Representatives Gregory W. Meeks, ranking member of the House Committee on Foreign Affairs, and Joaquín Castro, ranking member of the Subcommittee on the Western Hemisphere, sent a letter last April 17 to Secretary of State Marco Rubio, demanding details about the agreement between the governments of the United States and El Salvador for sending deported individuals to be detained at the Terrorism Confinement Center (CECOT).
The letter, which LA PRENSA GRÁFICA accessed, stipulates that the Department of State has not informed the U.S. Congress about the details of the agreement or how its implementation is being financed, as required by U.S. law.
Specifically, they request a detailed and complete description of the legal authorities the Executive Branch is relying on to make the agreement supporting expulsions to El Salvador and the detention of these individuals in CECOT; they ask for a detailed and complete description of the assistance accounts through which the Department of State has facilitated the expulsions to El Salvador.
They also request the total amount and list of beneficiaries of Department of State funds allocated for the deportation of individuals from the United States to El Salvador or their detention, including support to the Government of El Salvador for operating the prisons housing the deported individuals.
They ask that Rubio provide a description of the mechanisms used to monitor and evaluate the expenditure of foreign assistance funds, as well as the justification provided for their use. The letter warns that “the Department of State’s failure to inform the Committee about the agreement or non-binding instrument with El Salvador and any related use of Department funds to implement said agreement constitutes a potential violation of the law.”
On March 16 of this year, a group of 238 Venezuelans were sent to CECOT accused of belonging to terrorist groups, including the one known as Tren de Aragua, along with other Salvadorans accused of belonging to MS-13. This action has been questioned by U.S. agencies and members of Congress, as well as international human rights organizations, due to the lack of due process.
Power to Verify
According to international relations expert Napoleón Campos, because the Government of El Salvador has stated that its U.S. counterpart provides economic payment for the detention of these deported individuals at CECOT, the U.S. Congress has the authority to verify in situ wherever any public money is involved.
“Congress approves the budget and controls it, audits it, oversees it… it has the full constitutional authority to exercise this wherever there is a cent of U.S. public money, even overseas… CECOT is not an exception, there are no exceptions,” he explained to LA PRENSA GRÁFICA.
On Thursday, April 18, Republican Senator Chris Van Hollen traveled to CECOT to make contact with the Salvadoran deported due to an administrative error, Kilmar Ábrego García, but he was denied access to the mega-prison, a situation Campos describes as a violation for U.S. congress members; however, later that afternoon, he was able to interview him at a location different from the prison.
“The political oversight of the national budget, of public funds, by the U.S. Congress, is its constitutional power, not the Executive’s… therefore, if the transfer of migrants to CECOT is a public contract with funds from U.S. taxpayers, then every member of Congress (senator, representative) has the authority to control that spending, therefore they should never have to ask permission to monitor that spending (meaning enter CECOT),” Campos added.
Congresistas EUA piden detalles del uso de fondos sobre el acuerdo con El Salvador para enviar migrantes al CECOT
Los representantes Gregory W. Meeks, miembro de mayor rango del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes; y Joaquín Castro, miembro de mayor rango del Subcomité del Hemisferio Occidental, enviaron el 17 de abril pasado una carta al secretario de Estado, Marco Rubio, exigiendo detalles sobre el acuerdo entre los gobiernos de Estados Unidos y El Salvador para el envío y detención de personas deportadas al Centro de Confinamiento contra el Terrorismo (CECOT).
La carta, a la que LA PRENSA GRÁFICA tuvo acceso, estipula que el Departamento de Estado no ha informado al Congreso de Estados Unidos sobre los detalles del acuerdo ni sobre cómo se está financiando su implementación, tal y como lo exige la ley estadounidense.
Solicitan concretamente una descripción detallada y completa de las competencias legales en las que se basa el Poder Ejecutivo para realizar el acuerdo que apoya las expulsiones a El Salvador y las detenciones de esas personas en el CECOT; piden una descripción detallada y completa de las cuentas de asistencia mediante las cuales el Departamento de Estado ha facilitado las expulsiones a El Salvador.
También solicitan el monto total y la lista de beneficiarios de los fondos del Departamento de Estado destinados a la deportación de personas de Estados Unidos a El Salvador o su detención, incluyendo el apoyo al Gobierno de El Salvador para la operación de las cárceles que albergan a las personas deportadas.
Piden que Rubio brinde una descripción de los mecanismos que utiliza para supervisar y evaluar el gasto de los fondos de asistencia exterior, así como la justificación realizada para la utilización de los mismos. La carta advierte que “la falta de información del Departamento de Estado al Comité sobre el acuerdo o instrumento no vinculante con El Salvador y cualquier uso relacionado de fondos del Departamento para implementar dicho acuerdo constituye una posible violación de la ley”.
El 16 de marzo de este año, un grupo de 238 venezolanos fueron enviados al CECOT acusados de pertenecer a grupos terroristas, entre ellos el conocido como Tren de Aragua, más otros salvadoreños acusados de pertenecer a la MS-13. Este hecho ha sido cuestionado por organismos estadounidenses y congresistas, así como organizaciones internacionales de derechos humanos ante la falta de un debido proceso judicial.
Poder para verificar
Para el experto en relaciones internacionales, Napoleón Campos, debido a que el Gobierno de El Salvador ha afirmado que su homólogo estadounidense una paga económica por la retención de esas personas deportadas al CECOT, el Congreso de EUA tiene la facultad de verificar in situ donde haya cualquier dinero público.
“El Congreso aprueba el presupuesto y los controla, los audita, los vigila…tiene toda la facultad constitucional para ejercerlo donde haya un centavo del pueblo de EUA, incluso en ultramar… el CECOT no es una excepción, no hay excepciones”, expuso a LA PRENSA GRÁFICA.
El jueves 18 de abril, el senador republicano, Chris Van Hollen, viajó al CECOT para tener contacto con el salvadoreño deportado por un error administrativo, Kilmar Ábrego García, pero no tuvo acceso a la megacárcel, una situación que Campos expone es una vulneración para los congresistas norteamericanos; sin embargo, por la tarde de ese día, pudo entrevistarlo en un lugar distinto a la prisión.
“El control político del presupuesto general de la nación, de los fondos públicos, por el Congreso de EUA, es su facultad constitucional, no del Ejecutivo…por tanto, si el traslado de migrantes al CECOT es un contrato público con fondos de los contribuyentes de EUA entonces todo congresista (senador, representante) tiene la facultad de controlar ese gasto, por tanto en ningún momento deben de pedir permiso para vigilar ese gasto (entiéndase entrar a CECOT)”, agregó Campos.