Lawyers for Salvadoran Kilmar Armando Ábrego García vehemently asked the judge in the case to compel the Trump administration to bring him back to the United States after he was deported to El Salvador due to what authorities acknowledged as “an administrative error,” reported The New York Times.
Ábrego, a Maryland resident whose wife and son are U.S. citizens, was deported last month to a Salvadoran maximum-security prison intended for gang members.
Lawyers for Ábrego García, 29, angrily questioned the Trump officials’ admission late Monday night that they had made an “administrative error” by sending him on a flight to El Salvador on March 15, even though a U.S. immigration judge had already determined he could face torture and even death there.
The lawyers also expressed outrage that the administration claimed to have little power to release Ábrego García, despite having “intentionally caused or, at best, negligently caused” the situation, which “is a shocking set of facts,” according to the newspaper report.
The case has raised questions not only about how a man who had received judicial permission to remain in the U.S. could have ended up on a flight to El Salvador, but also about why the Trump administration apparently has done nothing to correct its error.
Furthermore, the case, unfolding in a Maryland federal court, has put a spotlight on the administration’s description of Ábrego García as a member of the Salvadoran gang MS-13, an accusation for which there is little evidence and which he denies.
Acknowledge “Error,” but Accuse the Affected Individual
The Trump administration acknowledged “an administrative error” in Ábrego García’s deportation to El Salvador but accuses him of being part of the MS-13 gang.
“It was an administrative error,” White House spokesperson Karoline Leavitt acknowledged during a press conference Tuesday.
But “this individual who was deported to El Salvador and will not return to our country was a member of the brutal and vicious MS-13 gang,” she said. She even called him a “ringleader.”
Furthermore, “we have credible intelligence showing that this individual was involved in human trafficking,” she added.
“Was he convicted by a court?” a journalist asked her.
“There is plenty of evidence at the Department of Homeland Security,” and Immigration and Customs Enforcement (ICE) “has that evidence,” Leavitt replied, claiming to have seen it herself.
Shortly after Ábrego García was arrested by local police in March 2019 while looking for work at a Home Depot in Hyattsville, Maryland, Immigration and Customs Enforcement (ICE) officials attempted to deport him.
During those proceedings, officials accused him of being an MS-13 member based on two pieces of evidence: an accusation from a confidential informant claiming Ábrego García belonged to the gang, and the fact that he was wearing a Chicago Bulls cap and hoodie, which officials considered additional proof of his gang affiliation.
Ábrego García appealed the deportation order and requested asylum, arguing his life would be in danger if he were sent back to El Salvador. In October 2019, an immigration judge granted him a status known as “withholding of removal,” which protected him from deportation.
However, last month, immigration agents arrested him again and erroneously told him that his protection status had changed. Within days, he was placed on one of three flights to El Salvador that the Trump administration hastily organized as it began using a rarely invoked wartime statute, the Alien Enemies Act, to deport Venezuelans accused of being members of another gang, the Tren de Aragua.
Hearing This Friday
The Trump administration has urged the judge overseeing the case, Paula Xinis, to reject his family’s request to bring him back. Officials have argued that the White House cannot compel the Salvadoran government to release him and that U.S. federal courts lack jurisdiction to order his release.
Judge Xinis has scheduled a hearing on Friday to discuss the deportation. Before the hearing, Ábrego García’s lawyers told the judge it was inconceivable that Trump officials had done nothing to bring him back, especially when previous administrations, according to them, had worked quickly to secure the return of individuals who were mistakenly removed.
The lawyers have asked Judge Xinis to order the administration to use “financial and diplomatic pressure” to secure their client’s release. However, the Department of Justice, in an apparent sign of resignation, responded this week that there is no evidence that the Salvadoran government would agree to release Ábrego García for money or would even consider doing so if the administration asked.
EDH: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/deportacion-deportados-/1210301/2025/
Abogados piden a juez el retorno a EE.UU. de trasladado a El Salvador por “error”
Los abogados del salvadoreño Kilmar Armando Ábrego García pidieron con vehemencia al juez del caso que obligue a la administración Trump a traerlo de vuelta a Estados Unidos, después que fue deportado a El Salvador por lo que las autoridades reconocieron como “un error administrativo”, informó el periódico The New York Times.
Ábrego, residente Maryland y cuya esposa e hijo son ciudadanos estadounidenses, fue deportado el mes pasado a una prisión salvadoreña de máxima seguridad, destinada a pandilleros.
