In 2021, El Salvador caught the world’s attention by becoming the first country to make cryptocurrency legal tender, alongside the US dollar.
Last December, as the price of bitcoin broke $100,000 (£77,765) for the first time, the young president Nayib Bukele posted on social media that the Central American nation’s crypto holdings had more than doubled in value. But now – as the price for securing a $1.4 billion (£1.1 billion) loan deal from the International Monetary Fund – the country has had to roll back its controversial bitcoin policies.
Salvadoran businesses are now free to decide whether or not to accept bitcoin, and taxes are no longer payable in the cryptocurrency. “The potential risks of the bitcoin project will be diminished significantly, in line with Fund policies,” the IMF said. Effectively, bitcoin’s days as legal tender in El Salvador are over.
‘Cryptocurrency paradise’
Bukele’s embrace of bitcoin was part of an attempt to “rebrand the tiny and impoverished” nation as a “surfing and cryptocurrency paradise”, said the Financial Times. He announced plans to build a “Bitcoin City” in the jungle, “powered by geothermal energy on the slopes of a volcano”.
The president claimed cryptocurrency would bring the “70% of Salvadorans who do not use traditional banks into the financial system”, said France24. “Swatting away warnings about volatility risks”, he ploughed an “undisclosed amount of public money into cryptocurrencies”.
But the IMF always opposed Bukele’s adoption of bitcoin, said the BBC, and warned that it would be an obstacle to any financial assistance. For a long time, the Salvadoran economy has “teetered on the edge of default”, as the IMF stayed “wary” of lending to the country while the volatile currency – with its “potential use in money-laundering and other crimes” – was legal tender, said The Economist.
‘More costs than benefits’
El Salvador is still “a focal point for the global bitcoin community”, said Forbes. But the mood is now “somewhat subdued” among crypto enthusiasts, one local journalist told the news site.
“A lot of international bitcoiners moved to El Salvador for the Bitcoin Law; some Salvadorans returned,” said Joe Nakamoto. “Now, doubt about the country’s future with regards to bitcoin has crept in.”
But bitcoin’s “demotion may be more of a blessing than a concession”, said The Economist. Crypto has brought El Salvador “more costs than benefits”. The much-promised investment and tourism “have been small beer”, while financial gains have been “meagre at best”, because the currency “never really caught on”. According to a poll published in January by Universidad Centroamericana, 92% of Salvadorans didn’t use it at all last year.
Overall, the policy has cost $375 million (£291 million), according to estimates by rating agency Moody’s – a sum that “far exceeds the profits on bitcoin holdings, which could still evaporate”. There is still no Bitcoin City.
Bukele’s “obsession with cryptocurrency has done little to ease El Salvador’s economic woes”, said the magazine. He is “just the latest crypto-utopian to see his wild ideas dissolve on contact with reality”.
The Week: https://theweek.com/business/economy/el-salvador-bitcoin-cryptocurrency-collapse
El colapso del sueño salvadoreño sobre Bitcoin
En 2021, El Salvador acaparó la atención mundial al convertirse en el primer país en adoptar una criptomoneda como moneda de curso legal, junto al dólar estadounidense.
El pasado diciembre, cuando el precio del bitcoin superó por primera vez los 100,000 dólares (77,765 libras esterlinas), el joven presidente Nayib Bukele publicó en redes sociales que las reservas en criptomonedas del país centroamericano habían más que duplicado su valor. Pero ahora —como condición para asegurar un crédito de 1,400 millones de dólares (1,100 millones de libras esterlinas) con el Fondo Monetario Internacional— el país se ha visto obligado a revertir sus controvertidas políticas sobre bitcoin.
Ahora las empresas salvadoreñas tienen la libertad de decidir si aceptar o no bitcoin, y ya no se podrán pagar los impuestos con dicha criptomoneda. “Los riesgos potenciales del proyecto bitcoin se reducirán significativamente, en consonancia con las políticas del Fondo”, declaró el FMI. En la práctica, el bitcoin ha dejado de ser moneda de curso legal en El Salvador.
“Paraíso de las criptomonedas”
La adopción del bitcoin por parte de Bukele fue un intento de “reposicionar a la pequeña e empobrecida nación” como un “paraíso para surfistas y amantes de las criptomonedas”, señaló el Financial Times. El presidente anunció planes para construir en plena selva una “Bitcoin City” alimentada “con energía geotérmica generada en la ladera de un volcán”.
El presidente aseguraba que la criptomoneda permitiría incorporar al sistema financiero “al 70% de los salvadoreños que no usan la banca tradicional”, señaló France24. Omitiendo todas las advertencias sobre los riesgos asociados a esa volatilidad, invirtió “una cantidad no revelada de fondos públicos en criptomonedas”.
Pero el FMI siempre se opuso a la adopción del bitcoin promovida por Bukele, señaló la BBC, advirtiendo que sería un obstáculo para cualquier asistencia financiera. Por mucho tiempo, la economía salvadoreña ha estado “al borde del impago”, ya que el FMI se mantuvo “reacio” a otorgar préstamos al país mientras esa volátil criptomoneda —con “su potencial uso en lavado de dinero y otros delitos”— fuera moneda legal, afirmó The Economist.
“Más costos que beneficios”
El Salvador sigue siendo “un punto focal para la comunidad global del bitcoin”, asegura Forbes. Pero ahora el ánimo está “algo apagado” entre los entusiastas de las criptomonedas, declaró un periodista local al medio.
“Muchos bitcoiners internacionales se trasladaron a El Salvador por la Ley Bitcoin; incluso algunos salvadoreños regresaron”, dijo Joe Nakamoto. “Ahora comienzan a surgir dudas respecto al futuro del país en relación con el bitcoin”.
Quizás la degradación del bitcoin “sea más una bendición que una concesión”, añadió The Economist. Las criptomonedas han traído a El Salvador “más costos que beneficios”. Las tan prometidas inversiones y el impulso al turismo han sido “escasos”, mientras que las ganancias financieras han sido “mínimas en el mejor de los casos”, debido a que la divisa “nunca llegó realmente a popularizarse”. Según una encuesta publicada en enero por la Universidad Centroamericana, el 92% de los salvadoreños no utilizó el bitcoin en absoluto el año pasado.
El costo total para el país de esta política se calcula en 375 millones de dólares (291 millones de libras esterlinas), según estimaciones de la agencia calificadora Moody’s; una suma “muy superior a las ganancias obtenidas por las reservas de bitcoin, cuyo valor aún puede evaporarse”. La “Bitcoin City” continúa sin construirse.
“La obsesión de Bukele con la criptomoneda ha hecho poco por aliviar los problemas económicos de El Salvador”, concluyó la revista. Él es “tan solo el último de una lista de cripto-utopistas que ha visto cómo sus ideas descabelladas se desvanecen al contacto con la realidad”.
The Week: https://theweek.com/business/economy/el-salvador-bitcoin-cryptocurrency-collapse