The closure of educational centers in El Salvador has a significant impact on the student population, according to sociologist and professor Roberto López, also coordinator of the Observatorio Universitario de Derechos Humanos (OUDH) (University Human Rights Observatory) at the Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) (José Simeón Cañas Central American University).
“The importance of educational centers lies not only in the transfer of knowledge but also in shaping students’ identity and sense of belonging,” López said Thursday in an interview with radio YSUCA.
In his view, closing schools disrupts family dynamics, forces children to adapt to new educational communities, and creates challenges in their socialization process.
“When the government has wanted to solve infrastructure problems in other sectors, it has done so quickly. In this case, closing schools seems to serve other priorities rather than truly improving the education system,” he stated.
According to information documented by the Frente Magisterial Salvadoreño (FMS) (Salvadoran Teachers’ Front), at least 30 schools have been closed in different parts of the country, leading to the relocation of students and teachers.
The teachers’ union has explained that, according to the Ministerio de Educación (MINED) (Ministry of Education), the reasons for closing schools are remodeling or low enrollment.
López stressed that these closures not only affect access to education but also have an impact on young people’s cultural identity and on community building. He also referred to the lack of transparency on the part of the authorities, who have not addressed the situation.
“There is no clarity about the kind of educational model they want to implement. The public has the right to know the education policy and to participate in defining it,” the sociologist noted.
Finally, López called on citizens to demand increased involvement in shaping education policy and in making decisions about the school system. “It is essential for people to participate in the debate and to demand better conditions for education,” he concluded.
Cierre de escuelas tiene un impacto social y cultural, dice experto
El cierre de centros educativos en El Salvador tiene un impacto significativo en la población estudiantil, según el sociólogo y docente Roberto López, también coordinador del Observatorio Universitario de Derechos Humanos (OUDH) de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA).
“La importancia de los centros educativos no solo radica en la transferencia de conocimientos, sino en la formación de identidad y sentido de pertenencia en los estudiantes”, afirmó López este jueves en la entrevista de la radio YSUCA.
A su juicio, el cierre de escuelas altera las dinámicas familiares, obliga a los niños a adaptarse a nuevas comunidades educativas y genera dificultades en su proceso de socialización.
“Cuando el Gobierno ha querido resolver problemas de infraestructura en otros sectores, lo ha hecho con rapidez. En este caso, el cierre de escuelas parece responder a otras prioridades y no a una mejora real del sistema educativo”, afirmó.
Según información documentada por el Frente Magisterial Salvadoreño (FMS), al menos 30 escuelas han sido cerradas en distintas zonas del país, lo que ha llevado a la reubicación de estudiantes y docentes.
La gremial de docentes ha explicado que las razones para cerrar las escuelas, según el Ministerio de Educación (MINED) es por remodelación o baja matrícula.
López destacó que estos cierres no solo afectan el acceso a la educación, sino que también impactan la identidad cultural y en la construcción de comunidad de los jóvenes; además se refirió a la falta de transparencia de las autoridades al no referirse a la situación.
“No hay claridad sobre cuál es el modelo educativo que se quiere implementar. La población tiene derecho a conocer la política educativa y a participar en su definición”, señaló el sociólogo.
Finalmente, López hizo un llamado a la población para que exija mayor participación en la definición de las políticas educativas y en la toma de decisiones sobre el sistema escolar. “Es fundamental que la población pueda involucrarse en el debate y en la exigencia de mejores condiciones para la educación”.