The government of Nayib Bukele asked the Asamblea Legislativa (Legislative Assembly) for a reform to the Ley Penal Juvenil so that minors under provisional detention or serving prison sentences for crimes related to organized crime would be held in adult penitentiary centers rather than in specialized facilities for juvenile offenders.
The initiative was received by the Assembly and sent to the security commission, which includes only lawmakers from Nuevas Ideas, and which scheduled its next meeting for Wednesday, February 5, at 2:00 p.m.
The reform adds a subsection to Article 119 of the Juvenile Criminal Law. Currently, that article provides that the internment measure for minors “shall be carried out in special centers for juvenile offenders, which shall be distinct from those designated for offenders subject to ordinary criminal legislation.”
According to Article 120 of the same law, these centers must mandatorily implement programs of “schooling, vocational training, recreation, and reintegration programs of various specialties,” as well as guarantee social, pedagogical, and legal assistance.
The reform requested by the Órgano Ejecutivo (Executive Branch) does not affect any of the above provisions but creates a distinction by assigning a different status to minors under provisional detention or serving prison sentences for crimes committed under the modality of organized crime.
Organized crime offenses include those related to gangs and are prosecuted in organized crime courts, given that the arrests were made during the state of exception.
The reform proposal adds a subsection to the article, stipulating that minors under provisional detention or serving prison sentences for offenses committed under the modality of organized crime shall “serve said deprivation of liberty in the penitentiary centers administered by the Dirección General de Centros Penales (General Directorate of Penitentiary Centers), where there will be separation of pavilions until they reach 18 years of age.”
According to the reform, the prison regime (the rules governing the coexistence of inmates in prison) applied to these minors would no longer be that of the Juvenile Criminal Law, but rather “the one applied by the Directorate, based on the profile set for inmates convicted of crimes committed under this modality.”
Details
To date, the GOES has not made any public statement concerning the requested reform. If the current pattern continues, the security commission would receive the relevant minister, Gustavo Villatoro, next Wednesday to explain and defend the initiative.
In the nearly three years that the state of exception has been in force, the Executive has not provided an official figure for the detention of minors. However, in the U.S. Department of State’s 2024 report on combating human trafficking, it cites the Consejo Nacional de Primera Infancia, Niñez y Adolescencia (CONAPINA) (National Council for Early Childhood, Childhood, and Adolescence) and attributes to it the statement that between March 2022 and December 2023, 3,319 minors had been detained under the state of exception.
“As of January 2024, some 841 minors remained detained under the state of exception—262 in provisional detention and 579 serving sentences—and the rest had been released,” the report indicates.
The GOES’s intention to place minors with adults in penitentiary centers, even if they are separated by pavilions, was questioned by criminal defense attorneys, who warned of the risks this measure may cause.
“They are making a differentiation that does not serve the purpose of seeking the minor’s re-socialization, but rather of imposing punitive punishment. They say there will be a separate pavilion, but there will be a problem because they will want to treat minors as if they were adults; there are minors from 12 to 17 years old who have been convicted as part of illicit groups. Nothing guarantees they will not be mistreated,” said criminal defense attorney Otto Flores.
Meanwhile, criminal defense attorney Roxana Cardona, who handles cases of minors prosecuted under the state of exception, analyzed: “The State will disconnect from its economic, social, and educational responsibilities, because with the shelter centers it is the State itself that provides food, facilitates education, and sends them to other centers. There will be greater stigmatization for those who have been arrested under the state of exception because the State’s obligation to the minors is removed.”
Likewise, Cardona indicated that the application of a prison regime “is not based on function, but rather by operation of law.”
Gobierno de El Salvador pide juntar a menores de edad con adultos en centros penitenciarios
El gobierno de Nayib Bukele pidió a la Asamblea una reforma a la Ley Penal Juvenil, para que menores de edad que se encuentran en detención provisional o con pena de prisión por delitos relacionados al crimen organizado cumplan con esas medidas en centros penales de adultos y no en centros especiales para menores infractores.
