Human Rights Watch (HRW), in a Monday release, claimed that a new El Salvador law, which transfers incarcerated children to the adult prison system, violates international juvenile justice standards. This comes amidst the conviction of more than a thousand children on allegedly tenuous charges including unlawful gang association, in which the state is accused of coercing children into pleading guilty for crimes they did not commit.
There are concerns that the transfer of children into the adult prison system could expose children to abuse, torture, beatings, and medical negligence, which have been documented in El Salvador’s adult prison system by human rights groups. In addition, HRW found that many “detainees in adult prisons are cut off from the outside world and denied any meaningful legal recourse”. HRW highlighted the risk that detention systems pose to children, even if they are held in separate areas from adults. In order to comply with international juvenile justice standards, juvenile detention systems should be designed to protect the well-being of juveniles, juveniles should be given legal counsel, and parents or guardians should be notified of their detention, and be allowed to communicate with them.
Many of the children that will be transferred under the new law were arrested on charges of gang association. The extensive use of unlawful association as grounds for conviction has been criticized for how vague it is, and its infringement on freedom of association, which is protected by several treaties.
The new law is a continuation of El Salvador’s ongoing attempts to combat gang warfare. In 2022, the country’s legislature adopted emergency counterterrorism measures in response to a surge of gang violence that suspended fundamental rights, including the right to freedom of association, which allowed the state to arrest anyone over 12 years old.
Organización de derechos humanos condena ley de El Salvador que transfiere a menores a prisiones de adultos
Human Rights Watch (HRW), en un comunicado emitido el lunes, afirmó que una nueva ley de El Salvador, la cual transfiere a niños encarcelados al sistema penitenciario para adultos, viola las normas internacionales de justicia juvenil. Esto se produce en medio de la condena de más de mil menores por cargos supuestamente endebles, entre ellos asociación ilícita con pandillas, en los que se acusa al Estado de coaccionar a los niños para que se declaren culpables de delitos que no cometieron.
Existen preocupaciones de que la transferencia de menores al sistema penitenciario de adultos pueda exponerlos a abusos, tortura, golpizas y negligencia médica, los cuales han sido documentados en prisiones de adultos de El Salvador por parte de grupos de derechos humanos. Además, HRW descubrió que muchos “reclusos en prisiones de adultos están aislados del mundo exterior y se les niega cualquier recurso legal significativo”. HRW destacó el riesgo que representan los sistemas de detención para los menores, incluso si se encuentran en áreas separadas de los adultos. Para cumplir con las normas internacionales de justicia juvenil, los sistemas de detención juvenil deben diseñarse para proteger el bienestar de los menores; se les debe proporcionar asistencia legal, y se debe notificar a los padres o tutores sobre su detención y permitirles comunicarse con ellos.
Muchos de los menores que serán transferidos en virtud de la nueva ley fueron detenidos por cargos de asociación con pandillas. El uso extensivo de la asociación ilícita como base para la condena ha sido criticado por su vaguedad y por vulnerar la libertad de asociación, la cual está protegida por varios tratados.
La nueva ley es una continuación de los esfuerzos continuos de El Salvador para combatir la guerra de pandillas. En 2022, la legislatura del país adoptó medidas de emergencia antiterrorista en respuesta a un aumento de la violencia de pandillas, que suspendieron derechos fundamentales, incluida la libertad de asociación, lo que permitió al Estado detener a cualquier persona mayor de 12 años.