During 2024, the OIE spent US$43.5 million, a figure 43 times the original budget approved by the Legislative Assembly—just one million dollars—according to the demonstrative statement of budget execution of expenses by primary units, prepared by the Ministry of Finance (Ministerio de Hacienda). It is one of the few government reports that has never been classified.
Between 2020 and 2024, the publicly approved sum for State Intelligence stood at US$22.4 million, but actual cumulative spending reached US$145 million. This means that, on average, the amount executed was 6.5 times higher than what was budgeted.
In 2023, the OIE also spent US$33.5 million despite having an original allocation of only US$1.5 million. The same occurred in 2022, when it went from an approved US$1.35 million to US$27.2 million spent, and in 2021, when US$1 million was budgeted but US$23.2 million was ultimately allocated.
Although President Nayib Bukele promised in 2019 to halve the OIE budget and eliminate the “secret line item,” spending on intelligence has not only failed to decrease but was actually higher in 2024 than in 2020, when US$17.53 million was spent. The difference amounts to US$25.9 million.
Has the “secret line item” been eliminated?
In the Manual of Classification for Public Sector Financial Transactions (Manual de Clasificación para las Transacciones Financieras del Sector Público), there was once a specific expenditure coded 54315, “Gastos Reservados,” covering “expenses intended to fund special activities authorized by the Presidency of the Republic.”
President Bukele asserted that this spending classification was eliminated. In practice, however, all specific government expenditures are now concealed, not just those under that code. In other words, the government no longer reports how much it specifically spends on advertising, travel, per diems, etc.
In the 2024 budget breakdown for the Presidential House, State Intelligence showed a gap of US$42.5 million between what was budgeted and what was actually spent, making it the most highly funded unit. Other offices, such as the Innovation Secretariat (Secretaría de Innovación), ended up spending far less than what had been revised for their allocations.
Another Ministry of Finance document, the State Budget Execution Report (Informe De Ejecución Presupuestaria Del Estado), details that in 2024 an additional US$4,072.5 million was added to the budget; of that amount, US$66.4 million went to the Presidency of the Republic, yet only US$8 million were intended for State Intelligence.
The budget indicates that State Intelligence work is divided into three areas: strategic intelligence operations, state protocol, and state security. The Legislative Assembly had initially approved US$500,000 for intelligence, US$250,000 for protocol, and US$250,000 for security. However, final expenses far exceeded these figures without detailed public justification. The approved budget for the OIE in 2025 is US$1.5 million.
Casa Presidencial de El Salvador gastó $43.5 millones en inteligencia en 2024
Durante el año 2024, el Organismo de Inteligencia del Estado (OIE) gastó $43.5 millones, una cifra que supera 43 veces el presupuesto original aprobado por la Asamblea Legislativa, que fue de apenas un millón de dólares, según se puede constatar en el estado demostrativo de ejecución presupuestaria de gastos por unidades primarias, elaborado por el Ministerio de Hacienda, uno de los pocos informes gubernamentales que nunca ha sido colocado en reserva.
Entre 2020 y 2024, la suma aprobada públicamente para Inteligencia del Estado ha sido de $22.4 millones, pero el gasto real acumulado ha alcanzado los $145 millones. Esto significa que, en promedio, se ha ejecutado un monto 6.5 veces mayor al presupuestado.
En 2023, el OIE también gastó $33.5 millones pese a haber tenido una asignación original de solo $1.5 millones. Lo mismo ocurrió en 2022, cuando pasó de $1.35 millones aprobados a $27.2 millones ejecutados, y en 2021, cuando de un millón presupuestado se terminó gastando $23.2 millones.
A pesar de que el presidente Nayib Bukele prometió en 2019 reducir a la mitad el presupuesto del OIE y eliminar la partida secreta; el gasto en inteligencia no solo no se ha reducido, sino que en 2024 fue incluso mayor al de 2020, cuando se ejecutaron $17.53 millones. La diferencia es de $25.9 millones.
¿Y se ha eliminado la partida secreta?
En el Manual de Clasificación para las Transacciones Financieras del Sector Público existía un gasto específico codificado 54315, Gastos Reservados, e incluía “los gastos destinados a sufragar actividades especiales autorizados por la Presidencia de la República”.
El presidente Bukele aseguró que esa clasificación de gasto fue eliminada. En la práctica, sin embargo, todos los gastos específicos del gobierno ahora están ocultos, y no solo los de ese código. Es decir, en la actualidad el gobierno no reporta cuánto gasta en específico en publicad, pasajes o viáticos, etc.
En el desglose presupuestario de Casa Presidencial para 2024, se observa que Inteligencia del Estado tuvo una diferencia de $42.5 millones entre lo presupuestado y lo devengado, siendo la unidad más favorecida. Otras dependencias, como la Secretaría de Innovación, terminaron devengando mucho menos de lo que se les había modificado.
En otro documento de Hacienda, Informe De Ejecución Presupuestaria Del Estado, se detalla que en 2024 se agregaron $4,072.5 millones al presupuesto; de este dinero, $66.4 millones fueron para la Presidencia de la República, pero solo $8 millones iban para la Inteligencia del Estado.
El presupuesto detalla que la labor de Inteligencia del Estado se divide en tres líneas: labores de inteligencia estratégica, protocolo del Estado y seguridad del Estado. La Asamblea había aprobado inicialmente $ 500 mil para inteligencia, $250 mil para protocolo y $250 mil para seguridad. Sin embargo, el gasto final excedió ampliamente estas cifras sin justificación pública detallada. El presupuesto aprobado para el OIE en 2025 es de $1.5 millones.