At least one thousand families living in the Majucla residential development, Villa Mariona, in the Cuscatancingo district, have been without potable water for a month. This situation has created difficulties that affect their finances and put their health at risk.
In recent weeks, they say they have had to buy water from private tanker trucks at $2 per barrel, or $3 if the water is delivered directly to their doorstep; meanwhile, a five-barrel container costs $8.
They state that ANDA tanker trucks have come once or twice over the past month, and it was not until Sunday, March 9—when residents protested on the main street—that about four trucks from the autonomous agency arrived in the neighborhood, according to statements given to El Diario de Hoy.
“There are 16 passageways on one side and 16 on the other. In some of them, water comes at night or early morning, but with no pressure; the water reaches the meter but doesn’t flow into the houses. Many people have placed a spout on the meter’s pipe, and that’s how we’re filling up. We have to carry the water in buckets,” they say.
Among those affected are children and elderly individuals, some with difficulty walking, so they must wait for someone to help them carry water to their homes.
“You can see that water can’t be replaced by anything. Hopefully, this can be sorted out soon so water comes and doesn’t run out on us. It’s a vital resource,” said 85-year-old Amalia Coronado Pérez, widow of Marruecos, who lives with her 63-year-old son.
The lack of water has also affected the Centro Escolar Municipal de Majucla (Majucla Municipal School), where, according to parents, classes have been canceled several times due to the lack of supply.
Marta Castillo, 70, who sells pupusas on the main street, notes that one barrelful is not enough for a family of three or four, so many people end up going to wash their clothes at other people’s houses.
Marta explains that the water shortage is likely due to diverting the community’s water supply to new businesses built in the area.
“We’ve already gone a month without it, and if it does come, it’s at night or early morning and arrives with no pressure. We have to pull it from the meter into the house because nothing comes out of the indoor taps,” adds homemaker Claudia Villacorta, who lives in Passageway 10.
In her case, she has had to ration water for bathing and doing laundry.
“We go to bed at midnight after filling a bunch of containers. My patio is full of buckets and bottles. The problem with this is it becomes a breeding ground for mosquitoes, which leads to other issues,” said Alvaro Castillo.
According to the residents, when the water does come, it “comes in drops.” “We only manage to fill about three bucketfuls,” Alvaro adds.
They also express frustration at the lack of response and action from ANDA and the local government. Meanwhile, they are concerned because the cost of water from private tanker trucks is significantly higher than the regular service fee.
Describing the situation as “unsustainable,” Marta Méndez claims that ANDA is not providing adequate service despite promises of improvement.
Seventy-year-old Mercedes Mendoza believes the water service in the community used to be normal and that they never had any problems.
“The water came; maybe they’d shut it off in the morning, and at night it would run again—that’s how we managed,” she said.
ANDA Inspection
On the main street, some work is visible, and neighbors say valves have been installed to regulate the supply.
On Monday morning, ANDA employees arrived to inspect the area.
One employee of the autonomous agency, who asked to remain anonymous because he was not authorized to make statements, said the water shortage began three weeks ago.
He noted that the six-inch pipe that supplies Majucla has ruptured and has been out of service during this period.
He explained that work is underway on a temporary solution, which involves installing a thinner pipe to supply water to the area; however, because it is narrower, it results in a significantly lower flow of water.
He also stated that a new pipe is currently being installed, but that this will take several weeks.
Meanwhile, ANDA indicated on its X account that several efforts have been undertaken in the Majucla development following the collapse of the pipeline.
Más de mil familias de Majucla denuncian falta de agua desde hace un mes
Al menos mil familias que residen en urbanización Majucla, Villa Mariona, en el distrito de Cuscatancingo, tienen un mes sin agua potable, lo que les representa dificultades que afectan su economía y ponen en riesgo su salud.
En las últimas semanas señalan que han tenido que comprar a pipas particulares a $2 el barril con agua y a $3 si la persona pide que sea llevado hasta su casa; y el bidón de 5 barriles a $8.