Los abogados de Ábrego García, de 29 años, cuestionaron airadamente que los funcionarios de Trump admitieron el lunes por la noche que habían cometido un “error administrativo” al enviarlo en un vuelo a El Salvador el 15 de marzo, a pesar de que un juez de inmigración de EE.UU. ya había determinado que podría enfrentar tortura y hasta la muerte allí.
Los abogados también expresaron su indignación ante el hecho de que la administración afirmara tener poco poder para liberar a Ábrego García, pese a que “causaron intencionalmente o, en el mejor de los casos, por negligencia”, lo cual “es un conjunto de hechos escandaloso”, según informó el periódico.
El caso ha generado preguntas no solo sobre cómo un hombre que había recibido permiso judicial para permanecer en EE.UU. pudo haber terminado en un vuelo a El Salvador, sino también sobre por qué la administración Trump aparentemente no ha hecho nada para corregir su error.
Además, el caso, que se está desarrollando en un tribunal federal de Maryland, ha puesto el foco en la descripción que la administración ha hecho de Ábrego García como miembro de la pandilla salvadoreña MS-13, una acusación para la cual hay poca evidencia y que él mismo niega.
Reconocen “error”, pero acusan al afectado
El gobierno Trump reconoció “un error administrativo” en la deportación a El Salvador de Ábrego García, pero lo acusa de formar parte de la pandilla MS-13.
“Fue un error administrativo”, reconoció este martes la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, durante una rueda de prensa.
Pero “este individuo que fue deportado a El Salvador y no regresará a nuestro país era miembro de la brutal y viciosa pandilla MS-13”, dijo. Lo calificó incluso de “cabecilla”.
Además “tenemos (información de) inteligencia creíble que demuestra que este individuo estaba involucrado en el tráfico de personas”, añadió.
¿Fue condenado por un tribunal? le preguntó una periodista.
«Hay un montón de pruebas en el Departamento de Seguridad Interior» y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) «tiene esas pruebas», contestó Leavitt, quien asegura haberlas visto.
Poco después de que Ábrego García fuera detenido por la policía local en marzo de 2019 mientras buscaba trabajo en un Home Depot en Hyattsville, Maryland, funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) intentaron deportarlo.
Durante esos procedimientos, los funcionarios lo acusaron de ser miembro de MS-13 basándose en dos pruebas: una acusación de un informante confidencial que afirmó que Abrego García pertenecía a la pandilla y el hecho de que llevaba puesta una gorra y una sudadera con capucha de los Chicago Bulls, lo que los funcionarios consideraron como prueba adicional de su afiliación a la pandilla.
Abrego García apeló la orden de deportación y solicitó asilo, argumentando que su vida correría peligro si era enviado de regreso a El Salvador. En octubre de 2019, un juez de inmigración le otorgó un estatus conocido como “retención de expulsión”, que lo protegía de la deportación.
Sin embargo, el mes pasado, agentes de inmigración lo detuvieron nuevamente y, de manera errónea, le dijeron que su estatus de protección había cambiado. En cuestión de días, fue colocado en uno de los tres vuelos a El Salvador que la administración Trump organizó apresuradamente al comenzar a utilizar un estatuto de tiempos de guerra raramente invocado, la Ley de Enemigos Extranjeros, para deportar a venezolanos acusados de ser miembros de otra pandilla, el Tren de Aragua.
Audiencia este viernes
La administración Trump ha instado a la jueza que supervisa el caso, Paula Xinis, a rechazar la petición de su familia para traerlo de regreso. Los funcionarios han alegado que la Casa Blanca no puede obligar al gobierno salvadoreño a liberarlo y que los tribunales federales de EE.UU. no tienen jurisdicción para ordenar su liberación.
La jueza Xinis tiene programada una audiencia el viernes para discutir la deportación. Antes de la audiencia, los abogados de Abrego García le dijeron a la jueza que era inconcebible que los funcionarios de Trump no hubieran hecho nada para traerlo de regreso, especialmente cuando administraciones anteriores, según ellos, habían trabajado rápidamente para lograr el retorno de personas que fueron removidas por error.
Los abogados han pedido a la jueza Xinis que ordene a la administración utilizar “presión financiera y diplomática” para asegurar la liberación de su cliente. Sin embargo, el Departamento de Justicia, en una aparente señal de resignación, respondió esta semana que no hay evidencia de que el gobierno salvadoreño aceptaría liberar a Ábrego García por dinero o siquiera consideraría hacerlo si la administración se lo pidiera.
EDH: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/deportacion-deportados-/1210301/2025/