In summary
- A pro-government communicator stated that the Episcopal Conference of El Salvador did not speak out about insecurity, but this is false.
- Clergy members expressed their concerns about homicidal violence in the country in 2005 and 2014.
- Pro-government figures question the Catholic Church hierarchy’s rejection of mining exploitation in the country.
The communicator and former editorial director of La Prensa Gráfica, Gabriel Trillos, claimed that the country’s Episcopal Conference did not speak out in the past on the issue of insecurity as it has done with its rejection of the recently approved metallic mining law, but this statement falls into the False category, as there are ecclesiastical documents that contradict it.
Trillos expressed surprise that the Conference “has awakened” after a group of clergy, led by the Archbishop of San Salvador, José Luis Escobar Alas, presented a total of 150,000 signatures from parishioners to the Legislative Assembly rejecting metal extraction due to the risk of environmental damage and harm to water sources.
“I believe that, from mining to mining, from issue to issue, the Episcopal Conference has awakened, and hopefully, it will maintain some activity through analysis and the positions they represent. I think there are other series of issues prior to this one, with the whole issue of insecurity, where they could have expressed themselves in many ways and did not, but they found an issue that moved them,” the communicator said on the program Pulso Ciudadano.
However, Infodemia reviewed at least two statements where the clergy addressed the issue of insecurity and violence in El Salvador, the first in 2005 and another in 2014.
The Episcopal Conference of El Salvador issued an extensive pastoral letter in November 2005 called “Do not be overcome by evil,” in which they expressed their concerns in 52 points.
“We also have the violence produced by common crime that lurks everywhere: at home and outside; in the countryside and the city, on farms or vacant lots, at bus stops and inside public transport, in businesses and offices. It is a murderous violence that mercilessly takes the lives of people of all ages and conditions: girls and boys, women, young people and the elderly, humble workers and professionals. No one is safe from this social scourge,” the document states.
“Added to domestic violence and common crime is the terrifying violence of youth gangs or maras, drug trafficking, and organized crime,” it adds.
It even questions the ineffective results achieved by the measures implemented by the government at the time, as they did not stop the rise in homicides, while policies against gangs had only increased violence.
“We request from our government authorities a policy that implements programs for prevention, rehabilitation, and social insertion with sufficient economic investment and other resources to ensure the solution to the problem of violence suffered by the country,” it indicates.
According to the Pan-Hispanic Dictionary of Legal Spanish, an Episcopal Conference is a permanent institution formed by the assembly of bishops of a nation or specific territory, who jointly exercise certain pastoral functions regarding the faithful of their territory, to promote the greater good that the Church provides to people according to the norm of law, especially through forms and methods of apostolate suitably adapted to the particular circumstances of time and place.
In November 2014, a year before the most homicidal period of the century so far in the country, the clergy insisted on condemning violence in their message “facing the serious situation of violence we are experiencing.”
“Today we return to the same topic because the phenomenon of violence has become even more serious and complex,” indicated the priests, among them Monsignors José Luis Escobar Alas, Gregorio Rosa Chávez, and Fabio Colindres, who was criticized for his role as a mediator in the gang truce between 2012 and 2014.
Furthermore, statements by Archbishop Escobar Alas caused controversy when he said that El Salvador was on the verge of becoming a “failed state” due to the violence situation it was experiencing in 2014.
Es falso que la Iglesia salvadoreña no se haya pronunciado en el pasado contra la violencia
En resumen
- Un comunicador del oficialismo expresó que la Conferencia Episcopal de El Salvador no se pronunció por la inseguridad, pero esto es falso.
- Los religiosos manifestaron en 2005 y 2014 sus preocupaciones por la violencia homicida en el país.
- El oficialismo cuestiona el rechazo de los jerarcas de la Iglesia Católica hacia la explotación minera en el país.
El comunicador y ex director editorial de La Prensa Gráfica, Gabriel Trillos, afirmó que la Conferencia Episcopal del país no se pronunció en el pasado por el tema de inseguridad como sí lo ha hecho con su rechazo a la reciente aprobación de la ley de minería metálica, pero esta declaración entra en la categoría de Falso, ya que hay documentos eclesiales que lo contradicen.
Trillos manifestó que le sorprendió que la Conferencia “haya despertado” luego de que un grupo de religiosos, encabezado por el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, presentaron a la Asamblea Legislativa un total de 150.000 firmas de feligreses que rechazan la extracción de metales debido al riesgo a los daños al medio ambiente y sus fuentes hídricas.
“Yo creo que, de minería la minería, de tema a tema (la Conferencia Episcopal) creo que ha despertado y ojalá que se mantenga en cierta actividad por el análisis y las posiciones que representan. Creo que hay otras series de temas previos a este, con todo el tema de inseguridad que pudieron haberse expresado de muchas maneras y no lo hicieron, pero encontraron un tema que los moviera”, dijo el comunicador en el programa Pulso Ciudadano.
Sin embargo, Infodemia revisó al menos dos pronunciamientos donde los religiosos abordaron el tema de inseguridad y violencia en El Salvador, la primera de ellas en 2005 y otra más en 2014.
La Conferencia Episcopal de El Salvador emitió en noviembre de 2005 una extensa carta pastoral llamada “No te dejes vencer por el mal”, en la que en 52 incisos expresaron sus preocupaciones.
“Tenemos también la violencia producida por la delincuencia común que acecha en todas partes: en casa y fuera de casa; en el campo y la ciudad, en fincas o terrenos baldíos, en paradas de buses y al interior de los medios de transporte público, en negocios y oficinas. Es una violencia asesina que arrebata sin piedad la vida de personas de toda edad o condición: niñas y niños, mujeres, jóvenes y personas mayores, humildes trabajadores y profesionales. Nadie está a salvo de este flagelo social”, dice el documento.
“A la violencia doméstica y a la delincuencia común se añade la pavorosa violencia de las pandillas juveniles o maras, del narcotráfico y del crimen organizado”, agrega.
Incluso, cuestiona los resultados poco efectivos que lograban las medidas impulsadas por el Gobierno en turno, ya que no frenaron el alza de los homicidios, mientras que las políticas en contra de las pandillas solo habían incrementado la violencia.
“Solicitamos a nuestras autoridades gubernamentales una política que concretice los programas de prevención, rehabilitación e inserción social con una suficiente inversión económica y otros recursos que aseguren la solución del problema de la violencia que sufre el país”, indica.
Según el diccionario panhispánico del español jurídico, una conferencia Episcopal es Institución de carácter permanente formada por la asamblea de los obispos de una nación o territorio determinado, que ejercen unidos algunas funciones pastorales respecto de los fieles de su territorio, para promover conforme a la norma del derecho el mayor bien que la Iglesia proporciona a las personas, sobre todo mediante formas y modos de apostolado convenientemente acomodados a las peculiares circunstancias de tiempo y de lugar.
En noviembre de 2014, un año previo al período más homicida en lo que va del siglo en el país, los religiosos insistieron en condenar la violencia en su mensaje “frente a la grave situación de violencia que vivimos”.
“Hoy volvemos sobre el mismo tema porque el fenómeno de la violencia se ha vuelto aún más grave y complejo”, indicaron los sacerdotes, entre ellos los monseñores José Luis Escobar Alas, Gregorio Rosa Chávez y Fabio Colindres, quién fue criticado por su participación de mediador en la tregua de pandillas entre 2012 y 2014.
Por otra parte, unas declaraciones del arzobispo Escobar Alas causaron polémica al decir que El Salvador estaba a punto de convertirse en un “Estado fallido” por la situación de la violencia que atravesaba en 2014.