Afirman que las pipas de ANDA han llegado una o dos ocasiones durante el último mes, y fue hasta el pasado domingo, 9 de marzo, cuando los habitantes se manifestaron en la calle principal y luego de ello llegaron a la colonia alrededor de cuatro cisternas de la autónoma, según expresaron a El Diario de Hoy.
“Somos 16 pasajes a un lado y 16 pasajes al otro. En algunos el agua cae en la noche o en la madrugada, pero sin presión, el agua llega hasta el medidor pero no cae dentro de las casas. Mucha gente ha puesto un chorro en el tubo del medidor y de ahí estamos llenando. Nos toca estar llevando el agua con guacales”, expresan.
Entre los afectados hay niños y personas de la tercera edad, algunos de ellos con dificultades para caminar, por lo que deben esperar a que alguien más les ayude para poder llevar el agua hasta su vivienda.
“Ya ve que el agua no se puede sustituir con nada, ojalá que ya estuviera un poco inmediato para que el agua venga y no nos falte, es un líquido vital”, opinó Amalia Coronado Pérez viuda de Marruecos, de 85 años, quien reside con su hijo de 63.
La falta de agua también ha afectado al Centro Escolar Municipal de Majucla, donde, de acuerdo a lo manifestado por padres de familia, se han suspendido las clases en varias ocasiones por la falta del suministro.
Marta Castillo, de 70 años, quien tiene una venta de pupusas sobre la calle principal, señala que una barrilada no es suficiente para una familia de tres o cuatro personas, por lo que muchos se ven en la necesidad de ir a lavar la ropa en casas de ajenas.
Doña Marta explica que la escasez de agua, probablemente, se debe a la redirección del agua de la comunidad a nuevos negocios construidos en la zona.
“Ya tenemos un mes que no nos cae, y si nos cae, cae de noche o en la madrugada y cae sin presión, tenemos que estar jalando del medidor para adentro, porque en los chorros de adentro no cae”, explica por su parte Claudia Villacorta, ama de casa, residente en el pasaje 10.
En su caso, agrega, ha tenido que racionar el agua para bañarse y para lavar la ropa.
“A las 12 nos acostamos nosotros llenando un montón de cuchumbos; lleno tengo el patio de guacales, de botellas. El problema con esto es que se hace sanducero y eso conlleva otros problemas”, dijo por su parte Alvaro Castillo.
De acuerdo a los habitantes, cuando el agua les cae, cae a “gotas”. “Lo que se logra llenar son unos tres cubetazos”, añade Alvaro
Asimismo expresan su frustración ante la falta de respuestas y acción de Anda y el gobierno local. En tanto, se muestran preocupados ya que el costo del agua de las pipas es significativamente más alto que el costo del servicio de agua regular.
Marta Méndez describe la situación como “insostenible” y alega que ANDA no está brindando un servicio adecuado a pesar de las promesas de mejora.
Mercedes Mendoza, de 70 años, opina que el servicio de agua en la comunidad ha sido regular, y no tenían ninguna dificultad.
“El agua venía, tal vez la quitaban en la mañana y en la noche caía y así estábamos”, opinó.
Inspección de ANDA
En la calle principal se observa que se han hecho algunos trabajos, vecinos señalan que se han colocado válvulas para regular el suministro.
El lunes en horas de la mañana se presentaron empleados de ANDA a inspeccionar la zona.
Uno de los empleados de la autónoma, quien prefirió el anonimato, pues dijo que no estaba autorizado para dar declaraciones, señaló que el problema de la escasez de agua inició hace tres semanas.
La fuente señaló que la tubería que abastece a la urbanización Majucla, que es de 6 pulgadas, se ha roto y que ha estado fuera de servicio durante este tiempo.
Detalló que se trabaja en una solución temporal, la cual consiste en colocar una tubería más delgada para suministrar agua a la zona, no obstante al ser más delgada da como resultado un flujo de agua significativamente reducido.
En tanto, señaló que se está instalando una nueva tubería, pero que esto llevará varias semanas.
En tanto, ANDA señaló a través de su cuenta de X que se han realizado varias intenciones en la urbanización Majucla tras el colapso de la tubería.