No to Mining, Yes to Life: Communities of Suchitoto — No a la minería, sí a la vida: Comunidades de Suchitoto

Feb 18, 2025

In recent days, several banners and posters have begun appearing on the streets and in the communities of Suchitoto with clear, forceful messages such as: “No to mining, yes to life,” “Water is worth more than gold.” These symbolic expressions are more than just a protest; they are a declaration of community principles. — En los últimos días varias pancartas y afiches han empezado a ser colocados en las calles y comunidades de Suchitoto con mensajes claros y contundentes como: «No a la minería, sí a la vida» “el agua vale más que el oro” estas expresiones simbólicas son más que una protesta; son una declaración de principios comunitarios.

Metal mining has historically been a threat to the environment, water, and the health of communities. In El Salvador, a small country with very limited water resources, the reactivation of the mining industry poses an imminent danger. For this reason, communities are voicing their rejection and firmly opposing any attempt at mining exploitation, raising their voices ever higher in defense of water and life.

In recent days, several banners and posters have begun appearing on the streets and in the communities of Suchitoto with clear, forceful messages such as: “No to mining, yes to life,” “Water is worth more than gold.” These symbolic expressions are more than just a protest; they are a declaration of community principles. They reflect a people who understand that water is worth more than gold, that life has no price, and that the well-being of future generations depends on the decisions made today. The communities know that they cannot remain indifferent in the face of such a large and destructive threat as metal mining. That is why their resistance is crucial to demand the repeal of the new mining law, legislation that opens the door to environmental devastation under the false promise of a “green and sustainable mining” that will enrich a few yet impoverish and harm everyone else.

There is no metal mining project that is truly sustainable or environmentally friendly. All mining processes are invasive and destructive: they destroy nature, contaminate rivers with heavy metals, destroy ecosystems, affect air quality, and cause disease among the population. Mining not only consumes vast quantities of water but also poisons it, endangering the lives of thousands of people who depend on this resource for their survival.

That is why the communities of Suchitoto and throughout the country are uniting in one voice to say NO to metal mining. History has shown that community organization and social pressure are key to stopping extractive projects that benefit only transnational companies while impoverishing and destroying local areas. The fight against metal mining is not merely an environmental cause; it is a cause for social justice, dignity, and the defense of the fundamental rights of all people.

El Salvador already made history by becoming the first country in the world to ban metal mining in 2017. That victory was the result of community resistance, of those who refused to be misled by empty promises of development. Today, faced with a new mining threat, it is time to raise our voices once again, stronger than ever. We cannot allow economic interests to compromise the human right to water and the environmental well-being of our communities and territories.

It is vital for more communities to join active protests, for more voices to unite in this struggle, and for the message of rejecting mining to spread to every corner and community of the country. Mining will not be just one territory’s problem—it is about the future of the entire nation. Water is life, and no mining project can guarantee its protection. Therefore, the only viable option is a resounding NO to metal mining in El Salvador.

The communities of Suchitoto understand that metal mining is a death sentence for the country’s ecological balance. Defending water and the environment is everyone’s responsibility. For that reason, communities are taking to the streets with banners, graffiti, and posters, raising their voices boldly so that they will be heard and so that resistance remains strong. The message is clear: No to mining, yes to life. These times demand that we defend water with the full force of popular organization—because the future of El Salvador depends on it. No to mining. Yes to life.

Gaceta Suchitoto: https://gacetasuchitoto.com/2025/02/16/no-a-la-mineria-si-a-la-vida-comunidades-de-suchitoto/

No a la minería, sí a la vida: Comunidades de Suchitoto

La minería metálica ha sido históricamente una amenaza para el medio ambiente, el agua y la salud de las comunidades. En El Salvador, un país pequeño con recursos hídricos muy limitados, la reactivación de la industria minera representa un peligro inminente. Es por eso que, las comunidades están manifestando su rechazo y oposición firme a cualquier intento de explotación minera, levantando cada vez más sus voces en defensa del agua y la vida.

En los últimos días varias pancartas y afiches han empezado a ser colocados en las calles y comunidades de Suchitoto con mensajes claros y contundentes como: «No a la minería, sí a la vida» “el agua vale más que el oro” estas expresiones simbólicas son más que una protesta; son una declaración de principios comunitarios. Son la expresión de un pueblo que entiende que el agua vale más que el oro, que la vida no tiene precio y que el bienestar de las futuras generaciones depende de las decisiones que se puedan tomar hoy. Las comunidades saben que no pueden permanecer indiferentes ante una amenaza tan grande y destructiva como la minería metálica. Por eso, su resistencia es fundamental para exigir la derogación de la nueva ley de minería, una normativa que abre las puertas a la devastación ambiental bajo el falso discurso de una «minería verde y sostenible» que enriquecerá a pocos pero que empobrecerá y afectará negativamente a todos.

No existe ningún proyecto de minería metálica que sea realmente sustentable ni sostenible. Todos los procesos mineros son invasivos y destructivos: destruyen la naturaleza, contaminan los ríos con metales pesados, destruyen ecosistemas, afectan la calidad del aire y generan enfermedades en la población. La minería no solo consume grandes cantidades de agua, sino que también la envenena, poniendo en peligro la vida de miles de personas que dependen de este recurso para su supervivencia.

Es por eso, que las comunidades de Suchitoto y de todo el país se están uniendo en una sola voz para decir NO a la minería metálica. La historia ha demostrado que la organización comunitaria y la presión social son clave para frenar proyectos extractivistas que solo benefician a las empresas transnacionales mientras empobrecen y destruyen los territorios. La lucha contra la minería metálica no es solo una causa ambiental, es una causa de justicia social, de dignidad y de defensa de los derechos fundamentales de toda la población.

El Salvador ya hizo historia al convertirse en el primer país del mundo en prohibir la minería metálica en 2017. Esa victoria fue producto de la resistencia de las comunidades, de la voz de quienes no se dejaron engañar por promesas vacías de desarrollo. Hoy, ante una nueva amenaza minera, es momento de volver a alzar la voz con más fuerza que nunca. No podemos permitir que intereses económicos comprometan el derecho humano al agua y la salud ambiental de nuestras comunidades y territorios.

Es necesario que más comunidades se sumen a la protesta activa, que más voces se unan en esta lucha y que el mensaje de rechazo a la minería se multiplique en cada rincón y comunidades del país. La minería no será un problema de un territorio, se trata del futuro de toda la nación. El agua es vida, y ningún proyecto minero puede garantizar su protección. Por eso, la única opción viable es decirle un NO rotundo a la minería metálica en El Salvador.

Las comunidades de Suchitoto comprenden que la minería metálica es una sentencia de muerte para el equilibrio ecológico del país. La defensa del agua y el medio ambiente es responsabilidad de todas y todos. Es por eso que las comunidades están expresándose en las calles con pancartas, pintas y afiches, alzando sus voces con fuerza, para que sus voces se escuchen y la resistencia siga viva. La consigna es clara: No a la minería, sí a la vida. Los tiempos exigen defender el agua con toda la fuerza de la organización popular, porque el futuro de El Salvador depende de ello. No a la minería. Sí a la vida.

Gaceta Suchitoto: https://gacetasuchitoto.com/2025/02/16/no-a-la-mineria-si-a-la-vida-comunidades-de-suchitoto/