La iniciativa fue recibida por la Asamblea y enviada a la comisión de seguridad, en la que sólo hay participación de diputados de Nuevas Ideas, y que programó su próxima reunión para el miércoles 5 de febrero, a las 2 de la tarde.
La reforma incorpora un inciso al artículo 119 de la Ley Penal Juvenil. Actualmente este regula que la medida de internamiento de menores de edad “se ejecutará en centros especiales para el menor infractor; los cuales serán diferentes a los destinados para los infractores sujetos a la legislación penal común”.
Según el artículo 120 de la misma ley, en esos centros se deben ejecutar obligatoriamente para los internos programas de “escolarización, capacitación profesional, recreación y programas de inserción de distintas especialidades”, así como también garantizar la asistencia en área social, pedagógica y legal.
La reforma solicitada por el Órgano Ejecutivo no afecta ninguna de las disposiciones anteriores, pero hace una división al poner en un estatus diferente a menores de edad bajo detención provisional o pena de prisión por delitos cometidos en modalidad de crimen organizado.
Los delitos de crimen organizado incluyen los relacionados con pandillas y se ventilan en tribunales del crimen organizado por tratarse de capturas realizadas durante el régimen de excepción.
La propuesta de reforma incorpora un inciso al artículo, el cual dispone que los menores de edad con medidas de detención provisional o pena de prisión por delitos cometidos bajo modalidad de crimen organizado cumplirán “dicha privación de libertad en los centros penitenciarios administrados por la Dirección General de Centros Penales, en los que habrá separación de pabellones hasta que estos alcancen los 18 años”.
Según la reforma, el régimen penitenciario (las normas que regulan la convivencia de los privados de libertad en prisión) que se aplicaría a estos menores de edad ya no sería el de la Ley Penal Juvenil, sino “el que aplique la Dirección, en atención al perfil dispuesto para la población reclusa por delitos ejecutados en esta modalidad”.
Detalles
A la fecha, el GOES no se ha pronunciado públicamente por la reforma solicitada. Si la dinámica se mantiene como hasta la fecha, la comisión de seguridad debería recibir el próximo miércoles al ministro del ramo, Gustavo Villatoro, para que este explique y defienda la iniciativa.
En los casi tres años que tiene de vigencia el régimen de excepción, el Ejecutivo no ha dado una cifra oficial de detención de menores de edad. Sin embargo, en el informe del Departamento de Estado de Estados Unidos correspondiente al año 2024 relacionado el combate al tráfico de personas, este citó al Consejo Nacional de Primera Infancia, Niñez y Adolescencia (CONAPINA), y atribuyó a este el haber informado que, entre marzo de 2022 y diciembre de 2023, se había detenido a 3,319 menores de edad bajo régimen de excepción.
“A enero de 2024, unos 841 menores de edad permanecían detenidos bajo el régimen de excepción -262 en detención provisonal y 579 pagando sentencias-, y el resto habían sido liberados”, indica el mencionado reporte.
La intención del GOES de juntar menores de edad con adultos en centros penales, aunque haya separación de pabellones, fue cuestionado por abogados penalistas, que consideraron los riesgos que la medida puede provocar.
“Se está haciendo una diferenciación no en beneficio de la búsqueda de la resocialización del menor, sino en el hecho de buscar un castigo punitivo. Dicen que tendrán un pabellón separado, (pero) habrá problema porque van a querer darle el tratamiento a menores como si fueran adultos, hay menores desde los 12 años a 17 que han sido condenados como parte de agrupaciones ilícitas. Nada garantiza que no van a recibir maltrato como tal”, consideró el penalista Otto Flores.
Mientras, Roxana Cardona, penalista que lleva casos de menores procesos por régimen, analizó: “El Estado tendrá una desvinculación económica, social y educativa, porque con los centros de resguardo es el mismo Estado que da alimentos, les facilita educación y que les manda a otros centros. Habrá mayor estigmatización para las que han sido capturadas dentro del régimen porque se quita la obligación del Estado a los menores”.
Asimismo, Cardona indicó que la aplicación de un régimen penitenciario “no es por función, sino por ministerio de ley”.