“The Policeman Told Me: You’ll Meet the Guys who Extorted You” — “El policía me dijo: vas ir a conocer a quien te estaba extorsionando”

Mar 4, 2025

For more than a decade, Señor Orellana endured gang extortion and witnessed a murder, yet under the state of exception he was falsely accused without evidence of collaborating with gangs and imprisoned for 442 days in Izalco Prison. — Durante más de una década, el Señor Orellana fue víctima de las extorsiones de las pandillas y testigo de un asesinato, pero el régimen de excepción lo convirtió sin pruebas en colaborador de las pandillas y lo encarceló durante 442 días en el penal de Izalco.

Señor Orellana owns a small metal recycling business north of San Salvador and was arrested on December 4, 2023. At the time of his arrest, he tried to explain to the police officers that he was a double victim of gang extortion: the Barrio 18 Revolucionarios demanded protection money from him for living in his neighborhood, while the Mara Salvatrucha-13 collected a monthly extortion fee from his business, located two and a half kilometers west of his home.

Señor Orellana always refused to pay these extortions. He hired a private security guard for his business, but on July 14, 2012, gang members stabbed and murdered the guard, a 70-year-old laborer. The incident occurred at the business’s front entrance, and Señor Orellana, who was already being extorted, became a witness to this crime. Several family members fled to the United States shortly after, receiving political asylum due to the gang threats.

Señor Orellana informed authorities that he had formally denounced the gang members to the Fiscalía, but the officers who arrested him under the state of exception mocked his claims: “You’re going to meet face-to-face the guys who’ve been bothering you,” they told him. After two weeks wrongfully imprisoned, his family submitted a bundle of documents certifying that he was indeed a victim, and at his first hearing, the Tribunal Sexto contra el Crimen Organizado de San Salvador (Sixth Court Against Organized Crime of San Salvador) granted him conditional release on December 15, 2023.

However, on January 15, 2024, he was re-arrested at Izalco Prison for the same offense and allegations, despite the Salvadoran Constitution explicitly prohibiting double prosecution for the same charges. During the third week of February 2025, after another 412 days of unjust incarceration charged again with illicit association, Señor Orellana finally regained his freedom. While joyful to reunite with his mother, wife, and his three daughters aged between 19 and 6, he admits deep down he felt “dehumanized” after spending 14 months behind bars.

“As human beings, perhaps we build a kind of shell, because I clearly remember everything that happened that day. I felt numb. They embraced me, kissed me, and all I wanted was to tell them to calm down. I even said it aloud to my wife, my mother, my daughters, who hugged me, wanting to kiss me; I was saying, ‘wait, calm down.’ You become dehumanized.”

Señor Orellana expresses in this interview that gangs were a cancer in society, and that bitter medicine had needed to be administered. However, he laments that this bitter medicine was unjustly applied to him and other fellow prisoners who had no relation to any gangs. Here, a victim of the gangs narrates how the state of exception turned him into a perpetrator. This is his story:

(Spanish Only)

El Faro Especiales: https://especiales.elfaro.net/es/testimonios/audios/27757/el-policia-me-dijo-vas-ir-a-conocer-a-quien-te-estaba-extorsionando

“El policía me dijo: vas ir a conocer a quien te estaba extorsionando”

El Señor Orellana es propietario de un pequeño negocio de reciclaje de metales en la zona norte de San Salvador y fue capturado el 4 de diciembre de 2023. Al momento de su arresto, intentó explicar a los policías que era víctima de las pandillas por partida doble: el Barrio 18 Revolucionarios le exigía la renta por vivir en una colonia, mientras que la Mara Salvatrucha-13 le cobraba una cuota mensual a su empresa, ubicada a dos kilómetros y medio de distancia, al poniente de su casa.

El Señor Orellana siempre se negó a pagar esos chantajes. Él contrató un vigilante privado para su negocio, pero el 14 de julio de 2012 la pandilla asesinó con un arma blanca al vigilante privado, un jornalero de 70 años. El hecho ocurrió en la entrada principal del negocio y el Señor Orellana, que en ese momento ya era víctima de las extorsiones, también se convirtió en testigo del crimen. En esos días, otros familiares del comerciante huyeron hacia los Estados Unidos donde recibieron asilo político por las amenazas de las pandillas.

El Señor Orellana dijo a las autoridades que denunció a los pandilleros ante la Fiscalía, pero los agentes que lo capturaron durante el régimen de excepción se burlaron de sus argumentos: “Vas a ir a conocer en persona a los que te estaban fregando”, le dijeron. Tras dos semanas de injusta prisión, su familia presentó un legajo de documentos que lo acreditaban como víctima y, en la primera audiencia ante el juez, el Tribunal Sexto contra el Crimen Organizado de San Salvador lo benefició con libertad condicional, el 15 de diciembre de 2023.

Sin embargo, el 15 de enero de 2024 fue recapturado en el penal de Izalco por el mismo delito y por los mismos hechos, pese a que la Constitución salvadoreña prohíbe procesar a alguien dos veces por la misma causa. Durante la tercera semana de febrero de 2025, tras otros 412 días de injusta prisión por un segundo caso de agrupaciones ilícitas, el Señor Orellana recuperó su libertad.  Aunque estaba alegre por reencontrarse con su madre, su esposa y sus tres hijas de entre 19 y 6 años de edad, en el fondo dice que se sentía “deshumanizado” por los 14 meses que pasó encarcelado.

‘Uno quizás como humano crea un cascarón porque yo me acuerdo de todo lo que pasó ese día. Yo estaba frío. Ellas me abrazaban, me besaban y yo queriéndoles decir que se tranquilizaran. Es más, se lo dije a mi esposa, mi mamá, mis hijas, que me abrazaban, me querían besar y yo: espérense, tranquilas. O sea, uno se deshumaniza”.

El Señor Orellana dirá en esta entrevista que las pandillas eran un cáncer en la sociedad y que era necesario aplicar una medicina amarga. Sin embargo, lamentará que esa medicina amarga se le haya aplicado a él y a otros compañeros de celda que no tenían relación con esos grupos. Aquí, una víctima de las pandillas cuenta cómo el régimen de excepción lo convirtió en victimario. Esta es su historia:

El Faro Especiales: https://especiales.elfaro.net/es/testimonios/audios/27757/el-policia-me-dijo-vas-ir-a-conocer-a-quien-te-estaba-extorsionando