The arrest of the former president of the Tribunal Supremo Electoral (Supreme Electoral Tribunal, TSE), Eugenio Chicas, is clearly abusive, arbitrary, and illegal. The pretext for detaining him is a civil lawsuit for alleged illicit enrichment, meaning it is not a criminal proceeding. Moreover, there is still no final ruling in that case.
Therefore, Chicas’s detention would not be a legal action, but rather an act of political retaliation that could be due to—at least—three reasons. The first would be a personal vendetta on the part of Nayib Bukele, for having been defeated by Chicas in court in a lawsuit for slander and defamation.
In March 2019, a trial court in Santa Tecla ordered the then president-elect to pay Chicas US$50,000 and to issue a public apology for having accused him—without evidence—of committing sexual violence. Hence, it is likely that the autocrat directed his Fiscalía (Attorney General’s Office) and the police to proceed against the leftist politician.
The fact that Bukele posted a photo of Chicas handcuffed on his social media and called it part of his “fight against corruption” would be a tacit admission that he is directly behind the arrest.
The second—most obvious—reason is retaliation against Chicas for being critical of Bukele’s regime. The former president of the TSE is a staunch critic of institutional dismantling, democratic rollback, and authoritarian consolidation.
Chicas has pointed out abuses of power, human rights violations, corruption, the implementation of Bitcoin, and other erratic economic policies by Bukele. On various occasions, he has also called on all democratic sectors of the country to unite against the establishment of the new dictatorship.
And the third reason is very significant. Eugenio Chicas is an important defense witness in the criminal proceedings against the environmental leaders of Santa Marta and ADES who have faced judicial persecution for more than two years.
On February 3, Chicas went to the failed start of the new public hearing against the environmentalists at the Centro Judicial Integrado de Ciudad Delgado (Ciudad Delgado Integrated Judicial Center). Upon leaving, he told the press that the alleged offense “had already reached the statute of limitations” and that “the core of the case is the regime’s intention to go after those who oppose mining.”
Chicas and the environmentalists from Santa Marta belonged to the same insurgent organization during the armed conflict. His testimony is a critical piece of evidence for his former comrades’ innocence, as it confirms that none of the defendants were at the place and time where—according to the Attorney General’s Office—the alleged murder was committed.
That is why it is logical to think that the purpose of Chicas’s arrest is to remove a key defense witness for the environmentalists, in addition to repressing him for protesting against metal mining.
The disproportionate police and military operation around the court (with several undercover agents among the organizations gathered) on February 3 suggests that the plan was to recapture the environmental activists. However, their absence prevented that from happening.
In a public letter, the environmental defenders laid out their reasons for not validating the retrial and called on the country to unite in protecting life, which is threatened by mining activities. It is possible this angered the regime, and “someone had to pay.”
These three reasons could be behind the arrest of Eugenio Chicas. Hopefully, the country’s democratic sectors will act to put an end to this barbarity.
Diario Co Latino: https://www.diariocolatino.com/que-hay-detras-de-la-detencion-de-eugenio-chicas/
¿Qué hay detrás de la detención de Eugenio Chicas?
La captura del ex presidente del TSE, Eugenio Chicas, es a todas luces abusiva, arbitraria e ilegal. El pretexto para detenerlo es un juicio civil por supuesto enriquecimiento ilícito, es decir, no es un proceso penal. Además, aún no hay una sentencia firme en dicho caso.
Por tanto, la detención de Chicas no sería una acción jurídica, sino un acto de represalia política que podría responder a -al menos- tres razones. La primera sería una venganza personal de Nayib Bukele, por haberle ganado judicialmente en una demanda por calumnia y difamación.
En marzo de 2019, un juzgado de sentencia de Santa Tecla condenó al entonces presidente electo a pagar 50,000 dólares a Chicas y a disculparse públicamente por haberlo acusado sin pruebas de cometer violencia sexual. En tal sentido, es probable que el autócrata haya ordenado a su Fiscalía y Policía proceder contra el político de izquierda.
El hecho que Bukele publique en sus redes sociales la foto de Chicas esposado y afirme que se trata de su “lucha contra la corrupción”, sería una admisión tácita de que él directamente está detrás de la detención.
La segunda razón, es la más obvia: represalia contra Chicas por ser crítico del régimen de Bukele. El ex presidente del TSE es un duro crítico del desmantelamiento institucional, la reversión democrática y la consolidación autoritaria.
Chicas ha señalado los abusos de poder, violaciones de derechos humanos, la corrupción, la implementación del Bitcoin y otras políticas económicas erráticas de Bukele. También, en diversos momentos, ha llamado a todos los sectores democráticos del país a unirse contra la instauración de la nueva dictadura.
Y la tercera razón es muy significativa. Eugenio Chicas es un importante testigo de la defensa en el proceso penal contra los líderes ambientalistas de Santa Marta y ADES que sufren persecución judicial desde hace más de dos años.
El pasado 3 de febrero Chicas acudió al fallido inicio de la nueva vista pública contra los ambientalistas en el Centro Judicial Integrado de Ciudad Delgado. Al salir dijo a la prensa que el supuesto delito imputado “ya prescribió” y que “el fondo del caso son las pretensiones del régimen de perseguir a los que se oponen a la minería”.
Chicas y los ambientalistas de Santa Marta pertenecieron a la misma organización insurgente durante el conflicto armado. Y su testimonio es una prueba determinante de la inocencia de sus antiguos compañeros, pues confirma que ninguno de los procesados se encontraba en el lugar y fecha en que -según la Fiscalía- se cometió el supuesto asesino.
Por eso es lógico pensar que el propósito de la detención de Chicas sea apartar a un testigo clave de la defensa de los ambientalistas. Además de reprimirlo por manifestarse contra la minería metálica.
El desproporcionado operativo policial y militar en las inmediaciones del tribunal (y varios agentes encubiertos en la concentración de las organizaciones), el pasado 3 de febrero, sugiere que el plan era recapturar a los activistas ambientales. Pero la no presencia de ellos impidió lograr tal propósito.
En una carta pública los defensores ambientales plantearon sus razones para no validar la repetición del juicio y llamaron al país a unirse en la defensa de la vida amenazada por la explotación minera. Es posible que eso haya enfurecido al régimen, y “alguien tenía que pagar”.
Estas tres razones podrían estar detrás de la captura de Eugenio Chicas. Ojalá que los sectores democráticos del país actúen para revertir esta barbarie.
Diario Co Latino: https://www.diariocolatino.com/que-hay-detras-de-la-detencion-de-eugenio-chicas/