobado desde 2021.