Steffany Ayala, wife of Eugenio Chicas, former magistrate of the Tribunal Supremo Electoral (TSE) (Supreme Electoral Tribunal), called the case against the former official for illicit enrichment a “political persecution” and “injustice,” after the First Justice of the Peace Court of San Salvador ordered the case proceed to the investigation stage along with provisional detention.
Ayala argued there was no such crime, maintaining that their assets are the product of “years of honest and transparent work.” She lamented the decision to keep him in provisional detention, emphasizing his responsible cooperation throughout judicial proceedings.
“Eugenio has always been a fighter, and now he’s subjected to a civil legal process for illicit enrichment—a charge we have firmly rejected. He has consistently maintained that his wealth is the result of years of honest and transparent work. Throughout this judicial proceeding, it’s been clear this is political persecution. We are political prisoners of Bukele. This is not coincidental,” she asserted.
“This process is an injustice used as a weapon of revenge. Eugenio has responded to each judicial summons responsibly and has been subjected to constant attacks,” she added.
Ayala explained that on February 15, one day after Chicas’s arrest, the Fiscalía General de la República (FGR) (Attorney General’s Office) raided their home. According to her account, they claimed to search for firearms, which they did not find, and consequently seized equipment and “historical” documents.
“This process clearly demonstrates political persecution. Today (Friday) the hearing was scheduled; however, this has been a long journey. They carried out a raid in our home lasting from 11:00 in the morning until 4:00 in the morning (the following day). During this procedure, prosecutors maliciously insisted on questioning about alleged weapons. They took historical documents, personal archives, and—what is most outrageous—our son’s computer,” she affirmed.
Concerns over his health
The family has expressed alarm regarding Chicas’s health condition, stating that he suffers from hypertension, diabetes, and heart issues that require medical treatment to ensure stability, particularly under incarceration conditions.
“We are afraid for his health, especially given the measures recently imposed with his detention,” she said.
The former TSE magistrate faces this criminal proceeding while currently immersed in another active case for the same crime, in which the Second Civil Chamber of San Salvador declared him and his family guilty and ordered reimbursement of $202,557.51.
Although Chicas was found guilty for alleged illicit enrichment, the ruling is not yet final, as appeals filed at the Civil Chamber of the Corte Suprema de Justicia (CSJ) (Supreme Court of Justice) have not yet been resolved.
LA PRENSA GRÁFICA sought comments from the Attorney General’s Office regarding the claims made by the Chicas family through its communications unit, but had not received a response by the close of this report.
“Este proceso es una injusticia y su uso como un arma de venganza”: esposa de Eugenio Chicas
Steffany Ayala, esposa del ex magistrado del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Eugenio Chicas, calificó de “persecución política” e “injusticia” el proceso en contra del exfuncionario por enriquecimiento ilícito y por el cual el Juzgado Primero de Paz de San Salvador decretó instrucción con detención provisional.
Ayala manifestó que no existe tal delito, pues el patrimonio ha sido producto “de años de trabajo, honesto y transparente” y lamentó la decisión de que siga en detención provisional, pues ha estado sometido a los procesos judiciales de manera responsable.
“Eugenio ha sido un luchador en su vida y se le ha seguido un proceso civil de enriquecimiento ilícito, acusación que hemos rechazado rotundamente. Siempre ha mantenido que su patrimonio es fruto de años de trabajo, honesto y transparente. En medio de este proceso judicial ha sido claro en señalar que se trata de una persecución política. Somos presos políticos de Bukele. Esto no es casual”, aseguró.
“Este proceso es una injusticia y su uso como un arma de venganza. Eugenio ha respondido a cada convocatoria judicial con total responsabilidad y ha sido sometido a ataques constantes”, agregó.
Ayala indicó que el pasado 15 de febrero, un día después de la captura de Chicas, la Fiscalía General de la República (FGR) realizó un allanamiento en su hogar. Según su relato, argumentaron que estaban buscando armas de fuego, que no encontraron, y se llevaron equipo y documentos “históricos”.
“Este proceso demuestra una clara persecución política. Hoy (viernes) se ha citado a la audiencia, pero el camino ha sido largo. Se realizó un allanamiento en su vivienda que duró desde las 11:00 de la mañana hasta las 4:00 de la madrugada (del día siguiente). Durante este procedimiento, los fiscales insistieron de manera maliciosa en preguntar sobre la supuesta existencia de armas. Se llevaron documentos históricos, archivos personales y, lo más indignante, la computadora de nuestro hijo”, afirmó.
Teme por su salud
La familia está preocupada por el estado de salud de Chicas, pues aseguran que padece enfermedades como hipertensión, diabetes y problemas del corazón, por lo que es necesario que siga un tratamiento médico para que pueda estar estable, sobre todo en una situación de encarcelamiento.
“Tenemos miedo de la salud de él, más con las medidas que acaban de señalar que es la detención”, expuso.
El ex magistrado del TSE enfrenta este proceso penal mientras tiene otro vigente por el mismo delito, en el cual la Cámara Segunda de lo Civil de San Salvador lo declaró culpable junto a su grupo familiar y por el que deberá reintegrar $202,557.51.
Si bien Chicas tiene la condena por supuesto enriquecimiento ilícito, esta aún no se encuentra en firme, debido a que no han sido resueltas las apelaciones interpuestas ante la Sala de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
LA PRENSA GRÁFICA buscó la versión de la Fiscalía sobre los señalamientos de la familia de Chicas, a través de su unidad de comunicaciones, pero al cierre de esta nota aún se esperaba su respuesta.