The communities of Condadillo and Flor de Mangle, in Conchagua, La Unión department, have denounced that since the groundbreaking ceremony for the Pacific Airport construction held on February 25, excavation works have commenced, leading to the devastation of vegetation near water sources in Condadillo.
Candelario Gavidia, a resident from the Condadillo hamlet, stated that deforestation has already begun around the water springs, and expressed fears that destruction of the communities’ water resources might continue. They are therefore urging the government not to intervene in areas where there are natural springs.
Elmer Martínez, a community leader from Flor de Mangle, reported that some families have yet to receive payment for their properties located within the Pacific Airport’s construction zone. Additionally, he refuted statements made by the president, who claimed that those affected had received sums between $50,000 and $70,000 for their plots. Martínez affirmed that CEPA had issued payments ranging from $6,000 to $8,000 per manzana (approximately 1.72 acres) of farmland and pointed out that several families have not received fair compensation for their properties.
Don Elmer expressed feeling “disappointed,” as he had initially supported the president’s project with the expectation of receiving beneficial outcomes: “I worked for him to become president because he promised us good benefits, and now he’s removing us from our homes and giving us infertile lands,” he said.
Ángel Flores, coordinator of Movimiento Indígena para la Integración de las Luchas de los Pueblos Ancestrales de El Salvador (MILPA) (Indigenous Movement for the Integration of the Struggles of Ancestral Peoples of El Salvador), indicated that damages in the area are already noticeable. He mentioned there were alternative options for executing the project, but instead, the government has chosen to build in critical water-catchment areas.
The communities still living in and around the region fear that, due to ongoing excavation works and the approaching rainy season, the area could become increasingly vulnerable to disasters, including outbreaks of diseases such as dengue fever.
MILPA also clarified to the public that the number of families dispossessed of their land and homes is not limited to 37. Rather, an estimated total of approximately 225 families from both communities have been affected in their collective assets.
Likewise, the organization denounced that, from the time the Pacific Airport project was announced, the government, acting through CEPA, has carried out deceitful practices, intimidation, and coercion against those affected by this megaproject. They further stated that the initiative has been executed without transparency or adequate access to information regarding its social, economic, and environmental impacts on the territory.
MILPA and the local communities demand that the government cease its attempts to silence human rights defenders from MILPA El Salvador. In particular, they denounced the harassment and intimidation against Don Elmer Martínez by CEPA personnel. They likewise mentioned Housing Minister Michelle Sol, who has used statements on her official X account to delegitimize the concerns voiced by the community representatives from Flor de Mangle.
Denuncian destrucción total del bosque y fuentes de agua por el Aeropuerto del Pacífico
Las comunidades de Condadillo y Flor de Mangle, en Conchagua, departamento de La Unión, denuncian que, tras la colocación de la primera piedra para la construcción del Aeropuerto del Pacífico el pasado 25 de febrero, los trabajos de terracería han comenzado con la depredación de la vegetación en las fuentes de agua de Condadillo.
Candelario Gavidia, del caserío Condadillo, afirmó que los alrededores de los mantos de agua han empezado a ser deforestados y temen que continúe la destrucción de los recursos hídricos de las comunidades. Por ello, solicitan al gobierno que no intervenga en las zonas donde hay manantiales.
Elmer Martínez, líder de la comunidad Flor de Mangle, expresó que algunas familias aún no han recibido el pago por sus propiedades que están en la zona de construcción del Aeropuerto del Pacífico. Además, desmintió las declaraciones del mandatario, quien aseguró que los afectados habían recibido montos de hasta $50,000 y $70,000 por sus parcelas. Martínez afirmó que CEPA entregó entre $6,000 y $8,000 por cada manzana de tierra agrícola y señaló que a algunas familias no se les ha pagado lo justo por sus propiedades.
Don Elmer manifestó estar “decepcionado” porque, según sus palabras, apoyó el proyecto del presidente con la esperanza de obtener buenos beneficios: «Yo trabajé para que él llegara a la presidencia porque nos prometió buenos beneficios, y ahora nos está sacando de mi hogar y dándonos tierras que no son fértiles para trabajar», expresó.
Ángel Flores, coordinador del Movimiento Indígena para la Integración de las Luchas de los Pueblos Ancestrales de El Salvador (MILPA), señaló que los daños en la zona se han comenzado a percibir. Indicó que existían otras opciones para la ejecución del proyecto, pero que, en su lugar, se ha decidido construir en áreas de captación hídrica.
Las comunidades que aún permanecen en la zona y sus alrededores temen que, con los trabajos de terracería y la llegada del invierno, la región se vuelva vulnerable a catástrofes y a la propagación de enfermedades como el dengue, entre otras.
MILPA también aclara a la ciudadanía que el número de familias despojadas de sus tierras y viviendas no se limita a 37, sino que asciende a un promedio de 225 familias de ambas comunidades, afectadas en sus bienes comunes.
Asimismo, la organización denunció que, desde el anuncio de la construcción del Aeropuerto del Pacífico, el gobierno, a través de CEPA, ha actuado bajo engaño, intimidación y coacción hacia los habitantes afectados por esta megaobra. Además, aseguraron que el proyecto se ha desarrollado con nula transparencia y sin acceso a información sobre sus impactos sociales, económicos y ambientales en el territorio.
MILPA y las comunidades exigen al gobierno el cese de los intentos de silenciar a los defensores y defensoras de MILPA El Salvador. Denuncian, en particular, el caso de Don Elmer Martínez, quien ha sido asediado e intimidado por personal de CEPA. También señalan a la ministra de Vivienda, Michelle Sol, quien, a través de declaraciones en su cuenta oficial de X, busca deslegitimar los pronunciamientos de los representantes de la comunidad Flor de Mangle.